quarentine ; trueno

32

Mateo

—No boluda, te fuiste al choto —exclamó enojado mientras yo lo miraba sentada en el sillón, tranquila hasta que este se me puso enfrente de la tele para que le preste atención.

Rodee los ojos y respire profundo antes de darle una patada en los huevos.

—Yo solo la ubique en su palmera, nada más —respondí tranquila y eso parece que lo intranquilizó.

—Pero tampoco para que la espantes, pobrecita —acotó este y yo lo miré mal, se sentó en el sillón pero no al lado mío, sino un poco más alejado, bastante para mi gusto por lo que me acerqué.—Salí de acá Constanza, estoy enojado.

Rodee los ojos, Dios mío, no lo banco cuando esta enojado porque se comporta literalmente como un pelotudo.

—Mateo no te podes enojar porque la ubiqué a una boluda como Azul, aparte solo fueron un poco de celos, nunca me pasa.—este me miró de reojo comprobando si lo que estaba diciendo era real.

— Pero es mi ex boluda.—dijo restándole importancia.

—¡Por eso mismo! ¿Vos me estás jodiendo? Fue una piba con la que estuviste, obvio que me va a dar celos.

—Esta vez te fuiste al carajo boluda, averiguaste donde quedaba la casa para cagarla a trompadas, estás re loca, yo así no quiero una relación —me habló con sinceridad y yo hice puchero.—No estoy para boludeces.

Me llevé la mano en el pecho, ofendida.

—¿Estas diciéndome que todo lo que hice es una boludez?

—Y si amor, yo estoy con vos, no con ella —soltó — No me cabe que desconfíes de mi.—exclamó dolido.

Ay bebé.

No aflojes Constanza, tenes que ser fuerte.

— Vos tampoco sos un santo, cuando estaba con Paulo vos te ponías re celoso y nisiquiera éramos nada —este me miró a la cara — Así que cerra el orto.—añadí ahora yo también enojada mientras me cruzaba de brazos.

Mateo suspiró y se acercó a mi haciendo que nuestros cuerpos se junten.

Llevó su mano a mi muslo y comenzó a acariciarlo, haciendo que yo le pegue en la mano.

—¿Que te pasa? Te estaba haciendo mimitos.—preguntó.

—Ni te creas, ahora yo estoy enojada con vos.

—¿Por qué? Yo soy el que tendría que estar enojado, déjate de joder Coni.

Negué con la cabeza y lo dejé solo para que se haga un poco la cabeza por un rato.

[...]

—¿Que pasa? —preguntó mi mamá entrando a la cocina.

—¿Nada por? —esta rió.

— Me parece raro que estes en la cocina siendo que no sabes ni hacer una salsa.

Rodee los ojos.

—Estoy haciendo unos cupcakes mamá y se me da re bien la repostería para que sepas —mentira.

—Ah bueno...—dijo reteniendo la risa —¿Y Matute?

Dios, que horror ese apodo, me hace acordar a esa con nombre de color.

Por la bronca tire el boul que contenía la mezcla de mis cupcakes y eso hizo que mi mamá se sorprenda ante mi reacción, reprimí un grito.

— Mateo es un pelotudo, primero y principal —solté.

—Epa, ¿que paso? —preguntó cómo mi mamá interesada en el tema, era como esas vecinas chusmas que necesitaban saber los dramas de la vida ajena.

—Es un boludo, me retó porque averigüé donde vivía la ex para cagarla a trompadas —me asincere a lo que mi mamá abrió bien los ojos llevándose una mano en el pecho.

Creo que conté de mas.

—¡Constanza! Yo no te crié para que seas así...

—Ya se, pero hace una banda que le tengo bronca, no le vendría mal unas trompadas, le tira onda a mi novio.

—Hija no te tenia así tan celosa, la cuarentena te esta dejando media loca me parece —la miré mal a lo que esta rió.—Sos una tonta pero bueno, son adolescentes es obvio que se van a pelear por boludeces.

—¡Hey! Me ofendes —exprese y esta rió — Mateo es tonto.

—¿Que yo soy que? —preguntó esté entrando a la cocina y rodee los ojos.

—¿Alguien más quiere venir a la cocina? —rodee los ojos —Ándate de mi cocina Mateo.

Mi mamá rió y se fue a vaya a saber qué lado de la casa, dejándome con el de rulos a solas.

—Te enojas sin razón, me dejas solo toda la tarde, te quejas de mi y me puteas con tu mamá, te pones a cocinar —enumeró —¿Que te esta pasando?

—Estoy embarazada —solté y este me miró con los ojos bien abiertos y al instante su tono de piel se puso pálido —Na mentira, me muero si quedo embarazada.

—¡Constanza! —exclamó llevándose una mano a la cara — No se jode con eso la puta madre, casi me desmayo.—reí. —Yo debería de estar enojado con vos, dios.

Me mordí el labio y lo miré arrepentida.

—Perdón por enojarme por lo de Azul, es que...ella esta re atrás tuyo y aparte es re diosa, yo también estoy buenísima pero ella me supera —Este negó con la cabeza y se acercó a mi, en su cara tenía una expresión de ternura que me derritió de amor.

Tomó mi cara entre sus manos y me dio un beso.

— Sos hermosa beba, que nada ni nadie te diga lo contrario —me acaricio la cara y sonrió — Te amodio igual por lo de el chiste de mal gusto de que estabas embarazada —reí.

—Tenía que hacerlo, me la dejaste servida —este me miró mal —Igual no lo hago nunca más, lo juro.

—O asegúrate de que esa vez si sea enserio.

—Apa la papa, ¿vos crees que soy yo con quien vas a tener hijos? —asintió un poco avergonzado. —Ay rulos, sos un bomboncito.—le di un beso.

—Obvio que soy un bombón.—respondió a lo que rodee los ojos.

—¿Entonces es verdad que no se te paraba con Azul? —pregunté de golpe recordando la vez de aquella charla tan incomoda para el que me confesó que yo le calentaba más que la otra.

Este rió pero no de gracia, sino una risa incómoda.

—Si, es verdad —reí y por dentro estaba festejando ante la satisfacción de esa respuesta —¿Que es ese olor? —preguntó este haciendo que yo abra los ojos y lo empujé más o menos.

—¡La puta madre, los cupcakes! —grite y cuando saque mi creación estaba literalmente del color negro carbón.

Menos mal que se me daba bien la repostería.

💛💛💛

qué onda la pipolll? Hoy subo cap en mi nueva fic de Valentin así que vayan a leerla 🥺 les escribo esto escuchando little things de 1D ósea literalmente estoy ke lloro