TARJETA DE CRÉDITO

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Carmen.

- Estas muy elegante. - Comento cuando salgo del baño y encuentro a Taylor con un traje y corbata.

- Las vegas.- Me guiña un ojo.

- Nos vamos a ver muy extraños. Yo solo traje un par de jeans.- Sé que venía a la ciudad de la lujuria pero en mi cabeza solo tenía que venir a encontrar a mi papá y volver a Santa Mónica.

- Oye sé que esto no es un viaje de vacaciones y entiendo. Solo que pensé que sería más fácil si ya sabes... Hacíamos otras cosas...Sabes olvida todo lo que dije me pondré otra cosa. - se empieza quitar la corbata.

-No...en realidad es buena idea.- Sonrió. Sé que está intentando sacarme de la cabeza todo lo que está pasando y hacerme sentir mejor, hasta se tomó el trabajo de traer su traje. Y mentiría si dijera que su aspecto en el traje que lleva puesto no me distrae. - Solo que no estaba en mis planes y... no tengo nada elegante.

-¿No te molesta? Me siento como un insensible de mierda. En serio solo pensé en que sería buena idea. - Toca su saco con desdén mientras mira el suelo con arrepentimiento.

- No para nada. Ademas tiene sentido, ¿Vamos a ir a un hotel de las vegas en ropa casual? Llamaríamos demasiado la atención.

- Bueno, me alegra que pienses eso porque si no fuera así el secuestro de un vestido de Brith seria en vano. - Suelta una carcajada.

- Espera, ¿Hiciste qué?

- Entre al cuarto donde se queda Daymond y tome un vestido que estoy seguro de que es de Brith, no creo que el tipo sea travestí.

- Solo espero que me quede.- Brith tiene un cuerpo más... voluminoso que el mío.

- Te quedara.- Me regala una sonrisa ladeada. Se da la vuelta y saca de su maleta una prenda roja y me la da.- Ya te lo quiero ver puesto.

Si me queda.

***

Cuando entré a colocarme el vestido no tuve en cuenta que podía tener una cremallera posterior. Y menos que me iba a quedar prácticamente en la curva del tarsero. Ni si quiera quiero pensar como le queda a Brith que es más alta que yo.

- ¿Ya casi sales?- Era solo colocarte el vestido.- Dice con impaciencia. Creo que llevo más de diez minutos aquí.

- Me gustaría verte colocándote un vestido con cremallera en la espalda y que te quite la posibilidad de moverte.- Grito.

- Yo te subo la cremallera. Sal y ya.

- Es demasiado corto. Ni se si poder salir.

- Al carajo.- La puerta se abre y puedo ver su cara de sorpresa por el espejo. - Carajo.

- Te lo dije.

- No me dijiste que te veías como una fantasía. Carajo. -Recorre mi espalda desnuda hasta llegar al inicio de la cremallera. - Te lo subiré.- Puedo sentir el aire que abandona su boca en mi nuca.

Toma la cremallera y la sube suavemente con un poco de dificultad.

- Te dije que era apretado.

- Lo se.- Mira con asombro por el espejo. - No le devolveremos este vestido a Brith, ya es nuestro.

- ¿Nuestro?- Pregunto.

- Si. Estas loca si crees que voy a dejar que otro te suba la cremallera.- Me da un beso fuerte en el cuello y luego me toma de la mano y me da una vuelta. - Te vez preciosa.

Salimos del baño y miro con desaire mis tenis. Se que hay nuevas modas y estilos que te permiten llevar tenis con vestidos pero... este tipo de vestido necesita tacones. Pero bueno no hay opción.

ME CANSÉ DE ESPERAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora