Sonó la alarma de mi celular, como pude la apague, trate de levantarme de la cama, pero un fuerte mareo me lo impidió, a la vez que sentía un fuerte dolor de cabeza, después de una noche con demasiadas copas era obvio que la cruda iba a hacer de las suyas.
Me acosté y me acomodé en la cama esperando que el mareo pasara rápido.
-Levántate Gem que tenemos que ir a trabajar y será mejor que te apures porque ya es tarde.-
-¡Ahs! Mi cabeza me odia dejarme en paz idiota.-
-No te odia, tú fuiste muy irresponsable anoche y prepararse porque estas en serios problemas.-
-De seguro ya fuiste de chismoso, ¿no se te hizo tarde?.-
-No he dicho nada, armaste un espectáculo anoche, todos te escucharon y no dudaron en llamar al jefe ante tu irrespetuoso comportamiento.-
-Malditos chismosos, ¿no tienen vida o qué?.-
-De hecho, ellos estaban descansando cuando tu llegaste a las 12:30 gritando y golpeando la puerta, ¿cómo reaccionarias tú?.- Parecía que echaba fuego por los ojos, estaba tan enojado que parecía un jodido hígado andante caminando de un lado a otro soltando su sermón.
-Pero miren por fin despertó la señorita, muchas gracias por no dejarnos dormir anoche, mis ojeras te lo agradecen.- entro Diego quejándose.
-Deja el sarcasmo y no grites, que mi cabeza justo ahora duele horrores, mejor agradece cuando vallas al súper por tus compras ya tendrás bolsas donde traerlas -Trate de reír, pero no pude- olvídalo, estoy agonizando.-
-Y como no, si parecías una cuba andante, ahora confiesa ¿con quién estuviste ayer?.-
-Con nadie, estuve sola solín solita.-
-No te creo, en tu cámara fotográfica había una nota con un número telefónico de un tal Kevin el cual agradecía tu tiempo y específico que se había divertido.- su cara era pervertida tratando de que confesara algo que no había pasado.
No pude más y comencé a reír al recordar el divertido día que había tenido ayer junto a ese nuevo amigo de paso, sin importar el dolor de cabeza me levanté de la cama y me dirigí hacia Diego para quitarle mi cámara y la nota que tenía en las manos.
-Nooo, ayer estuviste con un masculino, no te atrevas a acercarte a mí, no me toques primero báñate, ¡Iugh!.- cuando estaba a pasos para estar junto a él me detuvo.
-No digas tonterías y darme eso ahora mismo.- estire la mano para que me las diera el mismo.
-Por si las dudas primero báñate cerdota.- hizo cara de asco.
Le lance una almohada la cual esquivo, justo antes de salir del cuarto me enseño su lengua y cerró la puerta, estaba a punto de quitarme el pijama de la parte superior cuando con un susto me di cuenta de la presencia de Mario.
-¡Ahh! Pensé que ya te habías ido, ¿por qué jodidos sigues aquí? Lárgate me voy a cambiar.-
Su mirada era fría, sentía que quería ver a través de mí y descubrir algo.
-¿Quién es Kevin? Y ¿De dónde lo conoces?.-
-Un chico y lo segundo no te interesa, piérdete.-
-Estoy hablando enserio maldita sea, así que contesta con la verdad, ¿dónde estuviste ayer? ¿Con quién? Y ¿qué tanto hiciste?.- de la nada había enloquecido.
-¡ja! ¿Acaso eres policía o detective? Si es así, entonces investígalo, pero en otra parte, porque sabes, me duele mucho la cabeza y tengo unas náuseas horribles, me temo que si sigo viendo tu horrible cara vomitaré, así que largo.- lo tome por un brazo y lo corrí de la habitación.
Toda la semana me ignoro, ayer se olvida de mí y ahora resulta que debo darle explicaciones, él sinceramente se cree alguien.
Para que mi día empeorara, nos habían puesto en tríos, me había tocado con Mario y Andrea, el dúo fastidioso perfecto.
Trate de ignorarlos durante todo el trayecto, Andrea decía y hacia cualquier cosa por llamar la atención de Mario, pero él en todo momento la ignoraba, acción que me gustaba que hiciera con ella.
Cuando llegamos nos dieron instrucciones de este nuevo proyecto, rechazando la idea de estar con este par de tórtolos me aleje lo que considere suficiente y me dispuse a trabajar.
Volteaba a cada rato, los tórtolos estaban de lo más feliz, entre ambos convencían a una persona que les comprara algún producto, estaban por terminar su parte, hacían buen trabajo juntos, mire mi bolsa llena de productos, tenía todo el trabajo, nadie quería ayudarme, todos me rechazaban, ¿lo peor? Podía ver en sus rostros asco y fastidio, no exageraba, Andrea era delgada, alta, pelirroja con lindas pecas en todo su rostro, nadie le decía no, era cuestión de poner cara inocente, usar voz chillona y ya los tenía convencidos.
Pasaron 3 horas y yo seguía sin poder convencer a alguien, el sol estaba en su punto máximo y mi boca estaba seca por falta de agua.
Gem, te quedan 2 horas para que termines tu trabajo, hoy estas muy floja no llevas vendiendo nada, Andrea hace media hora termino y a Mario solo le quedan 5, puedo pedirles que te ayuden, pero te perjudicaría a ti así que ponte las pilas chiquilla.- mi jefe no ayudaba a mi estado de ánimo.
Cuando pensé que se iría regreso y me reprendió por mi comportamiento de la noche anterior, mi castigo era la limpieza de la casa durante 3 semanas.
Estaba fastidiada y desesperada, mis ojos rogaban por dejarlos derramar lágrimas.
Trate de tranquilizarme y entonces trate de hacerme la fuerte y continuar.
-Termine vendí 7 de más por si acaso.-
Era la única que faltaba, decidida me acerque a un par de chicos que iban de paso.-
-¡Hola! Mi nombre es Ge..- no me dejaron continuar.
-No gracias llevamos prisa.-
-Okay, suerte.-
Jos siempre me decía, cuando tocas 15 puertas, aunque sea una deben de abrirte, así que no me rendiré a la primera.
-¡Hola! Mi nombre es Gemma...- tampoco me dejaron terminar.
-Lo siento soy gay.-
¿Que? Que paso por su mente para responderme tal disparate, Okay una vez más, me repetí a mí misma aguantando mandar todo por borda.
-Hol...-
-¡Qué asco! no te acerques soy casado y no traigo dinero, disculpa.-
La gota que derramo el vaso, de mis ojos escaparon lágrimas, desesperada fui en busca de Mario, necesitaba a mi mejor amigo, necesitaba consuelo.
Corrí hacia su dirección, pero antes que pudiera llegar, Andrea lo abrazo y beso su mejilla, mientras él sonreía luego lo tomo del brazo y se fueron dirección contraria de donde yo me encontraba.
Importándome un jodido pepinillo el trabajo y mi jefe, me aleje lo más que pude de ese lugar, hacia donde nadie pueda ver mi asquerosa existencia, avente mis hojas de apuntes dentro de la bolsa de productos y los deje ahí abandonados.
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Yo, Mi salvación (TERMINADA)
Teen FictionGemma Valents, una chica afrontando la vida, luchando contra las malas jugadas y críticas de la gente e incluso de su propia mente hacia su persona. Una aventura donde Gemma tendrá que dejar de rechazarse y aceptar lo que es y lo mucho que vale, ten...