Las Crónicas de Narnia. El reencuentro

CAPITULO XII. En casa

No había mucho movimiento en el castillo. Sólo algunos guardias y empleados del servicio.
Al ingresar los cuatro hermanos junto al Rey y su pequeño amigo, los allí presentes observaban atónitos.

¿Serán ellos?

¿Han regresado?

Caspian reunió a una pequeña multitud en el ingreso al castillo, y despejó todos sus interrogantes con una sola frase:

- Los Reyes y Reinas han regresado.

La multitud aplaudió y se mostró emocionada. Querían tanto a los hermanos como a su nuevo Rey.
Susan, Edmund, Peter y Lucy saludaron animadamente uno por uno a quienes se encontraban allí. También se alegraban de verlos de nuevo.
Peter se dirigió junto a Caspian, Edmund y Trumpkin hacia el interior del castillo. Tenían que ponerse al tanto de las estrategias del Rey para lograr paz a lo largo y ancho de Narnia.
Lucy se quedó en el patio, charlando y jugando con unas niñas que habían venido a saludarla.
Por su parte, Susan, decidió recorrer el interior de lo que sería su nueva morada.
Estaba todo muy distinto, pero la sensación no había cambiado nada.
Se sentía en casa.
Luego de unas horas, Caspian mandó a reunir a los hermanos en el salón.
Cuando todos estuvieron allí, acompañó a cada uno a sus habitaciones donde podrían encontrar ropa para cambiarse y sus tan preciadas pertenencias.
La última en llegar a destino fue Susan, quien charló alegremente con el Rey todo el trayecto hacia su cuarto.
Al llegar, ambos entraron en el cuarto y el corazón de la muchacha se sobresaltó al ver lo que estaba posado sobre la cama: su arco y sus flechas.

- Los cuidaste muy bien todo este tiempo. - dijo a Caspian con una sonrisa.

- Fue mi objeto más preciado en estos dos años. - comentó, posando su mirada llena de ternura en Susan.

El muchacho se despidió de su Reina con un tierno beso, indicándole que en unos minutos se encontrarían todos en el gran salón para cenar.
Susan abrió el armario y encontró un par de vestidos preciosos, uno más hermoso que el otro.
En ese momento comprendió que Caspian estaba seguro que regresarían, y se tomó todo el trabajo que fuera necesario para convertir ese castillo en el que antes había sido: su casa.
Eligió un vestido color bordó, sencillo, pero que la hacía ver hermosa. Se dio un baño rápido y se cambió.
Al salir de la habitación se encontró con Peter.

- Ya no te recordaba de vestido, Su.

- Creo que me quedan mejor que esas aburridas polleras que usan en Inglaterra, ¿no?

- Eso deberías preguntárselo a Caspian. - dijo el hermano mayor con tono burlón.

Entre risas los mayores de los Pevensie llegaron al gran salón. Una gran, y deliciosa, cena los estaban esperando.
Los Reyes y Reinas de antaño se ubicaron junto al nuevo Rey.
Entre conversaciones, miradas, risas y recuerdos compartieron la mejor y más feliz cena de los últimos años.

- Estamos en casa. - pensó Susan en su interior. Estaba feliz de haber vuelto.