MENSAJE

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Taylor.

No podré dormir esta noche y no dormiré hasta que el pedazo de mierda de Samuel me diga que está en su casa a kilómetros de Carmen. Cuando accedí a que estuviera con ella solo por el rollo que me hecho de que era un apoyo para el en la situación que enfrenta, me valdría madres y le iría a romper la cara.

Nunca había sentido tantos celos como hoy. Ver todo lo que yo quiero y no puedo tener en manos de otro, es una de las peores y más enérgicas situaciones que he vivido. Sentía que moría pero que tenía la fuerza necesaria para ir y sacarle las entrañas a Samuel cuando la beso en su evento elegante de niño decente.

Admito que eso me mostró que tiene más agallas de las que pensé. Pero también tendrá que aguantarse con la misma valentía la paliza que le daré. Bueno... No una paliza quizá uno o dos golpes. Debo recordar que está mal de salud aunque actué como un puto de mierda.

- ¿Vas a empezar a jugar enserio o apago esta mierda? - Dice Thomas mirándome aburrido.

- Apaga, no tengo cabeza para perder el tiempo con video juegos. - Digo colocando el control de la consola en la mesa con más fuerza de la necesaria. Ni se porque carajo sigo aqui.

- Calma.- Dice recogiendo los dos controles y apagando el televisor. - ¿Me vas a contar que mierda pasa? No pasas a medianoche entre semana para solo perder el tiempo jugando. O por lo menos no hace más de cinco años.

Le necesito decir a alguien o solo explotare.- Vi a Carmen besándose con el carbón que tiene por novio. Y simplemente no puedo ir a mi cama a dormir pensando todo lo que ellos pueden estar haciendo.- No los debí seguir al jodido evento.

Thomas me ve con lástima... O preocupación. En realidad no sé muy bien leer su expresión solo me incomoda.

- Hermano si ella no te quiere dejar hablar es mejor que te alejes hasta que te busque. O solo la encontrarás haciendo cosas que te jederán cada vez más. - Tiene mucha lógica. Pero él no tiene toda la información.

El teléfono vibra en mi pantalón y automáticamente lo sacó y leo el mensaje.

Acabo de llegar a mi casa. Ella ya debe estar dormida.

Samuel. 1:25 am

Casi que no.

- Gracias por recibirme nos vemos mañana en el instituto. - Digo levantándome del sillón y saliendo del salón.

- Estas como una cabra hermano. Por favor ve a tu casa. - Dice encendiendo de nuevo el televisor.

Cuando estoy a unas cuadras de la casa de Thomas llamo a Samuel. Ese puto me tiene que escuchar. Al primer timbre contesta.

- ¿Hola? - Suena adormilado.

- ¿Por qué hijo de puta? ¿Por qué la besaste? La podías llevar a tu reunión elegante ¿Pero besarla?

-Porque quería. - Tarado de mierda.-Mentira, bueno no del todo. Estaba preciosa y no me pude aguantar, lo siento.

- En eso no habíamos quedado. Dijimos que ninguno podía tocarla hasta que ella sepa todo y escoja. Y yo no he podido hablar con ella hasta el momento, y no creo que tu pedazo de imbécil hayas tenido la valentía de decirle que estas mal.

Escucho que tose y me siento un poco culpable. El tipo está enfermo pero... No le quita que sea un puto sin palabra.

- Lo se. Se que me equivoque hoy. Pero también estoy seguro de que si la hubieras visto como estaba de hermosa, no te hubieras aguantado y también la hubieras besado. Hasta tal vez habrían hecho más.

Su último comentario me hace aplicar más fuerza de la necesaria en el teléfono que creo que cruje en mi mano.

- Ni te atrevas a pensar en lo que he hecho o no con Carmen...Y no abuses de tu condición porque en cierto punto se me puede olvidar y romperte la boca para que dejes de decir mierda.

ME CANSÉ DE ESPERAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora