PRÓLOGO

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Casi dos años habían pasado de aquel regreso, aquella despedida. Esa despedida llena de angustia y preguntas. Esa plaza llena de miradas de tristeza, pero a la vez, de alegría y orgullo por haber compartido tiempo y momentos con los Reyes y Reinas.

¿Volverán alguna vez?

Aquella pregunta daba vueltas y más vueltas en la cabeza y el pensamiento de todos los allí presentes, especialmente de uno.
El Príncipe. Aquel Príncipe que se había enamorado perdidamente de su Reina.
Y aquella Reina, que estaba completamente enamorada de su Príncipe.
Pero ese día, esa despedida, no los separó... A fin de cuentas, los unió. En alma y en pensamiento. Porque no habría un sólo día desde aquel regreso en que no se pensaran y extrañaran.
Ninguno pudo olvidarse del otro. Esos casi dos años de distancia sólo garantizaban una cosa: se seguían amando.

Las Crónicas de Narnia. El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora