Gaydar. ˚₊· ͟͟͞͞➳ Shujin, Soqi.

capítulo veintisiete.

Shuhua salió del clóset cuando tenía quince años, pero se vio envuelta en comentarios homofóbicos por primera vez cuando tenía trece años.

Siendo de niña muy marginada por sus compañeros por algo tan tonto como haber crecido con una madre soltera siendo extranjeras, ella hubiera esperado que las primeras personas en agredirla fueran sus compañeros de clase o alguien de la misma institución.

Pero no, fue peor. Tristemente se trató de alguien cercano, alguien con quien compartía apellido incluso.

Fue en el verano del 2013, como todos los años había vuelto a Taiwán ni bien empezaron sus vacaciones para transcurrirla con su padre, ya que el hombre por cuestiones laborales no podía ir a Corea y su madre confiaba lo suficiente en su ex marido como para estar tranquila aún teniendo a su hija a dos horas de distancia.

A Shuhua le gustaba ir a Taiwán, le gustaba pasar tiempo con su padre, hablar en su propio idioma y visitar a sus parientes. Pero sobretodo, le gustaba Nung.

Nung era una niña adorable de su misma edad, la chica era delgada pero tenía unas mejillas increíblemente grandes que la hacían ver más adorable que cualquier otra niña. Eran del mismo vecindario, habían ido juntas al Kinder y pese a la distancia habían mantenido su amistad, después de todo, Shuhua pasaba casi tres meses al año con ella.

Para ese entonces Shuhua no estaba segura de lo que estaba sintiendo, no entendía por qué su corazón se aceleraba tanto cuando estaba con ella, por qué ansiaba tanto verla y por qué incluso aquella chica era su primer pensamiento cuando tomaba su vuelo a Taiwán. Tampoco entendía por qué la extrañaba tanto cuando volvía a Corea, ni por qué se sentía así solo con ella y no con el resto de sus amigas. Lo había hablado con su madre, pero la mujer solo supo decirle que todo eso que sentía era normal y estaba bien. ¿Cómo se suponía que eso iba a ayudarla a entender su corazón?

Eso sí, Shuhua estuvo más tranquila, aunque seguía sin entenderse a sí misma y esos sentimientos que tenía.

Ese día, Shuhua fue a buscar a Nung después de haber desayunado con su padre. Los desayunos con él siempre eran cerca del mediodía y no era nada sano y nutritivo, su padre era muy permisivo porque sabía que el resto del año su ex se aseguraba de que su hija cumpliera una dieta estricta y rica en vegetales. Para cuando acababa de comer lo que era en su mayoría dulces, Shuhua sabía que era temprano pero lo suficientemente tarde para encontrar a su amiga.

Golpeó la puerta de Nung con entusiasmo y antes del tercer golpe, la chica la atendió con el mismo entusiasmo.

-¡Shuhua! -La chica saltó prácticamente a sus brazos y la pelinegra no dudó en corresponderle. -¿Quieres entrar o prefieres ir al parque?

-¡Al parque, al parque! -Se separó de su amiga solo para tomar su mano.

-¡Mamá, iré al parque con Shuhua! -Gritó aún estando en la puerta, cuando escuchó a su madre decirle que no volvieran demasiado tarde, Nung cerró la puerta y prendió camino con su amiga.

El parque al que las chicas se referían era un parque público cerca del vecindario, estaba lleno de juegos pero también era un terreno grande que se caracterizaba por sus espacios libres que solo tenían césped y algunos árboles. A Shuhua le encantaba hacer carreras allí, a veces si tenían suerte otras de sus amigas también estaban allí y podían jugar a algo sin necesidad de ir a los juegos.