Capítulo 13

1.9K 301 52
                                    

Jaelyne

Siento una brisa mover mi cabello, así que abro los ojos, me inclino en el sillón e intento observar de dónde viene la corriente de aire, pero no lo noto.

—¿Ya estás despierta? —Se abren las puertas de los aposentos y veo a Kael —Termina de prepararte y vamos al harem —me avisa, luego termina por retirarse, para esperarme fuera.

Solo asiento, luego de acabar de ordenar y utilizar su gran enorme baño, salgo del cuarto. Los inodoros de aquí son raros, o mejor dicho lo extraño es que antes no lo pensé. Sigo a el príncipe hasta el harem, entonces comienza a dar su sermón a las criadas. Bueno, mejor dicho concubinas, ¿pero cuál es la diferencia, no? A mí me da igual.

—Así que si no quieren terminar todas en la horca, será mejor que aparezca ese collar —amenaza.

Sonrío satisfecha ante la advertencia severa de Kael, pero abandono mi sonrisa cuando siento el viento otra vez.

—¿Dónde están las ventanas aquí? —digo observando todo.

—La ventilación de este ambiente es en el techo ¿Por qué?

—¿Pues de dónde viene el viento? —Alzo una ceja.

—No hay viento aquí, Jaelyne, digo Jacky.

—¿Por qué te confundes? —Lo miro de mala manera.

—No lo sé, me gusta tu nombre —Me sonríe.

—Como sea ¿Puedo ir al patio? Necesito saber si hay una ventisca, porque siento que me volveré loca.

—De acuerdo, le avisaré al guardia, yo debo seguir con mis obligaciones, pero no te metas en más problemas y procura terminar tu conversación con la Dama.

Bufo.

—Sí, sí ¿Recuerdas? Me metí en problemas por quedarme en el harem, el patio es más saludable.

Hace una carcajada y yo niego moviendo la cabeza. Él se retira, mientras yo, acompañada por el guardia, me dirijo al lugar más descubierto del castillo.

Olvidé que estaba el dragón. Lo veo a penas llegar. Se encuentra como una fiera. Aunque al principio me da miedo, me acerco gritándole al guardia que lo lástima.

—¡Oiga, déjelo! —le aclaro —¡No ve que no quiere!

—No se meta señorita, usted debería... —Se calla mirando al monstruo y exclama sorprendido —Se ha quedado quieto.

Siento el viento de nuevo, pero la grata sensación se corta cuando veo venir al tipo que me miro de una manera lasciva en el harem, aquella otra vez.

—Ah pero si es la famosa belleza del desierto —declara al verme.

—¿Y tú eres...? —Alzo una ceja.

—Mil disculpas, todavía no me he presentado, soy Fared, el comandante del ejército y primo de Kael, un gusto —Besa mi mano y se la suelto rápido, mirándolo con asco, así que se ríe —. Creo que malinterpretas mis intensiones.

—Conozco a los tipos como tú —aclaro cortante.

Me recuerda a Wash. Asco.

—¿Y cómo soy yo? —Alza una ceja interesado por mi comentario.

—Que utilizan su poder para aprovecharse de los demás, sobre todo de las mujeres.

—Ni siquiera me conoces, qué mala.

—No me hace falta conocerte, se nota en tus actitudes, pero no te preocupes, no es contigo, todo el mundo me da asco.

—Qué boquita —Se ríe.

—Como sea ¿Qué quieres?

—Mira irrespetuosa, esto es lo que te voy a decir, sé lo que hiciste en el harem, así que vas a tener que dar explicaciones —Toma mi brazo.

—¡¡Oye!! ¡¿Qué te pasa?! ¡¡Suéltame!! —Forcejeo pero no puedo zafarme de su agarre.

Aunque no hace falta.

De repente el dragón lanza fuego por su boca y termina por apartarnos, caemos al suelo sorprendidos.

—¡¿Pero qué rayos?! —chilla el guardia —¡¡Jamás había lanzado llamas!!

—¡¡Controla a ese animal!! —Se levanta Fared enfadado.

El dragón gruñe, así que el comandante retrocede, luego al notar que se ve patético, decide retirarse. Por mi parte, nerviosa, elijo pararme despacio y observar al ser alado.

—Tú... —Hago una pausa —¿Me ayudaste?

El enorme monstruo me observa tranquilo, vuelve a estar en paz cuando nuestras miradas se cruzan. Siento el viento y me acerco despacio, entonces con los dedos temblando toco su trompa. Percibo aquella brisa relajante, es algo que trasmite paz y me quedo en silencio, dejándome percibir la sensación.

Cuando me alejo y me giro, veo que todos me están mirando extrañados, hasta Kael ha venido a ver qué pasa.

—¿Qué? —expreso confundida —¿No es normal?

Las cosas raras aquí deberían ser normales, ¿no? Manga de lunáticos.

Belleza del Desierto #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora