5: En la medida 💄

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Ya le había enviado veinte mensajes a Theo, POR DÍA

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Ya le había enviado veinte mensajes a Theo, POR DÍA. Que sumando podrían aproximarse fácilmente a los cien. O puede que más.

Lula: ¿Puedes quedar conmigo? Tengo algo que decirte.

T: Ahora estoy con Pascual. Si no te importa...

Lula: Envíame la dirección c: c: c:

El mensaje tenía su gracia. Incluso llegué a imaginar que invitó a su amigo para devolverme el mal rato que le había hecho pasar.

 Incluso llegué a imaginar que invitó a su amigo para devolverme el mal rato que le había hecho pasar

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Debían ser cerca de las once cuando llegué al lugar de comida rápida.

Identifique fácilmente a Theo desde la espalda. Lo acompañaba otro chico, que por sus rasgos supuse que tendría alguna ascendencia latina, también era más grueso y, su postura era menos inquieta.

—¿Y si te quedas conmigo hasta el final? —le propuso Theo sin percatarse de que estaba detrás de ellos.

Fue difícil ignorar la punzada que sentí en ese momento. Me sentía mal por ambos.

Theo había aceptado verme porque era una buena persona, y yo seguía detrás suyo porque también era una buena persona.

—No homo, bro —le reclamó su amigo dándole un codazo para que se separara un poco de él.

Incluso desde mi posición pude constatar la buena relación que tenían esos dos. Al final terminaría enfadándome con ellos por ignorar mi presencia.

Joder, que estaba parada a cinco centímetros de distancia. —Hola.

—Está ocupada —me aviso el otro chico (que supuse debía ser Pascual) cuando intenté mover la silla frente a ellos—. Estamos esperando a la novia de este men.

Me reí haciendo caso omiso a la advertencia de Pascual y, me senté en la silla que me había negado.

—Ella es Lula —dijo Theo llevándose ambas manos a la cara.

El chico le pasó un brazo por los hombros antes de presentarse a sí mismo: —¡Pues anda que eras de verdad! Creí que solo venías por la silla. Soy Pascual, por cierto

Tres es la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora