Me presento, mi nombre es Gemma Valents, orgullosamente mexicana, cómplice de la lectura, amante del café y fascinada del chocolate ya sea que se encuentre caliente o frío en realidad da igual, 18 años, no obstante, con una gran historia la cual deseo contarla.
Acompañenme.
Hoy es un día en extremo lluvioso, uno de esos tantos en los que piensas que el mundo se va a acabar o que si sigue lloviendo de esa manera tan atroz definitivamente tendrás que construir un arca para poder sobrevivir.
Sentada en forma de indio, un bolígrafo en mano derecha, una taza de chocolate frío en la izquierda y un diario recargado sobre mis piernas, hago el esfuerzo de plasmar emociones sentidas durante el día, aún que todo esta en silencio no ayuda para nada a mi imaginación, la duda esta pintada en mi rostro y de pronto, mis ojos caen hacia el objeto que guarda todos mis secretos, mi diario, mi confidente que no tiene escrito ni la mitad del total de sus páginas pero repleto de sentimientos más emociones y un tanto más de promesas desviadas al camino del olvido que nunca llegaran a su destino, si volviera a leer página por página estoy segura que mis ojos derramarían casi la misma cantidad de líquido que lo hace el cielo justamente ahora, en forma de desahogo y liberación, los truenos me acompañan en señal de todo lo que he callado, un estallido interno.
Muchos dirán que es ridículo recordar el pasado y llorar, según para muchos el simple hecho de llorar es sinónimo de vergüenza y debilidad pero... ¿Qué puedes hacer cuando el recuerdo te llena de tantas emociones que pareciera que lo vives a flor de piel de nuevo? quien diría que volver a recordar es quitar la costra de la herida y volver a sentir eso que por más que quieres borrar de tu vida, queda impregnado como un tatuaje con fuego al rojo vivo, quien no lo haya vivido, ¡Felicidades! ¿Ustedes son humanos?
Melancolía, enojo, frustración y miles de sentimientos están mezclados como en una licuadora dentro de mi cabeza, ¿Que pensaban que iba a decir? ¿Dentro de mi corazón? ¡Ja! Cursilerías.
Regresando a lo importante.
Mirando por la ventana, con los ojos cristalizados y con una gran soledad puedo admirar la lluvia, el cielo me hace compañía, creo que hace justicia en mi dolor y derrama lo que yo tanto me niego a dejar caer.
Las gotas de lluvia golpean el vidrio de la ventana y las observó caer a través de el formando caminitos, como si fuera la acción más interesante del mundo. Hoy es uno de esos días en los que la depresión ataca, sin aviso, sin compasión y sin razón alguna, haciendo traer recuerdos del pasado a mi memoria, y sintiéndome la peor persona, eso aumentando lo sola que me siento. Desearía retroceder el tiempo y poder ser niña de nuevo, cuando no tenía responsabilidades ni decisiones importantes que tomar y a pesar que el mundo era mierda yo no lo sabía.
Al final abro el cuadernillo que aún se observa recargado sobre mis piernas y lo comienzo a ojear deteniéndome en las primeras páginas, un niño chimuelo es lo que mis ojos ven y una sonrisa sincera mis labios reflejan.
Me gustaría volver a ese momento donde conocí al pequeño más dulce del mundo, ese pequeño que llego para salvarme y hacerme sentir bien y en paz.
Era un ángel, tan puro y tierno, lo conocí cuando tan solo tenía 5 años.
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Yo, Mi salvación (TERMINADA)
Fiksi RemajaGemma Valents, una chica afrontando la vida, luchando contra las malas jugadas y críticas de la gente e incluso de su propia mente hacia su persona. Una aventura donde Gemma tendrá que dejar de rechazarse y aceptar lo que es y lo mucho que vale, ten...