Kyuhyun
Al estar Sungmin y Seungah viviendo, aunque temporalmente, con Kyung, pensó que tendría una mejor oportunidad de observarlos, especialmente a Seungah. Desafortunadamente, durante el desayuno a la mañana siguiente, Sungmin había preguntado por su trabajo. No era que no le gustara hablar de su trabajo, no le importaba mucho hablar, pero Hyungsik estaba en medio de su propia larga respuesta.
–Y así Kyuhyun toma el control de...
Su teléfono sonó con un mensaje de Hyeyeon, lo que hizo que en sus labios apareciera una rara y verdadera sonrisa. Una sonrisa que Hyungsik confundió con aprobación y continuó con su charla.
Kyuhyun escribió una breve respuesta.
En lo de Kyung. Desayuno con ellos Seungah y Sungmin.
La respuesta de Hyeyeon fue rápida.
¿Es ese que tiene los ojos bonitos?
Los labios de Kyuhyun se curvaron, evitando por poco el ceño fruncido. Sus ojos se movieron desde el teléfono para encontrar los de Sungmin firmemente fijos en él. Incluso desde aquí, podía ver las motas doradas. Pero ¿cuándo se lo había mencionado a Hyeyeon?
Sí.
Se desplazó a través de sus mensajes. ¿Fue en un texto o en un comentario imprevisto que no había notado?
–Ah, ahí.
—¿Ahí? ¿Ahí qué Kyuhyun? Ven, debo saberlo, —dijo Hyungsik, completamente distraído de su monólogo sobre todas las cosas relacionadas con Kyuhyun y Cho Visions.
Sungmin se pasó una mano por la boca, atrayendo su atención. No se habría sorprendido ni un poco si el hombre estuviera ocultado su propia sonrisa. No es que estuviera regalando nada, aprovechando el momento para estirar el cuello y actuar con interés junto con Hyungsik.
–Estoy enviándole un mensaje de texto a Hyeyeon, —dijo, esperando que la respuesta simple disminuyera el interés de Hyungsik.
–Oh, simplemente amo a Hyeyeon, —exclamó Hyungsik mientras colocaba su mano en su corazón —¿Has conocido a Hyeyeon?
No he tenido el placer, —respondió Sungmin. Un movimiento diseñado, de eso estaba seguro, para enviar a Hyungsik a una mayor teatralidad.
–Hyeyeon es la hermana pequeña de Kyuhyun. Ella es simplemente lo mejor para él y él la adora.
Kyuhyun se enfocó en su teléfono, continuando su conversación con su hermana, que afortunadamente había cambiado a sus quejas sobre su madre. —Creo que adorar es...
Hyungsik lo cortó —¿Por qué no está ella aquí? Kyu, querido, debería estar aquí con nosotros. Anhelo verla una vez más.
Esta vez estaba seguro de que Sungmin apartó una sonrisa de su rostro. Sintió que sus propias mandíbulas se apretaban con molestia —Está en el sur de Francia con nuestra madre.
–Oh, el sur de Francia es simplemente maravilloso en esta época del año. ¿Alguna vez has estado ahí? —La pregunta fue dirigida a Sungmin, quien respondió que no. Hyungsik le informó que simplemente debía visitarlo lo antes posible, mientras le decía a Kyuhyun que le mandara un mensaje de texto a Hyeyeon para que visitara una floristería específica, ya que tenían las mejores rosas —Hyeyeon adora las rosas tanto como yo, ya sabes.
Sungmin sonó un poco estrangulado —No lo sabía, —a lo que Kyuhyun agregó un bajo, "no importa". Dado que Hyungsik todavía estaba hablando, se perdió el intercambio, pero no la mirada divertida compartida que se intercambiaban entre los dos hombres.
—¿Qué? ¿Qué se han estado diciendo? —Hyungsik se pavoneó cerca de Kyuhyun, poniéndose físicamente entre los dos hombres.
Kyuhyun tosió —Parece que Hyeyeon está irritada con nuestra madre.
Hyungsik negligentemente agitó una mano —Los padres de Kyuhyun están divorciados. Un escándalo —La mandíbula de Kyuhyun se apretó. Hyungsik le dio unas palmaditas en el antebrazo —Pero nosotros no hablamos de eso.
–Los periódicos ya han hablado de eso lo suficiente, —dijo.
—¿Qué está haciendo tu querida madre para molestar a la pobre Hyeyeon? —Hyungsik se acercó, como si intentara leer las palabras que aparecían en la pantalla.
Intentó apagar su pantalla antes de que pudiera leer, pero Hyungsik fue demasiado rápido.
—¿Ella está insistiendo en que se vistan igual y se llamen hermanas? —Hyungsik se puso las manos en las caderas —Bueno, eso es simplemente demasiado —Miró a Sungmin —La madre de Kyuhyun es un encanto, pero ¿qué chica aprobaría vestirse como su madre?
—¿Qué edad tiene ella? —preguntó Sungmin.
Kyuhyun cortó cualquier comentario efusivo que Hyungsik pudiera tergiversar antes de llegar al punto y simplemente dijo —Ella tiene veintidós años.
Sungmin lo miró y Kyuhyun luchó contra las ganas de retorcerse o mirar hacia otro lado. Él no sería avergonzado por su familia delante de este hombre —Eso parece ser una brecha de edad bastante grande
Las palabras fueron dichas sin inflexión o cualquier cosa que sugiriera que Sungmin estaba censurando a su familia.
–Nos llevamos un poco menos de diez años de diferencia–dijo Kyuhyun con una inclinación de cabeza.
–Parece que tiene un hermano que se preocupa por ella, lo cual es bueno —Sungmin se inclinó y revolvió el cabello de Seungah, lo que provocó un chillido feliz de protesta por parte de ella, aunque sus ojos volvieron a Kyuhyun.
Miró a Sungmin, preguntándose si podría ahogarse en esos cálidos ojos. El silencio entre ellos se extendió, creciendo casi en voz alta, hasta que Hyungsik, al darse cuenta de que había demasiado en este silencio, lo rompió con otra serie de demandas para que le escribiera un mensaje a Hyeyeon.
Con un suspiro de irritación, le dijo a Hyungsik que le enviara un mensaje de texto a Hyeyeon antes de deslizar su teléfono en su bolsillo y desearle un buen día a la habitación y retirarse a su oficina, cerrando la puerta detrás de él.