Reúno a mis padres, mi hermana, mi novio Alejandro, mis amigas (Davinia, Gabriela y Silvia) y Guillermo; Todos están impacientes por saber que les tengo que decir y les dije que hasta el postre no iba a decir nada.
-Bueno, ¿que nos tienes que decir?-pregunta mi padre al ver que todos se han terminado la tarta de chocolate.
-Pues que me voy a Brasil.
-¿Cómo?-preguntan todos los presentes al unísono.
-Me ha salido la oportunidad de trabajar como fotógrafa en el mundial de fútbol. -les explico.
Miro las expresiones de cada uno, y son alegres, me abrazan y me felicitan pero veo en Alejandro que muy bien no le ha sentado.
Una vez que todos se van, menos Alejandro que quiero hablar con él.
-Cariño, ¿que piensas que me vaya un mes? -le pregunto.
-Sinceramente no me hace mucha gracia, pero se que es la oportunidad de tu vida y tendré que aguantarme... -me dice molesto.
-Sólo sera un mes...
-Bueno es tu vida -dijo fríamente-.
-Pues si es mi vida, y me voy a Brasil porque quiero y me hace mucha ilusión. -le contesto enfadada y medio gritando.
-Vale, yo me voy que es tarde. -y se va enfadado y dando un portazo a la puerta.
Me enfado con Alejandro y me planteo porque sigo siendo su novia, las cosas no están bien desde hace mucho tiempo, pero ninguno de los dos es capaz de dejarlo, además quizás no es amor pero si sigo sintiendo mucho cariño por los buenos momentos vividos juntos.
Me voy dormir, al otro día, quedo con mis amigas, nos vamos de compras para el viaje y luego comemos juntas.
-Sandra, que envidia me das -me dice Gabriela.
-Yo aún no me puedo creer que me vaya a ir un mes, esta es la oportunidad que siempre he deseado.
-Y encima trabajar rodeada de futbolistas guapos -dice Davinia y nos reímos todas.
-Tengo novio Davinia.
-Tu relación esta muerta -comenta Silvia.
-Aún no comprendemos porque no has dejado a Ale.
-Chicas es complicado. -suspiro.
-Bueno si tu lo dices... -dicen las 3 a la vez.
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Por fin es el día, me despierto muy pronto, desayuno lo que puedo y me meto en la ducha, al salir me lavo los dientes, me pongo un vestido hasta la rodilla de tirantes amarillo, y me hago una trenza, me maquillo un poco y me pongo unas sandalias blancas.
Cojo un taxi que me lleva al aeropuerto, facturo y voy al lugar donde se espera para coger los vuelos.
Allí están a los que van a ser mis compañeros y también la jefa.
-Hola, soy Sandra, la nueva.-digo presentandome.
-Hola, soy Mateo -me dice un chico de unos 28 años, atractivo, (alto moreno y ojos verdes), y parece simpático.
-Hola, soy Marina -se me presenta una chica de unos años más mayor que yo, bien vestida y muy amable.
-Soy Fernando, pero llámame Fer-me dice un chico de mi edad, es mono, pero no mi tipo (y parece gay) y muy simpático.
-Hola, soy Ariadna, la jefa, encantada Sandra. -una mujer muy bien vestida, y tenía pinta de jefa exigente pero buena.
Ariadna nos dice que una vez en Brasil nos comunicarán que selección nos han asignado, y tendremos que viajar a otra ciudad.
Nos llaman para entrar al avión, y me toca sentarme con Fer y Marina, no les conozco pero se que nos haremos grandes amigos.
Durante el largo vuelo hablamos de todo, nos conocemos y contamos nuestros planes: Fer quiere a buscar un brasileño guapo con quien divertirse en sus ratos libres (he acertado, es gay) y Marina quiere hacer turismo y como esta soltera no le importaría tener una aventura con alguien, yo como ya tengo novio en España mejor no pensar en otros chicos.
Llegamos al aeropuerto de Río de Janeiro sobre las 9 de la noche, hora brasileña, donde nos espera un bus que nos lleva al hotel.
Nos asignan unas habitaciones, al ser provisionales nos ponen de dos en dos, yo con Marina y Fer con Mateo.
Cada una elige una cama, y yo me tiro sobre la mía, estoy cansada del viaje.
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Aquí dejó un nuevo capítulo, como dije iré subiendo rápido, no se si cada día o dos, pero subiré rápido, un beso!
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La fotógrafa y el futbolista.
Fiksi PenggemarSandra, una joven fotógrafa de 23 años, le surge el trabajo de su vida: fotografiar los partidos de la selección alemana en el mundial de Brasil. Allí conocerá a Toni Kroos, un futbolista alemán, que en pocos días entrará en su vida para quedarse.