Ma Sweet Boy- #KOOKMIN- #M-PREG

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Jungkook llegó al cuarto de baño, vestido con un par de shorts y una camisa blanca.

- Te dije un minuto.

- Me demoro un minuto en quitarme la corbata, niño.

- Podrías haber hecho un esfuerzo- bufó.

- Como sea, ya estoy vestido- respondió caminando hasta llegar a él- ¿Qué quieres que haga?

- Necesito tu ayuda. Jae se va a escaldar si no hacemos esto rápido- sonrió.

Tomó sus manos y luego las guió hacia las piernas del bebé.

- No creo que pueda hacerlo.

- Vamos, no es difícil. Solo debes sostenerlo.

- Me está mirando, no quiero.

- ¡Jungkook, te estoy hablando en serio!- bufó- ¡Solo toma sus piernas y levántalas! ¡No es nada del otro mundo!- soltó obligándolo a poner sus manos en la delicada piel del nene.

El castaño reprimió una arcada ante el fétido olor colándose por su nariz.

Apestaba.

- ¿Qué comes, eh?- le reprochó al pequeño, quien no hacía más que mordisquear uno de sus dedos.

El muy cerdo se atrevió a sonreírle.

- Se está burlando de mi.

- Tiene 11 meses, Jungkook- bufó el menor.

- Y ya es un irrespetuoso. A mi no me sonríes así, mocosito- le dijo con voz severa.

El bebé soltó una risita.

- Definitivamente se está burlando de mi. No puedo ignorar lo que está haciendo, yo....

- CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ Y HAZ LO QUE TE ESTOY PIDIENDO- gruñó tan severo como pudo.

Consiguió tan solo un minuto de silencio.

Jungkook no quería quedarse callado.

- Con cuidado- le advirtió al rubio, quien limpiaba con esmero el trasero del bebé- No vayas a salpicarme.

- Voy a lanzarte el pañal en la jodida cara si no dejas de quejarte- gruñó, ya harto de su actitud.

Y es que apenas habían pasado diez minutos y ya no lo toleraba.

- No me estoy quejando.

- Pareces Sid en la "Era del Hielo". Estoy a nada de abofetearte para ver si Jae se ríe. Con gusto lo haría- soltó entre dientes.

Lanzó el pañal a la basura que se encontraba al lado suyo. Había organizado el baño principal tan rápido como pudo de forma que pudiera estar más accesible para la presencia de un bebé en el lugar.

Terminó de limpiar muy bien las posaderas de su sobrino y botó los pañitos húmedos ya sucios en el tacho.

- Pásame el talco- le indicó al castaño.

- ¿Qué talco? No creo que el de pies sea adecuado.

Jimin maldijo en voz baja e hizo que Jungkook dejara caer, despacio, las piernitas del semidesnudo bebé.

- El puto talco que está en la mochila, imbécil- gruñó.

- Qué amable eres- protestó buscando el dichoso objeto en la gigantesca bolsa de dinosaurios y arcoiris- Aquí tienes.

El rubio lo tomó y como todo un experto puso un poco en sus manos y luego en toda la zona íntima y traserito del pequeño. Una vez terminó, le besó la pancita y le pidió a Jungkook uno de los tantos pañales que había en el morral. Luego se lo colocó sin problema alguno.