Constanza
Me desperté ya que el brazo del morocho por segunda vez en la tarde estaba en mi cara, me quejé y lo saqué para luego volver a dormir.
Si, estábamos durmiendo siesta, ni nosotros nos la creemos.
Pero volvió a hacerlo, miré el horario y eran eso de las cinco de la tarde, nos habíamos acostado a las cuatro y este dormía como para dos horas más.
Yo también estaría para seguir durmiendo, pero su mano se estrelló contra mi cara por tercera vez y esa fue la gota que derramó el brazo, lo empujé haciendo que este caiga de la cama y se queje, a los minutos se levantó, supongo que reaccionó.
—¿Por qué me tiraste de la cama, boluda? —preguntó quejándose con la voz ronca y rascándose la nuca, yo no pude evitar reír.
— Literalmente me cagaste a piñas mientras dormías Mateo, sos un inquieto —me quejé — Veni acá , dale.—palmee la cama y este me hizo caso, se llevó una mano por detrás de la cabeza y quedó mirando al techo, yo me di la vuelta y me volví a dormir, si, otra vez.
🤍🤍🤍
Salí de bañarme y fui hacia la habitación para buscar el cepillo de pelo, Mateo se metió a bañar cosa que nunca pasa porque es un sucio, estaba terminando de cepillarme el pelo e ir hacia el living cuando un tono de llamada que no era el mío se hace presente.
Miró hacia la mesa de luz y ahí estaba el celular de Mateo, pensé en dejarlo y que después el morocho se encuentre con la llamada perdida, pero la persona que lo estaba llamando insistía bastante por lo que tomé el teléfono y contesté, sin siquiera mirar quien era.
Reí ante el ringtone de Mateo, era la canción "dándole" de los wachiturros.
— ¿Hola? —dije al contestar, una voz no conocida para mi habló.
— Hola, ¿Mateo? —preguntó y reí ante que pensase que fuese Mateo, ¿acaso el morocho tenía voz de mina?
— Mateo, se está bañando —le dije — ¿Queres llamarlo después o le digo que te llame? —pregunte.
— Decile que me llame, que es urgente, por favor.—pidió este.
— Bueno dale, yo le aviso —solté — ¿Vos sos...? —pregunte para que me diga el nombre, sino no tenía el nombre de tal para decirle a Mateo que llamase.
— Dani —respondió y por dentro una bronca creció en mi.
— ¿Ribba? —volví a preguntar aunque estaba segura de que era el.
— Si, ¿por que? —afirmó haciéndose el boludo, si lo hubiese tenido en frente literalmente me iría a las piñas, sin duda.
Respire hondo, pero no pude contenerme y solté:
—¿Te parece bien huir de tus problemas? —un silencio se tornó en la línea — Esta claro que si, si ni siquiera me contestas.—este bufó.
— Mirá Constanza, metete en tus cosas wacha, no me conoces ni un poco ni yo a vos, así que déjala ahí.—soltó enojado, a punto de colgar, estoy segura.
¿Como se sabía mi nombre? decidí no preguntar, estaba muy caliente y a punto de putearlo en mil idiomas distintos.
— ¿Dejarla ahí? ¿Como vos hiciste con Barbara? —reí sin gracia — Discúlpame, pero no soy una hija de puta.
—¿Que flasheas wacha? Cerra el orto, ella está con el Nacho y...—paró — ¡No te tengo que estar explicando nada! Déjame de joder y metete en lo tuyo, ya bastante debes tener intentando chamuyarte a Mateo y hacerlo verga de vuelta.—soltó.
—¿Que carajo estás diciendo? —exclame — No sé que te habrá dicho Mateo, pero a mi me chupan un huevo todos ustedes y sus mal de amores, a mi solo me importa mi amiga y que ella esté bien, así que váyanse a la mierda, son dos pelotudos cubriendo la mierda del otro —dije embroncada, respiré un poco y cuando dirigí mi vista a la puerta de la habitación ahí estaba apoyado Mateo, espectante.
Colgué el teléfono, dejándolo hablando solo a Daniel.
— Mateo...—lo llamé, este estaba con una toalla envuelta en su cintura, las gotas se esparcían por su cuerpo y sus rulitos no estaban tan formados como siempre ya que estaban mojados, este se mordió el labio y negó con la cabeza cuando intente acercarme.
—¿Que flasheaste Co? —soltó con bronca — Agarraste mi teléfono, hiciste lo que te dio la gana y aparte me insultas? —me miró a los ojos, estaba decepcionado y muy enojado.
— Me exprese mal, no es eso lo que siento por vos —aclare pero este me interrumpió.
—¿Te expresaste mal? —preguntó sin poder creerme — Sos increíble —rió sin gracia.
—Vos también te metiste en cosas que no eran de tu incumbencia —le recordé — Y te perdone.
— Yo nunca dije que vos me chupabas un huevo ni que eras una mierda y que andabas de mal de amores —soltó brusco — ¿Quien te crees que sos? Yo nunca te mendigué amor, es más, vos fuiste la primera que se me tiró.
Ahora la que reí fui yo.
—¿Vamos a discutir por quien se le tiro primero a quien? —pregunte como si me estuviese contando un chiste, este se me acercó, pero no con intenciones de besarme ni nada, estaba enfurecido.
Yo estaba acorralada contra la pared y este muy cerca de mi, hacía que se me pierda la concentración.
— No te quiero ver hablando ni puteando a mis amigos nunca más, ¿me escuchaste? —dijo.
— A mi no me vas a decir que hacer.
—Créeme que si, no se que peli te comiste boluda —negó con la cabeza —No te soporto más, no soporto estas actitudes que tenes. Sos una falsa.
—Falsa, ¿por que? A ver —dije enfrentándolo.
— Porque me pintas cosas que no son, por eso —se alejo de mi.
— Todo lo que te dije fue real —me asincere pero este no me creyó, se rió en mi cara.
— Déjame en paz y ándate, me voy a cambiar.
Bufé y me fui de la habitación dando un portazo, todo se nos estaba saliendo de control, las emociones mucho más.
Porque nunca pensé que después de una discusión con Mateo terminaría llorando en el baño, arrepintiéndome por ser tan gila.
Esto no se iba a arreglar con solo un perdón, y lo sabía más que nadie.
— Lo que siento es real, Rulos —murmuré mientras me secaba las lágrimas, lastima que este no me creía y nisiquiera me escuchaba.
✨✨✨
Lloremos ndeah
Tamos cada vez más cerca de las 30k de leídas, ayer llegamos a los 3k de votos, gracias bebetas
No se olviden de seguirme eh
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quarentine ; trueno
FanfictionDonde Constanza tiene que cumplir cuarentena junto con su ex, Mateo.