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Jimin estaba vestido de negro, un atuendo elegante de alguna forma, y bastante agradable a la vista de cualquier ser humano. Eso debido a que la ropa que llevaba puesta, definía su cuerpo bastante bien. Aunque, ahora que Jungkook lo había visto semidesnudo, tenía el claro pensamiento de que ningún tipo de camisa, shorts o pantalones le harían justicia del todo.

El rubio estaba, sin duda alguna, para el completo deleite del ojo humano.

Jeon observó cómo su acompañante, apenas entregaron sus boletos, salió disparado hacia los adentros del gran parque de diversiones. No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa al verlo saltar y correr hacia los distintos juegos que habían allí.

Los encargados de las diferentes recreaciones, estaban al borde de colapso. Muy probablemente porque estaba haciendo que trabajaran incluso más horas de las 15 diarias que ya tenían asignadas.

Pero estaba pagando por ello. Trabajo es trabajo.

Además, Jimin sonreía. Eso era algo bueno.

- ¡Jungkook ven! ¡Hay que entrar en este de aquí!- gritó, más que emocionado.

La cosa empeoró cuando los primeros personajes de Disney se hicieron presentes. El rubio había enloquecido.

- No lo puedo creer...Mickey....- soltó a punto de desmayarse- He esperado tanto tiempo para este momento...

El hombre detrás de aquel muñeco-rata, hablaba exactamente como el personaje e incluso movía las manos hacia Jimin con dulzura. Park sonrió y se aferró al cuello de Mickey. Besó su hocico varias veces mientras le pedía a gritos a Jungkook que tomara una fotografía de ellos juntos.

Jeon tomó su cámara y presionó el botón más de una vez, guardando cada una de las tomas que hacia de él. Una vez terminó, Jimin regresó contento a su lado, mientras se despedía del alegre Mickey, quien dio paso al show que habían preparado él y los muñecos del diablo para ambos.

Había pagado para eso también.

- ¿Acabas de abusar de ese muñeco o solo soy yo?- preguntó siendo halado con fuerza por la mano de Jimin.

- ¡CLARO QUE NO! ¡TE GRITARÍA POR DECIR ESTUPIDECES, PERO NO TENGO TIEMPO PARA ESO!- soltó aproximándose a saltos y chillidos hacia el gran castillo de cuentos de hadas.

El castaño no sería fan de ese tipo de cosas, pero sabía admitir cuándo las cosas eran realmente impresionantes. Aquel palacio de princesas y caballeros era sin duda una maravilla.

- ¡JUNGKOOK, VAN A BAILAR! ¡POR LA JODIDA MIERDA, KOOK! ¡VAN A CANTAR PARA MI!- gritó emocionadísimo.

Sacudió a Jeon lo más que pudo al ver que el espectáculo comenzaba. El castillo empezó a brillar y la música resonó, tal vez, en todo Tokio. Cantaron mil y un canciones que Jimin no dudó en seguir. Quería oírlo cantar, mas el ruido intenso de los parlantes de aquel lugar, no se lo permitía. Park empezó a bailar cuando apareció a quien reconoció como la princesa pez.

No tenía idea de su nombre.

El rubio estaba tan feliz que no dudó en ningún segundo en jalar a Jungkook de las manos y comenzar a bailar con él. Un cangrejo entonaba "Bajo del mar"~.

Eso sí lo sabía.

Le tendió la cámara a un castor o ardilla, no podría decirlo con exactitud y le pidió que grabase el show. El castor-ardilla hizo caso de inmediato.

Por otro lado, Park no dejaba de sonreír y carcajear alegremente durante el transcurso de aquella llamativa presentación. Le pareció que su rostro estaba húmedo, aunque por la cantidad de distintas luces que habían, no podía distinguir si era real o si simplemente era un efecto de la iluminación.

Ma Sweet Boy- #KOOKMIN- #M-PREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora