CUIDADOSOS

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Taylor

- Hay cosas que aunque pueden pasar, simplemente uno no las imagina, o simplemente no quiere hallarse en un momento tan repugnante o raro que hasta la mente rechaza poder crearlo. En mi caso, jamás pensé que él hijo de mierda de Thomas me odiaría tanto como para joder mi relación con Carmen. Al punto de citarla en un restaurante del muelle para confesarle que es el quien envió el video. - Samuel me mira aburrido.

-Me gustaría que el cabrón supiera que todo su plan se fue a la mierda, pero me contengo de gritarlo para poder llenarme de satisfacción cuando vea su cara de imbécil frustrado cuando me vea llegar a mí en lugar de ella. - Cada vez que me imagino la jodida escena mis ganas de romperle la cara disminuyen.

- En conclusión, tu amigo resultó ser un total hijo de puta y enfrentaras su jueguito de mierda esta semana. - Me mira Samuel cansado.

Creo que es la jodida quinta vez que le cuento la historia desde que llegue a visitarlo hace una hora. Y ese hecho es por el cual digo que hay momentos que simplemente no puedes imaginar, ya sea por cosas repugnantes como que tu amigo de toda la vida tenga tantas ganas de estar con tu chica, la cual ella no quiere, al punto de ser un maníaco. Y por otro lado está la loca y rara situación en que el ex de tu chica, y al que le rompiste la nariz, se convierte en un amigo tan cercano que le cuentas la mierda que tu ex mejor amigo te hace. Hasta siento que me mareo cuando hago el análisis.

- Es una mierda. - Trato de ignorar la rara situación y espero a que me diga su opinión... Es bueno tener la perspectiva de un... Amigo. Debo admitir que Samuel en este momento es más amigo mío que cualquier otro. Deán es más amigo de Thomas, Ashton y Cole parecen amiguitos de primaria desde el año anterior. Y yo... Yo siempre pensé que era quien estaba con todos y en realidad estaba solo.

- Si, es una mierda. - Se limita a mirar a una enfermera joven que está pasando por el pasillo. Al parecer se siente mejor, la semana pasada no se levantaba de la cama así que por mí que mire lo que quiera.

Destapó un jugo que la enfermera que está mirando trajo hace casi media hora al cuarto.

- Deja mi bebida. - Me la rapa y la tapa.- Es la única cosa con azúcar que me dejan tomar. - La coloca en la mesa que está al lado de donde está sentado.

- Si me la tomo puedes llamar a tu amiguita para que te traiga más. - Me rio por lo bajo.

-No lo hará, es muy profesional.- La enfermera se da la vuelta y le sonríe. Y el niño decente le guiña el ojo, eso sí me hace reventar de risa.

- ¿No has pensado que puede que esto de tu amigo no sea sólo por Carmen? - Me golpea en hombro para que me deje de reír pero funciona más la pregunta que acaba de hacer.

- No creo que me quiera a mí. - Me rio, pero al parecer no entiende el chiste. - Si fuera gay lo habría notado.

- No me refiero a eso. ¿Si está consumiendo y no juega basquetball y parece otra persona debe ser por algo más, no?

- No lo creo. Posiblemente ya un equipo lo fichó y si no es así sus padres pagarían su universidad. - Tomás siempre fue un niño de papi y mami, es hijo único y su familia tiene una buena economía, al igual que yo, pero la gran diferencia es que él siempre estuvo acompañado por sus padres. Si llegaba tarde alguien siempre lo esperaba y si necesitaba que alguien lo buscará sus padre irían. Tiene una buena familia y oportunidades, no tiene excusa para tratar de joder de una forma tan cabrona.

- Bueno, tú eres el que lo conoce. Así que si vive bien y no tiene más problemas aparte de que Carmen lo rechazara, para crear un plan tan demente, es un loco enfermo. - Toma la botella de jugo pero antes de que pueda tomar se la quita una enfermera más adulta a la que paso hace un rato.

ME CANSÉ DE ESPERAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora