The boy with no name [T.k] ✔

16

Taehyung

La última vez que ví a Jungkook fue por la madrugada para llevarle una manta al sillón. Pero ahora que ha pasado el tiempo y me he despertado me acabo de dar cuenta que él está en mi cama.

Osea.

MI CAMA.

Tampoco sé muy bien cómo es que llegó aquí, ni siquiera estoy seguro de haberle dado permiso. ¿O quizás sí? No lo recuerdo.

En fin. Ayer tuve un mal día, un día horrible, es probable que a la madrugada Jungkook haya despertado por la lluvia y haya venido aquí.

Giro en la cama para ver la hora, son las diez. Wow, ayer me fui a dormir bastante temprano, pero ahora me siento más agotado que nunca.

Me levanto de la cama sin despertar a Jungkook y llego a la cocina para preparar un desayuno.

Para ambos.

Estoy demasiado dormido pero aún así no tardo en exprimir jugo de naranja para Jungkook y sacar unas galletas de la alacena. Mientras tanto me hago mi típico café para despertarme un poco.

Afuera sigue lloviendo y parece no querer parar... Supongo que es por la época, ha estado todo muy húmedo últimamente. Odio la humedad, hace tiempo me rompí la muñeca y cada vez que sucede este clima me da un dolor horrible en ese lugar.

¡Yah! ¡Parezco un viejo pensando estas cosas!

Me sirvo un poco de agua y me apoyo en la mesada, cerrando los ojos por pura inercia. Quisiera dormir seis horas más si pudiera, pero tengo que levantarme, hacer cosas... Quizás hasta debería llamar a Namjoon para pedirle un turno extra-oficial a Jungkook.

Namjoon es el mejor dentista de todo Nueva York, hace trabajos impecables, no por nada cobra una buena pasta. En fin, somos amigos desde hace tiempo, recuerdo que cuando se recibió de dentista lo primero que hizo fue blanquearme los dientes y oh por dios, quedé maravillado con su excelente trabajo.

Cuando el café está listo me lo sirvo en una taza y llevo en una bandeja las cosas a la cama.

— Kook, despierta, tengo el desayuno listo...

Él mencionado se voltea hacia un lado y me mira con los ojos entreabiertos.

Le intento regalar una sonrisa mientras dejo mi taza de café extra dulce sobre mi mesa de luz. Espero a que Jungkook se siente contra el respaldo de la cama y le dejo la bandeja sobre las piernas estiradas.

— Supongo que dormiste bien... — empiezo a decirle cuando me siento a su lado

— ¡Tu cama es muy cómoda, Tae! — ¿Cómo rayos puede tener esos ánimos por la mañana? ¡Yo apenas puedo moverme de un lado a otro con cara de pocos amigos!

Tomo un sorbo de café antes de contestar, mientras lo miro de costado.

— ¿Yo te dejé dormir aquí? — pregunto esta vez haciendo contacto visual con él. Jungkook se encoge en el lugar y puedo notar que sus mejillas se tiñen de un rosado bonito.  — oh... Así que después de todo no estoy tan loco. ¡Yah, me parecía, yo no hablo dormido!

— Lo siento... — se disculpa tímidamente — no volveré aquí ¡Lo juro! — no me mira a los ojos, está apenado y muy ruborizado.

Tomo otro poco de café. Esto me levanta el ánimo sin dudas.

— ¿No te gusta dormir en el sillón?

— No... Es que... Estaba solito. — dice haciendo un puchero. — no me gusta.

— Si lo sé, la lluvia.

— ¿Porque hablas así? — no entiendo a lo que se refiere.

— ¿Así cómo, Jungkook? — lo miro otra vez.

Él toma un poco de jugo de naranja antes de hablar y sin esperarlo hace una mueca de asco, oh, oh, creo que no le gustó.

— Tu voz... Es muy... ¡No sé!

— ¿Grave? — pregunto y aproposito hago énfasis haciendo justo eso mismo. — ¿profunda? — cambio otra vez el tono, sonando un poco más ronco.

— Sí, eso... — Jungkook se me queda viendo por unos segundos y yo me lo quedo viendo a él. Si debo ser sincero, sus ojos celestes me están intimidando, sé que no lo hace a propósito, pero es que ni siquiera se da cuenta de lo que me provoca. Su mirada es sincera y profunda.

¿Desde cuándo me fijo en su mirada de esa manera?

— Tae...

— ¿Qué?

— Tu voz me gusta.

— ¿Ah sí? — cuestiono alzando una ceja — ¿Por qué?

Pero él solo alza los hombros, sin saber qué contestar.