The boy with no name [T.k] ✔

14

Taehyung

Jungkook se durmió de camino a casa. Y creo que no se hubiera despertado si el chico del Uber no hubiera tocado la bocina antes de cruzar la cuadra que da a mi casa.

— ¿No me dirás que quieres seguir durmiendo o sí? — le pregunto a Jungkook dejando todas las bolsas arriba de la mesa. Todavía no le he mostrado el peluche. 

— Estoy cansado... — dice sentandose en el sillón. Afuera llueve bastante fuerte. — Caminamos mucho hoy.

— Lo sé, dimos demasiadas vueltas por el centro comercial, pero lo has pasado bien ¿No es así, Kook?

— ¡Sí, Hyung!

Mmm, todavía le cuesta decir mi nombre completo... O dice "Tae" o dice "Hyung" pero es extraño que lo diga todo entero. Que va, es lo mismo...

Como el sillón está de espaldas a la mesa, en el medio de la casa y no contra una pared como todo el mundo lo suele poner, aprovecho para sacar de las bolsas todo lo que le compré mientras Jungkook descansa ahí. Creí que se pondría a ver la tele pero luego recordé que no debe saber cómo usar el control remoto.

De la bolsa en donde compré el peluche saco todas las cosas con mucho cuidado y me acerco hasta el sillón y por encima de Jungkook, colocando mis brazos a los lados de su cabeza le muestro el peluche.

— ¡Ohhh! — es lo primero que dice al verlo y lo toma con ambas manos, apenas lo estoy viendo de costado pero ya estoy notando que sus ojos brillan. — ¿Fuiste a conseguir este? ¡Gracias Tae!

Jungkook se levanta del sillón y lo rodea para venir hacia mi y literalmente lanzarse encima mío. El peluche del conejo rosa queda olvidado en el sillón mientras él me abraza y me apretuja contra su delgado cuerpo.

Me da impresión que me esté abrazando tan fuerte. Puedo sentir sus huesos.

Cómo siempre él me abraza pero yo no.

— ¡Me has dado muchos regalitos hoy! ¡Gracias Tae, eres el mejor! — confiesa hundiendo su nariz entre mi hombro y cuello, me hace cosquillas.

¿El mejor? Según Jimin fui un estúpido egoísta y malo. El mejor, si, mis huevos.

— Ya, ya, suficiente. — lo quiero sacar pero él sigue apretando mi espalda. Tengo mis brazos colgando y me está apretando, es incómodo. ¿Debería gritarle que se quite? Juro que desde aquí puedo sentir su corazón palpitar fuertemente.

Alto...

Es imposible que yo pueda sentir el corazón de Jungkook.

¿Acaso éste es mi corazón?

¿Es MI CORAZÓN?

PERO...

— Woah, me gusta así. — Jungkook sube las manos desde mi espalda hasta su cuello y se separa de mí para mirarme a los ojos — Siempre estuve solito... — se acerca para besarme en la mejilla pero yo alejo el rostro. — ¿Mmm?

— No me beses.

— ¿No te gusta? ¡Jimin dijo que te gustaban los besos!

Maldito enano.

— Tú eres el primero que me quiere. La única persona que no me trata mal. — continua él al ver que no le contesto.

— Yo te he tratado mal. — le digo apenas viendolo a la cara.

— Pero estoy en tu casa. Eso no es malo. ¡Tengo una casa donde dormir gracias a ti! Tae. Y tengo ropa bonita. Tampoco huelo mal.

Al mirarme a la cara los ojos se le ponen brillosos y creo que está a punto de llorar.

— Perdón por molestar. — se disculpa separándose de mi y caminando de nuevo hacia el sillón con un semblante amargo. — Yo solo quiero un poco de... Eso que la gente dice, "amor". No sé lo que es, pero escuché que es bonito.

— Claro que el amor es bonito... Y yo lo sé mejor que nadie. Pero el amor es doloroso, muy doloroso. En este mundo lleno de perjuicios, gente como yo no puede ser feliz, al menos no del todo.

— ¿Por qué no? — Jungkook se queda a medio camino de sentarse — ¿No te gusta ser feliz?

— Si... Bueno, al menos me gustaba. Ahora ya... No...

No... Otra vez esta sensación de angustia que me carcome por dentro. No quiero recordar más Hoseok en este día, ya han sido demasiados recuerdos dolorosos los que he tenido.

— Tae no llores. — ¿Acaso yo estoy llorando?

Oh, al parecer sí.

Me quito las lágrimas de la cara y me detengo a observar los ojos azules de Jungkook.

— No llores, no llores, no llores. — insiste él acercandose a mí. Una de sus manos va a parar a mi cabello y lo acaricia lentamente, creo que no sabe cómo hacerlo correctamente. —  Yo lloro todo el tiempo, y después se siente feo. Así que no llores, ¡Yo te daré un abrazo!

Pero me alejo antes de que se acerque. Me voy hacia mi cuarto y antes de que Jungkook pueda entrar cierro la puerta con pestillo.

— Lo siento Jungkook, quiero estar solo.