La ciencia no lo puede explicar [Skipper x Kowalski]

capitulo 34❤

Narra mort:

¡Gracias, gracias, gracias!.

Le agradecía a todos los dioses que el pingüino mandon y el rey julien se habian quedado dormidos anoche.

Luego de eso habia ido a la habitación y al rato aparecieron maurice, clover, marlene y el otro pingüino, algo ebrios, marlene me habia comentado que habian bebido mucho, ella se fue con clover y dejo a maurice y kowalski allí.

El pingüino se veia casi a punto de desmayarse, tambaleaba y parecia que se caería y lo primero que hizo sin hablar fue tirarse a la cama de el rey julien, en cuanto maurice balbuseaba quien sabe que cosa.

A la mañana siguiente aparecio el rey julien y skipper, yo aún estaba enfadado, pero algo tranquilo porque entre ambos no habia ocurrido nada, y eso me hacia feliz.

Luego de quedar en que no los despertarian se estaban por ir y los detuve -¡Voy con ustedes rey julien!- exclame sonriente abrazandolo.

-suelta' suelta' mort- intentaba apartarme.

-dejalo que venga con nosotros cola anillada, despues de todo anoche no vino a la fiesta, cierto ojos tristes?- asenti abrazando aún más fuerte al rey julien.

-E'ta bien, seria nuestro sirviente real- dijo julien -¡Pero sueltame!- exclamó y yo lo solte.

Los seguí por el hotel, mientras ambos hablaban, me sentí celoso como siempre -¿que les parece si en un rato los invito a comer?- pregunto el pingüino amable a mi no me engañaba -¡Yo quiero goma de mascar!- dije levantando mi mano.

-Mort tonto!, eso no eh comida animal!, yo quiero un smoothie de todo- dijo mientras lo miraba
-¿porque mejor no vamos a comer sushi?- pregunto skipper.

El rey julien y yo pusimos la misma cara de asco -wacatelas, no- dijo el, que pésimo gusto tiene la monja tonta.

Luego de un rato fuimos a la  habitación de los pingüinos, recorde lo ocurrido anoche y ne senti enojar mucho, si no se hubieran dormido probablemente hubieran hecho "eso" senti algo molesto en mi garganta, estúpido pingüino.

-iré a buscar algo en el cuarto- entro y salio con su billetera, me enojada un poco que el pingüino pagara todo.

-Me e'peran aquí, ire al baño- hablo julien y luego de eso se fue, dejandome solo con la monja.

Aún que el pingüino no era tan alto, a mi lado la diferencia de alturas era notable, puesto que incluso yo era un poco más bajito que cabo, sentí la mirada de la monja seria sobre mi y también lo mire.

-ojos tristes, debo preguntar algo.-

Al instante me puse muy nervioso y lo mire temeroso -s-si?- respondí yo.

-¿que es esto?- dijo y abrio su mano, hay estaba uno de mis aretes dorados, toque mi oreja se me abra caído anoche mientras estaba en la habitación.

-de-debe ser de el rey julien- respondí nervioso sonriendo.

-Ojos tristes, ¿crees que tantos años de entrenamiento no sirven?, que kowalski es el único que tiene cerebro de mi equipo?- pregunto eso y yo negué.

-Este arete es tuyo. Porque es evidente, tienes solo uno en tu oreja ahora, ¿y que casualidad el mismo, no?. Sabes anoche pude a ver estado ebrio y creí que lo imagine pero la puerta de la habitación que comparto con mi soldado no estaba cerrada, creí que tal vez fueron ideas mías, o olvide cerrarla, pero hoy recupere el sentido y me di cuenta de quien soy.-

hizo una pausa -y que no olvidaría cerrarla, o por lo menos no con kowalski aquí también- dijo el.

-la pregunta aquí es, ¿me podrías decir que hacias tu anoche en mi habitación?- pregunto seriamente.