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17. Bad Memories

—La fiesta de cortejo será en dos semanas. —la sonrisa en el rostro de su madre era de otro mundo. 

Oh, la fiesta.
Si, la última vez no había salido también. Un alfa quiso invitarlo a salir pero Yoongi salio corriendo antes de que terminara de decirlo, porque su lobo gruño dentro suyo para que se alejara, Yoongi no lo pensó dos veces antes de hacerlo.

—¿Qué usarás? —su madre amaba la fiesta de cortejo, si bien era una tradición algo vieja para conseguir pareja, el evento era lindo, divertido incluso. Y había comida deliciosa. 

—No creo que pueda ir mamá, tengo cita con Seokjin y es casi por las mismas fechas.

—¿Algo nuevo cariño? —su madre quito la sonrisa con la que había llegado.

—No aún, Seokjin dice que el tratamiento esta siendo efectivo pero es demasiado lento. —comenzó pero se detuvo cuando los ojos de su madre se aguaron con lágrimas. —Mamá, esta bien, estoy bien. Sabes que esto no es una sentencia.

—No mereces esto.

—Nadie lo merece mamá, nadie pero fui yo no hay nada que hacer.

*

*

Su madre se quedó para cenar, cuando se fue Yoongi no dejaba la imagen de su ser de quince años presentándose. El dolor que sintió, los gritos, sus lágrimas. La preocupación de su familia, de sus amigos. No era normal para una presentación. Sin contar que había sido un año antes de lo que debería.

Sus ojos grises profundo en el reflejo del espejo al día siguiente.

Omega.

No que le sorprendiera. 

Pero ni siquiera eso lo preparo, su primer celo.

Era solo imposible borrarlo, la parte que estuvo consiente al menos. 

Doloroso se quedaba corto, había pasado unos días con gripe, para despertar una madrugada retorciéndose en fiebre, el calor dentro de su cuerpo como si algo estuviera en pleno punto de ebullición. Sentía que moriría, su lobo...su lobo era como si le rasgara las entrañas, gruñendo. Yoongi no dejaba salir el nombre, su lobo aullaba dentro.

Tuvo que gritar. 

Su madre entro, su padre llamo al padre de Seokjin, él solo seguía en agonía no importándole que lo vieran llorar. El padre de Seokjin había llegado quince minutos después de que fue llamado, desde que lo vio, ahí en su cama, indefenso supo que debía darle algo fuerte. Un supresor fue dejado en el cuarto junto con un vaso con agua.

Grito tras grito Yoongi se fue quedando sin voz, demasiado encorvado en su cama, como si moverse le costara la vida. Su madre le ayudo con la pastilla, tomarla le quemo la garganta y sintió al segundo como el dolor bajaba. Sollozo por horas de cualquier forma.

En el regazo de su madre se quedo dormido y es lo último que recuerda de su celo. Porque después solo supo que despertó en un hospital dos días más tardes.

Su madre diciéndole las cosas que su memoria no recordaba.

Se sintió tan avergonzado, tan inútil. 

Tan patético. 

Se mordió la lengua cuando escucho que había llamado el nombre de cierto chico mientras sollozaba. 

Como si eso le hubiera funcionado.

—Intentamos contactarlo pero él...

—No. —su voz a penas y salió. —No quiero. ¿Cuándo puedo irme?

—El doctor quiere hacerte unos exámenes. Tuviste que tomar un supresor.

—¿No es normal eso?

—Yoon, fue tu primer celo y no fue un supresor normal. —su madre intento explicarle lo mejor que pudo.

Pero todo lo que Yoongi entendió fue que estaba jodido, para toda la vida probablemente. 

Los efectos secundarios, el daño en su sistema, en su jerarquía. Yoongi recuerda perfectamente las nauseas y el vomito que vino después de ello. El sabor agrio aún presente en sus papilas. 

Le había afectado más de lo que imagino los primeros meses, el primer año, después solo tuvo que hacerse a la idea. No era fácil, no le gustaba. Pensaba demasiado en todo, la ansiedad crecía en su interior. Los ataques de pánico incluso le hicieron pasar un momento horrible. Con los años termino por aprender a vivir con esa carga, Seokjin pasando a tomar su caso cuando ejerció como médico.

Seokjin le aseguro que haría todo lo posible, Yoongi le creyó.

Tiempo después Jungkook hizo su aparición y las pequeñas cosas en su vida empezaron a tomar sentido de nuevo, volvió a sonreír bonito y dejo las fachadas de estar bien todo el tiempo para luego sufrir en la soledad de su departamento. Dejando su futuro en manos de la Luna. Porque, bueno, ¿a quién más podría acudir?

*

*

*

Hola, Cherry aquí dejandoles otro capítulo que ojala les guste.

Muchas gracias por su apoyo, sus comentarios. En serio gracias. Me encanta leer todo lo que escriben y contestar en medida de lo que puedo haha.

Aquí tenemos un poquito de información de Yoongi.

Así que no duden en dejarme sus comentarios y teorías.

Nos leemos pronto.

-Cherry.

Fightin.