12

17.8K 966 518
                                    

Mateo

Echo la cabeza hacia atrás mientras me muerdo el labio inferior, me la hizo buena eh.

Prendo la tele y me quejo cuando en todas las noticias anuncian de que la cuarentena se prolonga hasta el trece de abril.

El marginal un poroto comparado al encierro que estamos pasando todos por este virus del orto.

Recibo un mensaje, reí por lo que puso mi papá.

Viejo

Mateo, cuidado vos.
15;06

Cuidado con que?
15:07

Sabía a lo que se refería, pero prefería hacerme el boludo.

No te hagas el pelotudo, sabes que te hablo de Constanza
15:08

No la cagues, Mateo
15;09

Papá, ya somos personas maduras, tranquilo que sé lo que hago.
15;10

Bueno, quizá mentí un poco, pero solo un poco.

Ponele 🙄

Le clave el visto porque sino después se pone en denso y me termino enojando y para peor, de malhumor.

Fui hacia la cocina y me hice unas hamburguesas porque tenía alta lija, me quedé pensando en lo que venía pasando con Constanza, no había mucho para decir, supongo que el no ponerla por quince días me está haciendo perder la cabeza y por eso le quiero caer a mi ex.

O esa sería la explicación más lógica que se me ocurre hasta ahora.

—¡Constanzaaa! —grité y esta desde la habitación contestó en el mismo tono que yo.

— Queeee —gritó desde la habitación.

—¿Queres comer hamburguesas?

—¡A vos te quiero comer, morocho! —gritó haciendo que yo me ría, que atrevida.

Constanza

Siento que la puerta se abre, yo estaba acostada en la cama a espaldas de la puerta, sonreí para mis adentros.

No me dió tiempo ni a darme vuelta que este mismo lo hizo, me paré con el ceño fruncido para quedar frente a frente con el de rulos y sin más preámbulos este me tomó de la cara y unió sus labios con los míos.

No tarde para nada en corresponderle, nuestros labios se movían en pura sincronía y su lengua hacia contacto con la mía, haciendo que esto se vuelva cada vez más excitante y fogoso, más cuando esté le añadió un toque más lento y con mucha más lengua para luego bajar sus manos a mi culo y apretarlo, haciendo que yo sonría entre el beso.

Cuando esté paró para tomar un poco de aire yo lo miré pícara y lo acerqué más a mi, ya que se había alejado un poco.

Este sonrió y yo acerqué de nuevo mi cara hacia la suya para que mi boca muerda su labio inferior y tirar de él, este se quejó pero no se alejó, luego lo tomé de la cara para de nuevo unir mis labios con los suyos.

quarentine ; trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora