Shuhua insistía que Soojin no era heterosexual, pues su radar gay sonaba cada vez que la veía. Yuqi intentaba convencerla de que estaba equivocada, pero su instinto también le estaba diciendo algo sobre la sexualidad de otra chica. ¿El gaydar existí...
Eran las siete de la mañana cuando sintió que tocaban a su puerta, el sonido claramente la había despertado, pero Miyeon se compadeció de ella y fue a ver de quien se trataba en su lugar. ¿Quién golpeaba tan temprano un fin de semana? Soojin no podía pensar con claridad ya que estaba media despierta y media dormida, más dormida que despierta. Pero justo cuando se estaba volviendo a dormir, Miyeon frustró su sueño.
—¿Soojin? —Dijo cautelosamente, casi sonaba tímida. Cuando la aludida se obligó a abrir los ojos de nuevo, prosiguió. —Es Shuhua.
Soojin solía ser de esas personas que al despertar mal gastaban unos cuantos minutos en la cama, si no estaba mínimamente unos quince minutos recostada haciendo nada, no se despertaba realmente y después pasaba las primeras horas del día como un auténtico zombie o malhumorada. Pero esta vez fue una excepción, ya que solo bastaron de dos palabras para que el sueño se le fuera y se levantara de la cama como si le hubieran tirado un balde de agua fría.
"Es Shuhua".
No pudo evitar preocuparse.
Habían llegado a eso de las cuatro o cinco de la madrugada, no se había fijado realmente. Pero la pelinegra estuvo de buen humor y se la vio tan relajada como siempre, incluso se atrevió a coquetearle e hizo varios comentarios descarados sobre lo cómoda que se sentía en los brazos de Soojin.
Pero Shuhua ya no tenía esa resplandeciente sonrisa, tampoco estaba esa expresión de seguridad y autosuficiencia. Se veía vulnerable y preocupada.
—¿Qué sucede? —Preguntó, saltándose la parte innecesaria del saludo.
—Lo siento, unnie. No podía dormir y yo... —Mordió la esquina de su labio inferior mientras bajaba un poco la cabeza. Ya no lucía tan preocupada como antes, su lenguaje corporal gritaba "culpa" nada más. —Hice algo muy tonto.
—¿Es sobre Yuqi? —Shuhua asintió, pero permaneció en silencio. Eso fue más que suficiente para entender que la menor no quería hablar. —¿Quieres quedarte dormir aquí?
Shuhua levantó la mirada de golpe encontrándose nuevamente con la de Soojin. ¿Había oído bien? Por la expresión seria de la mayor no parecía estar bromeando en lo absoluto.
—¿Vamos a dormir juntas? —No pudo evitar ilusionarse. Las habitaciones de la universidad tenían lo justo y necesario, no es como si tuviese espacio como para invitar a alguien a dormir.
—Si, tenemos un sillón en la sala de estar pero es muy pequeño. ¿Te molesta?
Shuhua negó, la sonrisa había vuelto a su rostro.
—¿Puedo aprovecharme de ti?
Soojin rió, más por alivio que por el comentario descarado de la menor. Su niña estaba de vuelta.
—Si preguntas y te doy mi consentimiento, no te estarías aprovechando de mi. —Se hizo a un lado de la puerta para que la menor pudiera ingresar al fin, lo cual hizo sin un rastro de timidez.
—La idea es que me des tu consentimiento, señorita "creo que me atraes".
—Ya. —Puso los ojos en blanco, pero estaba sonriendo. —Baja la voz, Miyeon está durmiendo.
Antes de que Shuhua pudiera acotar algo llegaron al dormitorio. Efectivamente, Miyeon estaba durmiendo en su cama. Y la cama de Soojin estaba a solo cinco pasos de distancia.
Soojin se recostó y se hizo a un lado, su espalda casi tocaba la pared pero el espacio que le dejaba a Shuhua seguía viéndose pequeño.
La pelinegra se descalzó y de recostó junto a la rubia, abrazándose a la cintura de la mayor. Incluso tuvo el atrevimiento de apoyar su cabeza en su pecho.
Soojin la miró divertida, alzando una ceja.
—¿Qué? —Dijo la pelinegra simulando inocencia. —Tu cama es muy pequeña.
—Ya duermete.
Shuhua cerró sus ojos, una gran sonrisa delataba lo satisfecha que se sentía consigo misma. Soojin no pudo evitar enternecerse, aún sabiendo que las intenciones de la menor eran tan inocentes y platónicas como parecieron en un principio.
No se resistió al momento de besar su frente, como tampoco lo hizo al momento de corresponderle el abrazo.
No era la primera vez que Soojin dormía con una chica, pero sí era la primera vez que lo hacía acurrucada a ella.
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Perdón por un capítulo tan corto, es que me gustó como quedó y sentí que no era necesario agregarle más. Ya el próximo va a ser tanextenso como de costumbre.
Quizás a continuación le de un mejor desarrollo a Miyeon y Minnie, aunque eso depende de sí ustedes lo ven necesario o no.
