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Taehyung. 

Al final terminamos por comprar esa campera amarilla y unos pantalones estilo cargo que le quedan maravillosos, acentúan sus curvas que día a día se van formando cada vez más. Yo opté por comprarme una chaqueta roja y una remera simple a rayas azules oscuras para llevarla en conjunto. Dentro del arcade hace bastante calor, ni modo que me quede con mi saco negro toda la noche. 

— Bueno... ¿Qué le podemos comprar a Jimin? — pregunto retóricamente a Jungkook. Cada año para mi es diferente, siempre me cuesta darle algún regalo o al menos algo que le guste. 

— ¿Ropa? — Pregunta Jungkook subiendo las escaleras mecánicas, yo lo sigo. — ¡Jimin usa pulseras, podrías comprarle algunas! 

Oh...

— Jungkook, eso es una gran idea. Pero podría comprarle algún collar, a Jimin le gustan las cosas delicadas, ¿Se le vería bien uno, verdad? Ven, creo que hay una joyería en el piso de arriba. 

Mientras las escaleras suben lentamente, yo subo al escalón en donde está Jungkook y lo tomo de la mano. Con el corazón en la boca, entrelazo nuestros dedos. Al hacerlo Jungkook parece quedarse paralizado pero luego mira nuestras manos y sonríe como nunca antes lo había hecho. 

— Eres muy cálido, Taehyung. — me halaga colocando un tono poco más grave de lo habitual. Solo lo hace cuando dice cosas serias, osea casi nunca. — ¿Podemos estar así caminando? — su tono de voz vuelve otra vez a ser el mismo, el que a mi me encanta. 

Me muerdo los labios, sé que hay personas que nos deben estar mirando... 

Yo tengo miedo. Es raro que lo tome de la mano estando en público. ¿Acaso debería darle menos importancia a lo que opine la gente? Me da pavor que me digan "marica" "Es tan gay"... 

Y eso no es lo peor que me han dicho... me han dicho cosas peores, mucho peores. 

Cuando salimos de la escalera mecánica, yo guardo nuestras manos en el bolsillo gigante de mi saco negro. 

— Oww ¿Tae por qué? ¡Yo quiero que caminemos así! — saca su mano y vuelve a tomar la mía, pero yo me apego a él para que nadie vea que lo estoy tomando de la mano. 

Estoy rojizo hasta el oído. 

Jungkook se separa y las manos quedan a la vista de todos. 

Mierda. 

Solo suspiro y espero a que un rayo de paciencia me caiga encima. Tranquilo, Kim, tranquilo... debería importarte una mierda lo que piensen las personas que no te conocen. 

Es mi vida, se supone que yo no estoy lastimando a nadie al tomar a Jungkook de la mano. No es mi culpa que les de asco... no es mi culpa no ser "normal". 

— Mira Tae — Jungkook me saca de mis pensamientos de repente. — Ahí hay un lugar con accesorios, parecen brillos ¿Son esos de plata y oro? Creo que sí...— Estira nuestras manos entrelazadas y me lleva rápidamente hasta allí. — Wow, es todo muy bonito. ¿no lo crees? — me sonríe como niño feliz mirando la vidriera, hay collares de todo tipo, al igual que aros, pulseras y anillos de casamiento.

Observo todo detenidamente buscando algo perfecto para Jimin. Incluso en este local hay piedras energéticas, recuerdo que Seok Jin tiene una colección gigante en su casa, las ama y se sabe de memoria el significado de cada una de ellas. 

— Ese. — Jungkook habla de repente, me señala un collar de plata con una media luna en el centro. 

Sonrío, Jungkook tiene buen gusto. 

The boy with no name [T.k] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora