capítulo veintinueve.

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Sabía que estaba parada en un mal lugar, las personas que tenían prisa la chocaban al entrar o al salir de la cafetería, pero Yuqi no tenía intenciones de moverse. Allí, justo al lado de la puerta, se sentía a salvo. Nadie la estaba mirando, estaba pasando desapercibida mejor de lo que había esperado.

No llevaba más de cinco minutos allí, al principio miraba ansiosa a Soyeon. La chica quiso trabajar una hora extra para compensar a su compañera que la había cubierto la noche anterior, Yuqi sin saberlo fue a buscarla a la misma hora de siempre.

Pero ahora sus ojos miraban a Miyeon.

Era extraño, pero desde que la había visto no podía apartar la vista. Lo hacía, no quería que la castaña se sintiera observada, pero a los pocos segundos se encontraba mirándola de nuevo.

Parecía mentira, pero esa era la primera vez que entendía cuán hermosa era Miyeon en realidad.

Se había acostumbrado tanto a Shuhua que había perdido la emoción sobre la belleza física. Su mejor amiga parecía perfectamente diseñada, incluso con su aspecto tan natural, era ese tipo de persona a la que muy pocos podían no considerarla atractiva, la gran mayoría estaría de acuerdo en que era bellísima y que carecía de imperfecciones.

Yuqi nunca se sintió atraída por Shuhua ni nada parecido, pero siempre consideró a la pelinegra como la chica más preciosa que conocía. Y aunque jamás lo dijo en voz alta, nunca creyó encontrar a alguien que pudiera hacerle competencia. Pero ahí estaba, bebiendo un latte mientras hablaba con Soojin.

Era expresiva, a Yuqi le había dado la errónea impresión de que era muy tranquila, que era la clase de chica que siempre hablaba en voz baja y que sin intentarlo mantenía la postura. Pero al parecer se había equivocado, porque justo en ese momento no se estaba privando de nada. E incluso siendo ruidosa y haciendo gestos algo exagerados parecía no perder la gracia, Yuqi pensó que tranquilamente se la podía confundir con una princesa.

Miyeon recogio su cabello y pudo notar que tenía un brazalete con la bandera multicolor. Eso le incomodó más de lo que debía. ¿Siempre la había llevado y ella recién lo notaba, o daba la casualidad que la llevaba ese día? Como fuera, hizo cosas en Yuqi.

Recordó cuánto lloró en la noche después de haber tenido sexo con Soyeon, recordó que aún no salía en el clóset y que se mostraba como realmente era cuando estaba en la privacidad de cuatro paredes, o cuando iba al club a ver a las drag queens. ¿Había sido Miyeon así alguna vez? Una pregunta hipotética que no valía la pena hacerse, porque Miyeon ahora era orgullosa, Miyeon se mostraba y podía darle a Soyeon todo lo que ella no.

Yuqi decidió que no quería estar más allí, así que abandonó la cafetería para volver a su habitación.

En el camino le escribió un texto a Soyeon.

Yuqi-ah 🦒

Lo siento, no puedo hacerlo.

Decidas lo que decidas, quiero que sepas que de verdad me gusta.

Me ayudaste a descubrir quién soy, pero aún estoy averiguando qué hacer con eso.

Detuvo su paso en el medio del pasillo, la mayoría de los alumnos ya estaban en sus respectivas habitaciones y otra parte importante estaba dividida entre la cafetería y la biblioteca, pero nadie a demás de ella estaba allí.

Gaydar.    ˚₊· ͟͟͞͞➳ Shujin, Soqi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora