Ma Sweet Boy- #KOOKMIN- #M-PREG

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- ¡Jungkook ya basta!- bufó intentando alcanzarlo.

El castaño negó mientras presionaba los botones precisos para ganar la partida que estaba jugando.

- ¡El doctor dijo que te pongas esta maldita cosa en la piel cada tres horas! ¡No seas irresponsable y ven acá!- soltó quitándole el mando del Play Play Station 5 que Jungkook tenía en manos.

- ¡Oye!- se quejó de vuelta- ¡Devuélveme eso!

Jimin negó y lanzó el control muy lejos de donde se encontraban. Un golpe seco se oyó.

Quién sabe dónde estaría el pobre aparato.

- Lo rompiste.

- No lo sabes. No has visto si está roto o no.

- A juzgar por el sonido de un objeto claramente rompiéndose, sí, Jimin, sí puedo afirmarlo- dijo dando zancadas hacia él.

Jimin tragó grueso conforme el semidesnudo hombre se acercaba; invadiendo, como siempre hacía, su espacio personal.

Habían pasado apenas cuatro días desde su regreso a Corea, y la piel de Jungkook, increíblemente, había mejorado mucho. Eso no significaba que no le siguiera ardiendo o que ya no estuviera rojiza ni cosas así; al contrario, todavía se encontraba muy mal, pero no tanto como había esperado.

Es decir, al menos la piel quemada ya estaba "pelándose", término que usó el anciano dermatólogo que vino a verlo.

Jeon, por otro lado, seguía siendo un jodido imbécil cascarrabias mandón y testarudo que le tenía pánico a la pomada que probablemente salvaría su piel de una muerte segura.

- Vamos, enano- soltó agarrándole una mejilla. Jimin se sonrojó- La piel se regenera, no tengo necesidad de usar esa cosa.

- Jungkook, solo déjame ponerte un poco- frunció el ceño.

El castaño le regaló una sonrisa.

- ¿Quieres aplicarlo tú?- enarcó una ceja, acorralando al rubio entre la pared y su definido pecho.

- Eso no fue lo que quise decir.

- Mentiroso~.

- No empieces- bufó.

- Quieres tocarme~.

- Tú siempre tan brillante~- sonrió de lado.

Jungkook también.

- Solo debes decir que es cierto~.

- ¿Por qué cree algo así, Señor Jeon?- preguntó todavía muy sonriente- ¿Los cables de su pequeño cerebro dejaron de funcionar otra vez o qué sucede?- dijo pasando la lengua por sus labios.

Jeon no se perdió ni un segundo de aquel tentador movimiento.

- Repites lo mismo una y otra vez, "Jungkook tu pomada" "Jungkook el ungüento" "Déjame ponértelo" Ya admítelo, mocoso~. Me deseas tanto que quieres tocarme por todos lados~- subió y bajó las cejas en un movimiento que pudo haber resultado con facilidad en una acción verdaderamente sexy.

A Jimin le causó gracia.

- No te tomas nada en serio, ¿verdad?

- Solo digo lo que es obvio.

- Considera que me estoy ofreciendo a ayudarte~. Hace dos días lo huntaste mal y el señor Kyung te regañó por ello. Solo digo~- rió empujándolo justo en sus pectorales.

El castaño ahogó un quejido de dolor apenas sintió el contacto de las palmas de Jimin contra su pecho.

- Mierda....- bufó por lo bajo.