Capítulo 16 ✅

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Un día y una noche, sentía todo mi cuerpo romperse en mil pedazos tan dolorosos, la espalda me mataba y los ojos se cerraban por si solos.

Lección del día.

#1 "Yo no nací para acampar", lo bueno de todo este martirio es que solo esperar unas horas más y ¡Hola, bonito hogar! ¡Hola, refrescante ducha! ¡Hola, cómodo inodoro! Y ¡Hola, reconfortante cama! Hasta ahora me doy cuenta de cuanto los amo y necesito.

En lo que esperaba a que pudiéramos volver, me encontraba comiendo una manzana en la mano derecha y en la mano izquierda tenía 2 plátanos y unas cuantas uvas, no es que me guste mucho o lo haga por salud, pero fue lo único que mi padre encontró para que yo pudiera alimentarme y no morir de hambre.

Cuando estaba por darle la última mordida a la manzana recibí un mensaje de Mario, al que le contesté rápidamente.

Mario 🙉
Ten una excelente y bonita tarde, regresa con bien a casa por favor, te extraño mucho, como recompensa por el tiempo que me dejaste abandonado y solo, me invitaras a comer pizza y luego un helado, esperare con ancias mi recompensa, cuidate.

Su mensaje llegaba a lo absurdo, ¿quién se cree para tratar de estafarme de semejante manera? Ni que fuera millonaria o un cajero automático, justo ahora, le contestare y le diré unas cuantas verdades, ya vera.

Yo:
Claro, haciéndote la víctima e imponiendo las reglas, debo decirte que no te haré caso y puedes ir de chillón con alguien a quien si le interese, Crazy, besitos.

Mario 🙉
No quiero imponer nada, solo pido un poco de justicia, el año pasado, cuando fui 2 días a casa de mi abuela porque estaba enferma me abrigaste a que te comprara una pizza, la cual te recuerdo te comiste tu sola, lo que yo pido es bastante barato. No escaparas, en cuanto regreses iré a tu casa, besos y abrazos.

Lo odio.

¿Quién se cree para invitarse solo? Este chico en lugar de que se le zafara 1 tornillo creo que fueron 5, aparte se le cayó a su mamá de pequeño, ¡Ahs! enserio y yo siguiéndole el juego, tan frustrante la verdad.

Al acabar mis apreciados alimentos sanos, decidí caminar un rato y espiar a mis pequeños esclavos.

Iba en dirección hacia un grupo de 2do año muy contenta y feliz, mirando todo a mi alrededor, me dispuse a continuar, brincando, el olor de las plantas llegaba a mi nariz y sin mentir me pareció escuchar como cantaban los pájaros ¿Ok no? Bueno... lo último es exagerado y en realidad olor a humo inundaba mi nariz, ya que aún salía un poco de la fogata que estaban apagando luego de cocinar, y de echo, no podía brincar mucho tiempo ya que me cansaba muy rápido, patética, aun así, no pude continuar ya que de pronto sentí mucha flojera y la hueva se apodero de todo mi cuerpo evitando tener poder sobre él, así que me desvíe hacia el autobús donde ya se encontraban mis cosas, me acosté en los últimos asientos y trate de dormir.

Narra Ángel.

Después de discutir con mi padre por unos estúpidos adolescentes que no lo respetaban, decidí ignorarlo e irme hacia el autobús a descansar un rato, tome el pequeño muñeco que yo mismo hice y me lo lleve conmigo, de hecho, mi padre lo iba a necesitar, pero por haberme echo enojar que le den.

Abrí la puerta del autobús y me adentre, las cortinas oscuras estaban cerradas así que estaba bastante oscuro para ser de día, solo una pequeña ventana de hasta atrás es la que daba un poco de luz, estaba muy aburrido, me dirigí a los asientos traseros, justo los últimos, pero un bulto estaba acostado ahí, genial, deje el muñeco tamaño real, bueno ni tan real yo mido 1.75 y está cosa apenas llega al 1.50 podría decirse que es tamaño pitufo, aunque pensándolo bien, no sé qué pasa con las personas de hoy en día, son muy chaparras parece que solo nace la mitad de bebé ¿Dónde queda su otra mitad? Creo nunca podre tener una respuesta clara respecto a eso.

Comencé a reír por mis bobos pensamientos, en ese momento ciento y alcanzo a ver con sólo un poco de claridad, como el bulto se mueve para luego preguntar.

—Mmm, ¿Alguien está ahí? ¿Quién es, identifique se?

Reconocí la voz y tal parece que esa es su frase favorita, ya que siempre la repite.

—Soy ángel, vine a descansar un poco, aunque veo que te me adelantaste.

—Si ¡Ahh!

—¿Qué demonios te pasa? ¿Estás bien? ¿Qué ocurre? —realmente estaba asustado.

—¡Me quede ciega! —lo dijo gritando.

—No me asustes, enserio ¿no ves nada?.

—No, no veo nada, ¿Dónde estás? —estiro sus brazos buscándome.

—No quiero ser grosero, pero ¿Tienes los ojos bien abiertos? Esta oscuro, pero no es para tanto, vamos abre los bien Gem.

—Sí, los tengo bien abiertos, pero aun así no veo nada, tengo miedo Ángel —el miedo también se estaba apoderando de mí.

Estaba muy asustado y claramente no sabía qué hacer, mire en qué posición se encontraba y luego hacia donde estaba viendo, voltee a ver la pequeña ventana donde entraban los pocos rayos de luz y luego se me ocurrió algo, es tonto y estúpido, pero lo pondré en práctica.

—Gem Amm, por favor voltea a ver la ventana, hacia arriba a tu izquierda.

—¿Que dices? Te estoy diciendo que me he quedado ciega, deberías ayu... —gira la cabeza dirección a la ventana antes de terminar de hablar—. Ahh no me he quedado ciega.

¿Enserio? ¿Tan estúpida es?

—No habías visto la ventana ¿verdad? —sentía una vena salirse.

—No, estaba viendo hacia el asiento, lo oscuro —¿y lo dice así como si nada?.

No podía creerlo, rodé los ojos y luego me senté en un asiento 2 adelante de donde estaba ella, ni siquiera quise quitar el muñeco y lo dejé en el pasillo parado, casi enfrente de ella, estaba molesto.

Cerré mis ojos, me estaba quedando dormido.

—¡Ahh!.

—¿Ahora qué? —pregunte más que fastidiado.

—Un extraterrestre ahorcado —salió de su boca, sonaba muy asustada para ser una simple broma.

Asome mi cabeza del asiento para poder verla y saber qué es lo que estaba viendo.

—Estúpida, es solo un muñeco que acabo de traer y ahí lo dejé, que bobadas dices, creo que aun estas ciega.

—Ahhh que alivio —se volvió a acostar

Niña estúpida y tan molesta, ¿De dónde saco lo de extraterrestre ahorcado? Era absurdo.

Volví a asomarme por el asiento para preguntarle de donde saco semejante estupidez, pero me di cuenta que estaba dormida.

Ja, esta chica es muy rara y tiene una gran imaginación igual de rara que ella.

—Ángel —escuche que me llamaba.

—Cállate y deja de fastidiar Gemma.

Fin narración de Ángel.

Yo, Mi salvación  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora