Peter salió de la habitación con un rostro que dejó a todos alarmados. Susan no lograba comprender el por qué de esa reacción, así que lo siguió en busca de respuestas.
- Pet, ¿qué pasa? - indagó la muchacha un poco desconcertada y confundida.
- La verdad es que no entiendo Su, no te entiendo. - exclamó el mayor de los Pevensie en un tono bastante alto que alarmó a la joven.
- ¿Qué no entiendes? ¿No puedo ser feliz aquí en Narnia?
- ¡Ese es el problema Susan! - agregó Peter aumentando aún más su voz. - No puedes pretender que este es tu mundo, porque no lo es. Por más que nos pese, ¡no lo es! ¿Acaso piensas que casarte con Caspian te asegurará vivir una vida de sueños aquí? ¡Tienes una vida a la que regresar¡ ¡Un casa, una madre, una familia!
Susan sólo lo observaba con los ojos azules que poco a poco se iban llenando de lágrimas, mientras su hermano la seguía regañando como si fuese una niña pequeña. Entendía esos cuestionamientos, pero no iba a permitir que le griten de esa manera. Y menos Peter.
- No hace falta que me grites. Te entiendo.
- ¡Si me entenderías no estarías cometiendo esta locura!
- Yo no creo que sea una locura.
- ¡Lo es! ¿No entiendes que así estás dando falsas esperanzas? A Lucy, a Edmund. Con esta idea del casamiento les haces creer que es posible tener una vida normal aquí, ¡y no lo es! Por mucho que nos duela no es nuestro mundo. Algún día volveremos. ¿Cómo crees que estará Lucy al volver a casa? ¿Edmund? No podrán volver a su vida normal, nunca. Porque tú les has dados esperanzas de qué es posible vivir aquí como si nada más existiera. ¡Es una locura, Su!
- ¿Te crees que a mi no me duele pensar que algún día quizás tenga que volver y dejar todo esto atrás? ¿Dejar a Caspian atrás? - comenzó a decir la muchacha a su hermano elevando su tono de voz, mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas. - Lo pienso todos los malditos días y todas las malditas noches. ¿Y sabes qué? ¡Me da pánico! Pero ya es tarde, Pet. Ya estoy enamorada de Caspian, ya comencé una vida aquí. ¿Recuerdas como fue nuestra vida los dos años que no estuvimos aquí? No quiero volver a sentirme así. Y sé que ustedes tres también han sufrido cada uno de los días desde que habíamos regresado. Por mucho que te cueste entender, Narnia se ha convertido en nuestro mundo. Y estoy en todo mi derecho de elegir en qué mundo quiero vivir mi vida. No espero que me entiendas, pero sí que respetes mi decisión. Ya no somos niños, Peter.
Ambos se miraron sin saber muy bien qué decir o qué hacer. El muchacho miró a su hermana y no pudo evitar llorar como un niño.
Le dolía pensar en lo devastada que estaría si tendría que abandonar su vida en Narnia. Le molestaba pensar en que ya no era su "hermanita".
Susan había crecido, y a Peter le costaba entenderlo. Siempre protegió con uñas y dientes a sus hermanos, nunca podría permitir que algo malo les sucediese.
Pensar en que de ahora en más compartiría su vida con Caspian lo angustiaba. Sentía que perderían ese vínculo de hermanos inseparable que tenían desde pequeños.
Susan se acercó y lo abrazó con todas sus fuerzas. Ambos lloraron juntos y descargaron todo eso que sentían.- No te preocupes, Pet. Siempre seguirás siendo mi hermano mayor. En nuestro mundo o aquí en Narnia.
- ¿No te preocupa pensar en que quizás tengas que elegir entre quedarte aquí con Caspian o volver con nosotros a casa? - preguntó el joven observando atentamente a su hermana.
- No hay un día en que no lo piense, y sí, me preocupa. Pero hace tiempo que pienso que si Aslan me permite vivir esto es porque tiene grandes planes para mí y para ustedes. Siento que todos seguirán formando parte de mi vida: ustedes, Caspian, este mundo, nuestro mundo.
Sus planes son perfectos, Pet. Nunca dejaría que pase algo que nos separe.Estas frases de la muchacha tranquilizaron a Peter. La sensatez y entereza de sus palabras le demostraron que ya no es la niña asustadiza que una vez había llegado a otro mundo con miedos e inseguridades.
Se dió cuenta que tenía tanto, tanto que aprender de ella.
Susan le dio un cálido beso en la mejilla, mientras le aseguró que todo estaría bien.
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Las Crónicas de Narnia. El reencuentro
AdventureCuatro hermanos. Un mundo. El deseo de volver. El deseo de reencontrarse. El amor entre una Reina y un Príncipe. Guerra. Dolor. Valentía. La felicidad de estar en casa... Narnia.