Capítulo 26

1.7K 231 48
                                    

Jaelyne

No he encontrado a Fared por ninguna parte, por eso decido apresurarme para irme a dormir temprano, así no tendré que continuar la conversación con Kael. Sinceramente no sé qué quiere que le diga, ya le aclaré todo.

Los siguientes días sigo evitando a Kael. Es intenso y persistente el hombre. No tengo nada en su contra, pero se está volviendo cansino esto. Además, la verdad en lo único en que yo estoy pensando, es en encarar a Fared, no en ningún romance con un príncipe insistente.

—¿Qué quieres hablar, Kael? Ya nos dijimos todo —le aclaro deteniéndome en el pasillo.

—Jacky, tú eres la que se siente perseguida, yo no lo hago a propósito —Se ríe —. Vivimos en el mismo palacio.

Alzo una ceja.

—Este castillo es enorme, no inventes excusas baratas.

—Vale, lo admito, te acompaño un poco más de lo habitual ¿Qué tiene eso de malo?

—Me gustaba más el Kael enojado y que seguía en lo suyo.

Se ríe.

—No he tenido muchas responsabilidades estos días, eso es todo.

—¿No era que no necesitabas una mujer para sentirte completo? —Utilizo las palabras de su padre y frunce el ceño, así que sonrío —Así está mejor.

—Tienes razón, pero eso no quita mis sentimientos por ti.

—¿Qué te gusta de mí? —Alzo una ceja —No te entiendo, porque seamos honestos, no soy la mejor persona del universo, ¿o es acaso que te gusta mi físico? Me parece muy normal, pero después uno se aburre.

Excepto Wash, pero eso era porque él me tenía controlada y me utilizaba a su antojo, así que hacía lo que quería conmigo, por esa razón no se aburría.

—No lo sé, eres diferente —aclara —. Admiro tu fortaleza.

Hago una pausa mirándolo de forma detenida y seria.

—Gracias, supongo.

Sonríe.

—¿No te gustan los halagos, Jaelyne?

—He vivido de halagos que están llenos de hipocresía, siempre buscando algo a cambio. Creo haberlo dicho pero lo repetiré, no confío en las personas, porque me apuñalan por la espalda.

—Siempre alerta —opina continuando con su sonrisa.

—Y hablando de que estás libre, ¿ya descubriste cómo me puedo ir? —Sigo seria.

—¿Ya apareció el collar de tu abuela? —pregunta preocupado.

No sé si lo cuestiona porque me quiere ayudar o porque no desea que me largue.

—Sé quien lo tiene —Sonrío —. Alguien que me va a servir de mucho.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Camino hasta mí y me toma de los brazos —Jacky, confía en mí —me pide.

—No —digo cortante.

—¿Por qué? —pregunta afligido.

Frunzo el ceño.

—Porque no te necesito, no necesito a nadie —Suspiro —. Mira, Kael —Le quito su mano de mi brazo —, eres una buena persona, lo he notado, pero no va a pasar, mejor habla con Rebecca.

—¿Por qué metes a Rebecca en nuestra conversación? —Se aparta.

—Porque no es una mala persona, porque tienen algo todavía, porque se deben charlas romántica, no sé, por tantas cosas.

Me giro para irme y me detiene agarrando mi mano, entonces me jala de esta, haciendo que mi espalda choque con su torso, así logra abrazarme por detrás.

—Yo ya no siento nada por Rebecca, mi corazón te pertenece a ti.

Uh está perdido.

Aunque admito que puedo recordar su beso todavía, no puedo olvidarlo.

Genial, siento alguna atracción por el príncipe, aunque con sinceridad no es importante.

Lo que yo necesito es irme, y pronto.

—¿Podrías soltarme? —le pido.

—Si pudiera no te soltaría nunca.

Uh está hasta las manos.

Me giro y sonrío, lo miro fijo, ya que nuestros rostros se encuentran a centímetros, entonces apoyo mi dedo en sus labios.

—Su alteza, admito que es un buen besador, pero no va a pasar.

—¿Por qué? —Sonríe también.

—No pertenezco aquí, este sitio es muy distinto a donde me crié, jamás me adaptaría, además en este lugar no está la tumba de mi abuela.

—No me respondiste.

Me río.

—No eres mi tipo de hombre, lo siento.

—¿Y cuál es tu tipo?

—Malas personas que me tratan para la mierda, relaciones tóxicas que solo sirven para obtener beneficios propios que no llevan a ningún lado feliz, ese es mi tipo.

—Eso suena a un círculo vicioso horrible —Toma mis dedos que seguían tocando su boca —¿No te gustaría salir de ahí?

—En estos momentos prefiero estar sola, mi ex intentó matarme.

—Tu ex, ¿ese tal Wash? Ese tipo es el que nombraste cuando nos encontramos por primera vez.

—Sí, ese mismo, es el más malo con el que he estado, es el ser más despreciable que existe.

—Ya veo —Hace una pausa —, pero yo sí cumplo un requisito, te he dado beneficios desde que llegaste aquí ¿No es eso suficiente?

—Sigue soñando.

Me agarra fuerte de la cintura y me acerca hasta su cuerpo.

—Si eres un sueño, prefiero no despertar.

—Ay qué poeta —me burlo —. Ya paremos el circo, que nos están mirando todos —Apoyo la mano, la cual no sostiene, en su hombro.

—¿Tanto me odias?

—No te odio, solo no te correspondo. Si que eres terco —Alzo una ceja.

—Tú lo eres más, pero tengo plena confianza en conquistarte.

—Ah suerte con eso —exclamo con sarcasmo y le doy dos palmaditas en el hombro.

Se ríe y me suelta.

—Ya verás que sí, y ahora que al fin una conversación nuestra terminó bien, me retiraré a mis responsabilidades antes de arruinarla.

¿Dónde vio que acabara bien? No sé. Como sea, otro día sin encontrar a Fared, o este castillo es infinito, o el tipo se fue a la guerra o algo.

¡Se esfumó de la nada!

Belleza del Desierto #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora