Kie les permitió espacio mientras ella regresaba al otro lado de la habitación con Tanjirou, mimando sus mejillas y cabello rojizo, distrayéndolo de la incomodidad en el torso. Estaba conectado a transfusión completa, al igual que Inosuke, pero de menos cantidad. También se le estaba administrando antiinflamatorio para ello, para menguar lo máximo posible el dolor en su abdomen y espalda, rodeado por debajo del pijama con vendas. Todavía no terminaba de espabilarse, se encontraba en un estado aletargado, ido. Sin ser capaz de percibir, de recordar siquiera quién era. Aunque poco a poco recuperaba la conciencia, notando más presencias en la habitación, mas no cuántas. Rengoku permitió que Dorn se sentara en uno de los dos sillones, y la amable madre japonesa ofreció el suyo con una dulzura envidiable al muchacho de ojos grises, puesto que Löwe se había ido al baño a refrescarse de todo el asunto, algo exagerado. A diferencia del pelirrojo, Inosuke necesitaba un respirador introducido a través de la boca hasta la tráquea. No recuperó el ritmo de sus pulmones tras la operación a causa de haber sido el que mayor pérdida de sangre sufrió al no obstruir la herida con algo. Su corazón no tenía suficiente para bombear a una velocidad decente. Debido a la máquina, estaba enganchado por múltiples cables más finos para controlar su actividad en un monitor que marcaba su pulso con un electrocardiograma digital que emitía pitidos pausados. Una vez que recuperara una cantidad de sangre mínima a través de la transfusión, todo aquello se le retiraría. Los enfermeros entraban cada cierto tiempo para mantenerlo vigilado. Era un estado comatoso que podía torcerse muy fácilmente, agravarse, y como tal, se lo hicieron saber a los supuestos familiares. Los médicos sabían que no despertaría en horas, ni en un día o tres, por lo que toda nutrición era intravenosa. Parecía ser un ciborg en reparación con tantos cables. Era desagradable. Y aun así, al primer vistazo reflejó toda su belleza sin problemas.
Löwe regresó, más tranquilo. Su mirada reparó unos segundos en Hog, provocándole un suspiro cargado de preocupación y pesadumbre. Las conversaciones variadas y a tono bajo surgían de forma natural, corriendo las horas mucho más fácilmente. Tanjirou estaba despierto por completo, muy molesto con el dolor, pero aguantaba gracias al medicamento. No dejaba de mirar hacia el otro lado, hacía el chico que le robó el corazón, escondiendo las lágrimas en el interior de sus ojos durante minutos. ¿Por qué le ayudaron a él primero? Era lo que se preguntaba, no por dudas, sino por culpa. De nuevo, consideraba haber fracasado en su intento por protegerlo, llamándose inútil. Sus pensamientos negativos le manchaban las paredes de su psique con alquitrán ardiente, negro, tóxico. No pudo soportar el peso y comenzó a llorar en silencio. Pero para su madre, no consiguió ser un secreto.
-Tanjirou, cariño... No llores... -estaba muy atenta a cada detalle, sabía que derramaba lágrimas por el alemán, por lo horrible que se veía con tanto aparato y bolsas. El momento llamó la atención de los extranjeros, observando sin decir nada, sintiendo la enorme culpa que el pobre chico llevaba sobre sus hombros por el simple hecho de haber sido el que más suerte tuvo. El pelirrojo desvió la cabeza, colocándola recta y dejando que su madre tomara sus mejillas para besar su frente. -Estará bien, ya verás... -sin querer, el joven había contagiado a Dorn con el llanto, provocando en ella dos ríos salados y un gemido de tristeza y dolor emocional. Ambos con el mismo motivo.
Rengoku no tardó en tratar de reconfortarla, presionando con delicadeza sus finos hombros en un leve masaje comprensivo. Una vez más, los otros chicos se aguantaban el peso en la garganta para no dejarse llevar de la misma manera. A cada uno le dolía de forma distinta por sentimientos diferentes, pero con la misma intensidad. Solo cuando sus voces de agotaron, el silencio solo era roto por el sonido pausado del monitor, rítmico, algo lento. Hasta que hubo un espacio largo entre pitido y pitido, y después la línea recta en la pantalla y el ruido constante, seguido, interminable.
-¡HOG! -Löwe perdió la cabeza, apresurándose hacia él junto con sus dos compañeros, sin saber exactamente qué hacer. No era cierto. No podía ser así.
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Rage Wild
FanfictionUniverso alterno. Principal: Tanjirou x Inosuke. Leve: Genya x Inosuke Mención: Zenitsu x Nezuko Genya siempre fue fan de un grupo de Heavy Metal originario de Alemania, y para su fortuna, aquel año realizaban una gira benéfica por varios países de...