-¡Nooooo!.-
Mis ojos derramaban lágrimas y se negaban a detenerse, sentía un fuerte dolor en el pecho y la tristeza invadía todo mi ser al punto de llegar a mi alma.
¡Jae había muerto!.
Había muerto, no tenía idea si podría seguir soportando o si valía la pena seguir viviendo después de atroz suceso.
Tapé mi boca con mi puño para ahogar un poco el llanto, de pronto, se abre la puerta bruscamente, la persona que estaba en la entrada me lo había advertido, pero no quise hacerle caso, solo ahora veo las consecuencias.
-Qué haces ¿Porque estas escondida?.- su ceño se frunció.
-Tenías la boca llena de razón, todo fue una mentira- me detengo para no formal un nudo en mi garganta - todos lo utilizaron y nadie vio por él, dio lo mejor que pudo y también todo de sí mismo para al final morir solo ¿porque la vida es así? ¿Porque él? Explícame Jos, estoy que no entiendo nada.- toco mi cabeza con desesperación.
-¡Aaa! Es eso, detén tu drama, te vez tan ridícula llorando por un personaje ficticio de un tonto libro, te dije que Jae iba a morir era obvio, debiste hacerme caso y dejar de leer esa porquería.-
-No pude detenerme, él era la octava maravilla, era tan puro, amable, honesto, simpático, caliente y muy sexy a la vez, ¡Yo lo amaba! Por el simple hecho de ser él ya era prefecto, en mis sueños él y yo nos íbamos a casar. ¿No entiendes? ¿Porque no me entiendes? No, definitivamente jamás lo entenderías.-
-Qué pena me da tu caso hermanita, mi más sentido pésame por mi difunto cuñado imaginario, ahora volviendo a la realidad abajo se encuentra Mario esperándote, yo qué tú me apresuraba porque viene con un genio que uff da un miedo que flipas.-
-¿A qué ha venido? no quiero verlo, tan raro, dile que se valla.-
-Ok, apresúrate ¿quieres?.-
Baje las gradas despacio procurando no hacer ruido, tardo poco más de una semana en regresar de Monterrey a eso aumentando que lo abandone, pensé que no lo vería por un buen rato.
Él estaba de espaldas viendo por la ventana que se encuentra cerca de la entrada, venía totalmente vestido de negro, botas estilo militar y su cabello alborotado, sexy sexy, hoy viene muy agradable.
Seguí caminando procurando no hacer ruido hacia la puerta, no tenía ánimo de verlo así que escaparía, cuando estaba por lograr mi objetivo.
Sentí una mano tomarme por el brazo para luego sacarme de casa a rastras, sin decir palabra en contra de mi voluntad.
-¿Qué demonios tratabas de hacer? Cariño ¿Querías escapar? Solo me hiciste el trabajo más fácil.- su risa sonaba ronca.
Tomo mi cintura y como si tuviera fuerza sobrenatural me cargo y me subió a su moto.
-¿qué haces? Detente imbécil, no quiero verte ni hablar contigo.-
-Sera mejor que colabores cariño, estoy muy furioso y no quiero perder el control contigo.-
Tomo su casco y me lo puso, subió a la moto y arranco.
Iba aferrada, tenía un poco de miedo y Mario iba a gran velocidad, decidí cerrar los ojos durante todo el trayecto hasta que sentí que nos deteníamos.
Abrí los ojos lentamente, mis ojos observaban a muchísima gente pasar frente a mi ¿Qué lugar era este? Sin decir nada Mario tomo mi mano y nos adentramos al lugar, mi cara era de total confusión que al parecer mi secuestrador noto.
-Es un concierto de ska.-
-Pero no me gusta, ni siquiera escucho ese género.-
-Guarda silencio y solo disfruta.-
-¿Los golpes? Siempre salen golpeados y el baile parece que consiste en empujarse.-
-Baila a cómo te sientas a gusto y no temas a que te golpeen, mientras este aquí contigo todo estará bien, desde ahora estaré a tu lado.- de la nada se le pasó su enojo y ahora me hablaba más sereno y hasta podría decir que cariñoso.
La música comenzó y como imaginaba todos comenzaron a moverse y bailar, mire todo a mi alrededor, haciendo círculos todos bailaban, era gracioso porque incluso los policías bailaban sin vergüenza alguna, como si no estuvieran ahí para trabajar.
No sabía qué hacer, simplemente moví mi cuerpo de un lado a otro y Mario me imito supongo que para que yo pudiera sentirme cómoda, me sentía ridícula pero a la vez era muy divertido, en tres ocasiones hubo peleas, corríamos lejos y cuando todo pasaba regresábamos a nuestro baile como si nada, me di cuenta que todos tomaban cerveza en sus vasos se miraba el hielo que contenían, sintiéndose maleantes o graciosos la mayoría aventaba su cerveza, sin haber tomado una sola gota toda yo olía a ese líquido, lo extraño fue cuando sentí que caía líquido sobre todo mi cuerpo pero esta vez no se sentía fría sino al contrario caliente, esperó que no sea lo que me estoy imaginando, qué asco de personas.
Pasaron 2 horas y todo término, para ser sincera había sido genial, compramos comida más bebidas y comimos en silencio, me llevo a mi casa, cuando baje de la moto espere a que el dijera algo, se acercó a mi tomo mi rostro y beso mi frente.
-Entra y date un baño, luego hablamos mi pequeña Gem.-
Sin aumentar nada subió a su moto y se fue, había sido divertido pero su comportamiento fue totalmente extraño.
°°°°
¡Hola!
Últimos capítulos
Quiero dar gracias por su apoyo y amor que le dan a la historia tanto como a mi. Las adoro :3
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Yo, Mi salvación (TERMINADA)
Teen FictionGemma Valents, una chica afrontando la vida, luchando contra las malas jugadas y críticas de la gente e incluso de su propia mente hacia su persona. Una aventura donde Gemma tendrá que dejar de rechazarse y aceptar lo que es y lo mucho que vale, ten...