MALDITO IDIOTA

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Carmen.

No sé cómo llegue hasta la habitación 1714. Desde que Taylor me dijo que ya tenía el número de cuarto de mi padre, creo que quede en piloto automático para no caer en el arrepentimiento y salir corriendo. Pero ya no hay opción, estoy frente a la puerta que esconde la cochina traición de mi papá.

Miro a Taylor y me toma de la mano.

- Cuando quieras. - Susurra.

No le doy el poder a esto de seguir torturándome y abro la puerta. Están sentados en una mesa desayunando, mi papá está tomando café y la mujer no lo sé, porque me está dando la espalda. Solo escucho que se ríe y siento un poco de decepción al no encontrarme una situación grotesca para tener la excusa de atacar a la perra.

Pasan unos segundos y lo peor es que esta tan concentrado en su maldita amante mirándola como idiota enamorado, que solo piensa que somos una mucama y nos dice "sigan, ya terminamos". Levanta la mirada de su acompañante cuando nota que nadie ha entrado. Y claro que valió la pena venir hasta aquí y ver su cara. Su cara perdida y desorientada, totalmente abandonada de color con una especie de expresión que haría pensar que va a vomitar o se va a desmayar.

- ¿Que pasa amor?- Dice la maldita amiga de mi mamá. Casi me vomito cuando escuche la palabra amor salir de sus labios de una forma tan empalagosa y repugnante. La mujer no obtiene respuesta de mi papá así que se voltea.

- Te dije que esto iba a pasar en algún momento, Camilo.- Le dice con una voz neutra a mi papá sin quitarme los ojos de encima. Puedo sostener su mirada de perra, yo aquí no soy la mala. -No tenías que enterarte así.- Y apenas me sonríe con pesar no soporto más, suelto la mano de Taylor y camino hacia Tamara.

La tomo del brazo y la tiro al suelo, me coloco encima de ella y le jalo el cabello tan duro como puedo. Por un momento no soy yo quien controla mi cuerpo, sino toda la rabia de tener un padre falso y mentiroso combinado con la tristeza de ver a mi mamá destrozada por su traición. Tengo tanta adrenalina por todo mi cuerpo que no siento cuando me clava las uñas en los nudillos para que la suelte. Y por un momento ya no siento tanta rabia y furia guardada dentro de mí, me siento... Poderosa. La mujer sigue gritando, pero mi furia se desborda cuando dice "amor ayúdame" y sin poder controlarme le clavo las uñas en la mejilla. En ese mismo instante unos brazos fuertes me rodean la cintura y me quitan de encima de Tamara.

- Ya preciosa. Tranquila, no más. No te tienes que ensuciarte más con esta perra.- Susurra Taylor en mi oído. El sonido de su voz me serena un poco y la energía imparable que recorría mi cuerpo se calma dándole paso a la conciencia. Miro a mi alrededor y veo la mesa donde antes estaban desayunando caída en el suelo, rodeada de platos rotos y el sobrante de comida que quedaba. Después veo a mi padre que me mira como si fuera a llorar, maldito cínico.

- Lo siento mucho, hija. No quería que nada de esto pasara.- Veo que tiene el labio reventado y el rededor de la boca esta algo hinchada y roja, hasta habla algo raro. Taylor lo golpeo, no sé en qué momento, pero lo hizo. A una parte de mi le da gusto que lo haya hecho. Puedo golpear a su amante, pero me siento incapaz de tocar a mi papá, por más rabia y dolor que tenga.

- Eres un maldito idiota. Quiero que apenas llegues a la casa de tus malditas vacaciones estilo burdel con esta perra, saques tus cosas.- Le digo mientras miro como su zorra se levanta.

Su expresión adolorida y triste cambia por una enfadad.

- ¿Me estas echando de mi propia casa?

- Tu mismo te causaste eso cuando decidiste que era mejor pasar el tiempo con esta zorra que con nosotras. No solo le faltaste a mi mamá, le fallaste a Adriana y a mí. Y si vemos las escrituras esa casa es más mía que tuya.- Cuando acabo me doy cuenta de que estoy gritando. Su cara ya no es de enfado solo de sorpresa.

ME CANSÉ DE ESPERAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora