16

17.1K 888 527
                                    

Constanza

Amiga —sollozó Bárbara y no tarde en preocuparme —Tengo un atraso de dos semanas, casi tres .—expresó haciendo que me quede sorprendida, no podía emitir palabra algunas esta lloro del otro lado de la línea, haciendo que yo salga de mi transe.

Suspiré, me llevé la mano a la cabeza y comencé a hablar.

— ¿Cuando fue?

—Supongo que antes de la cuarentena...en un baño, con Daniel —quería putear, pero mejor me lo ahorraba, no quería que mi amiga se sienta aún peor.

—¿Que Daniel, Barbara?

—Era en una joda, no lo conoces pero Mateo si. Dios boluda, no se que hacer, yo en ese entonces todavía no andaba con Nacho y...—lloro —Nacho me va a dejar.

—Nacho no te va a dejar —la calme — Tenes que comprar un test Barbi, para sacarte la duda.

— ¿Como queres que compre un test? ¿Y si sale positivo que hago? No quiero que nacho lo vea.

—Guárdalo en tu bolso, no se amiga, pero estate tranquila, si? —intente calmarla por segunda vez —Cuando lo tengas me llamas, si?

— No puedo ser mamá Coni, tengo que estudiar, no puedo hacer que mis papás mantengan a una persona más.

— No te adelantes Bar, quizá no estás embarazada —miró hacia la puerta y Mateo estaba con la boca abierta, la puta madre.— Amiga te tengo que cortar, llámame después, si? —y después de unas cuantas cosas más, colgué.

Mateo seguía paralizado con los ojos bien abiertos, espero que no haya escuchado nada.

—¿Cuanto escuchaste? —lo interrogue a lo que este soltó.

— Lo necesario para saber que Barbara está embarazada —suspiré, tenía que calmarme pero...

—¡Porque no tocas la puerta antes de entrar! —grité —La puta madre Mateo.

Este se sentó al lado mío en la cama y me acarició la espalda, yo llevé mis manos a mi cara.

— Boludo, tiene veinte años, no puede quedar embarazada, es una piba.

— ¿Está o no está embarazada? —preguntó confundido.

— No sé, tiene un atraso —Mateo me miró — De casi tres semanas.—este me mira confundido.

— El nacho se va a querer matar si queda embarazada —lo miré y corrí la vista — ¿Es de nacho, no? —me mordí el labio y me mire las manos, como si eso fuese lo más entretenido que habia.

— Eeh —trate de evadir el tema pero él se paró de la cama y me miró.

— ¿De quien es, Constanza? —preguntó ya intrigado.

— No sé —mentí.

—Ajá si, claro que lo sabes —putee para mis adentros — Decime, no voy a contar nada pero...¿lo conozco?

— Si, lo conoces —hablé haciendo que este me mire, concentrado — Es de un tal Daniel.—llevé mis manos a mi cara, espero que Barbara no me mate si es que se enteraba que se lo conté a Mateo.

quarentine ; trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora