capítulo trece.

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Diez días habían transcurrido de la primer mañana en la que Shuhua se quedó en su habitación y durmió en la misma cama que Soojin. Lo único que Miyeon sabía era que la pelinegra tuvo un conflicto con su mejor amiga y por eso la estaba evitando.

Quería preguntar al respecto, pero sentía que no le correspondía. Aunque en cierta forma Shuhua estaba invadiendo su espacio, ya que cada vez estaba más instalada en la habitación que compartía con Soojin que en la propia. Al principio solo iba en las noches para dormir con la rubia, pero en los últimos días iba cada vez que Soojin estaba allí.

A Miyeon no le molestaba en realidad, le incomodaba un poco su presencia porque había cosas que quería hablar con Soojin pero no se sentía en confianza con la menor como para hablar delante suyo. Eso y que sentía una sincera preocupación, si había peleado con su mejor (y aparentemente única) amiga al punto de evitarla de tal manera, debía tratarse de algo realmente malo.

Los pensamientos que invocó voluntariamente se dispersaron cuando las puertas del ascensor se abrieron de par en par, dejándola en el piso que había solicitado.

Salió rápidamente ya que habían otras personas esperando a marcar el piso al que querían ir, pero se permitió caminar innecesariamente lento hasta la puerta.

Considerando que solo quedaba a unos doce pasos de distancia, no pudo tardar en llegar por más que quisiera.

Dio dos golpes y antes de que pudiera respirar profundo para aligerar sus nervios, una joven de cabello mixto la recibió.

—Te queda bien. —Dijo la castaña. La última vez que había dado con la tailandesa conservaba su cabello oscuro, así que no pudo dejar pasar por destellos rubios que tenía ahora.

—Gracias, unnie.

Auch. El cabello de Minnie no era lo único que había cambiado, sino que su trato también.

—¿Está Soyeon?

Minnie iba a negar, Miyeon pudo presentirlo por la forma en la bloqueaba la entrada del departamento. Pero la risa inconfundible de la menor se hizo oír, arruinando los planes de la extranjera.

—Ella no quiere verte, unnie. Esta bien, conoció a alguien.

—No es cierto. —Dijo media molesta. A penas había pasado un mes de su ruptura, Soyeon se había mostrado demasiado devastada como para superarlo tan rápido.

—Lo es, Miyeon. Ya lárgate. —La menor había tratado de sonar aburrida y despreocupada, pero su tono salió más molesto que otra cosa.

—Estás siendo injusta, Minnie. —Se cruzó de brazos, sintiéndose igual de molesta. —Tengo derecho a hablar con ella, esté con alguien o no.

La aludida respiró con resignación, sabía que la mayor tenía razón pero la voz en su cabeza diciéndole que debía impedir que se acercara a su amiga era aún más fuerte. No importaba si sabía que estaba siendo irracional, no podía ignorarla.

—De verdad no me crees. ¿No? —La chica se hizo a un lado, aún bloqueando la puerta, pero lo suficiente para dejar la sala de estar a la vista.

Allí, como ya se había hecho costumbre, Soyeon miraba algo de televisión mientras tenía en brazos a una chica a penas más joven que ella.

Miyeon se sintió mal por un momento, hasta que identificó quién acompañaba a su ex.

—Dile que pase, que tengo intenciones de hablar con ella.

Resignada, siendo muy consciente de que Minnie jamás le diría algo a Soyeon, caminó el ascensor.

Justo cuando iba a meterse a este una mano sostuvo su muñeca, obligándola a detenerse.

Gaydar.    ˚₊· ͟͟͞͞➳ Shujin, Soqi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora