La mejor amiga de Zayn|| Z.M||

Capitulo Veintidos

Punto de Vista de Zayn

Le abrí la puerta a mi madre recibiéndola con un abrazo. Ella me corresponde inmediatamente y me sigue para hablar.

-Entonces mi vida, ¿Cómo van las cosas? —pregunta y sonrió de medio lado.

-complicadas—confieso mientras ella ríe levemente.

- ¿A qué te refieres cielo?

-Cada vez que pienso en confesarle mis sentimientos a Ariel, me vuelvo torpe.

Mi madre suelta una carcajada y asiente.

-¿Le dirás?

-Quiero decirle, pero tengo miedo, ¿Qué pasa si no le gusto?

Mi madre se levanta y golpea mi cabeza con su mano.

-Mamá, ¿Por qué me maltratas?

-Zayn Javadd Malik, hasta un ciego se da cuenta.

-¿cuenta de que mamá?

Ella suspiro.

-Sabía que esa caída iba traer consecuencias—me encojo de hombros sin entender.

-explicame—ella iba a hablar pero mi teléfono suena. Frunzo el ceño. Porque la madre de Ariel me esta llamando.

-Señora Hamilton—hablo y escucho un sollozo.

-Señora Hamilton, ¿Qué sucede?—pregunto otra vez. Escucho otro sollozo y luego puedo escuchar su voz.

-es Ariel Zayn—ella dijo—está muy delicada en el hospital—hablo mientras mi mundo se vino abajo.

Solté el teléfono y mi madre me pregunto que sucedía. No podía hablar, solo sentía como mi corazón se rompía y comenzaba a llorar.

-Zayn, ¿qué sucede hijo?

No respondía, solo sentía mis lagrimas bajar por mi mejilla.

-Zayn, ¿Qué pasa? —ella recoge mi teléfono y comienza a hablar con la madre de Ariel. Mi madre me mira con tristeza y también unas lágrimas. Ella murmura algo pero no puedo escuchar, mi cabeza esta bloqueada.

-Zayn—ella me devuelve el celular—tranquilo mi vida, ella estará bien—niego rápidamente.

Ella no puede morirse.

-llamare a un chofer, enseguida iremos al hospital—dice

AL llegar al hospital donde se encontraba Ariel, toda su familia se encontraba ahí. Sus hermanas no paraban de llorar principalmente Ella.

Su madre estaba hecha pedazo y ni hablar de su padre.

Enseguida fui a saludar junto con mi madre, abrace a cada uno. Me sentía impotente de no poder hacer nada.

Enseguida un hombre de bata blanca salió, suponía que era el doctor.

-Familia Hamilton—pregunto. Su madre corrio hacia el doctor y él le explico la situación, su madre lloro y pregunto si podía entrar.

Sentia un alivio al saber que ella continuaba con vida.

Luego de que sus familiares entraron, su madre se me acerco y pregunto si quería entrar, inmediatamente conteste que sí. Ella me sonrio a media y me dijo que pasara.

Cuando entre ella estaba con los ojos cerrados, se encontraba con yesos, sus brazos y la pierna derecha.

Ella abrió los ojos y me miro.