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Mateo

Estábamos desayunando en casa, después de toda una semana así me decidí de que no podía estar más bajón, si las cosas se dieron así fue por algo, no iba a vivir haciéndome la cabeza por algo que aunque quise e intente arreglarlo no se pudo.

— ¡Mateo! —me llamo mi papá sacándome del transe — Pasá el mate hijo, no es un micrófono.—reí y le di un sorbo al mate amargo para después pasárselo.

Reí porque recordé los mates de la morocha, yo me vivía quejando de que eran feos y además dulces pero tomaba igual porque más o menos esta me obligaba.

Ivana rechista y yo junto a mi papá la miramos esperando a que nos diga el por qué de su reacción.

— A esta piba no se que le picó, ahora le chupa un huevo la cuarentena, se la pasa en la calle y encima no quiere volver acá sabiendo que mañana ya es su cumpleaños, no sé qué pretende, pasarlo sola.

Los dos me miran a mi y yo solo hago un gesto restándole importancia aunque por dentro estaba pensando en que en realidad esta no lo quería pasar sola, nadie quiere pasar su cumpleaños solo y mucho menos Constanza que le encanta la joda.

— Llámala Mateo —dijo mi papá —Quizá la convences de que venga para acá.

—Esta re encascada conmigo, la llego a llamar y me va a mandar a la mierda —hablé y estos me miraron extrañados y supe que hablé de más así que expliqué —Es decir, no nos llevamos bien.

Estos asintieron y dejaron de hablar de el tema Constanza por suerte, no quería rondarle mucho al tema.

Me llaman al teléfono y me sorprendo al ver el número de Bárbara, esta seguía enojada conmigo desde lo de la otra vez, hace bastante no hablaba con ella.

Pero ya me estaba imaginando a que o mejor dicho a quien se debía esta llamada, suspiré antes de atender.

—¿Bar...?—esta habló encima mío.

— ¡¿Vos sos pelotudo o masticas vidrio?!  ¿Como le vas a hacer eso a Constanza, pelotudo?

— Bárbara, no tengo ganas de hablar de eso, no te incumbe.

—Yo voy a hablar de lo que se me cante el orto y vos me vas a explicar que carajo pasó.

Asentí y comencé a explicarle haciendo que esta cada vez se indigne un poco más.

—Ya se que soy un boludo pero yo fui a arreglar las cosas y ella más o menos casi me caga a piñas.

— Dios Mateo, te extrañaba pero me había olvidado de él ser tan pelotudo que eras —bufó — Ustedes no tienen remedio alguno.

— Esta vez la cague yo, pero Coni tampoco es una santa, no me eches toda la culpa a mi.

—Ya se que los dos son unos boludos, pero posta que creí que esta vez iba en serio su relación.

— Si, yo también...—dije recordando todo y quererme pegar la cabeza contra la pared de las boludeces que estábamos haciendo la morocha y yo al estar separados, otra vez.

🌸🌸🌸

Constanza

Nunca estuve tan al pedo en esta vida, sentía que estaba literalmente desperdiciando el oxígeno.

Me tiré al sillón hace tres días y literalmente no me moví nunca más de ahí, iba solamente al baño y a la cocina obviamente.

Paulo se enganchó con otra mina, que literalmente lo re llena y lo hace feliz, quisiera decir que me alegro por él pero como soy una egoísta de mierda no lo hago, simplemente me arrepiento de haberlo dejado por un boludo sin pelotas como lo es Mateo.

Llevo el cigarrillo a mi boca, estoy harta de toda esta mierda, necesito salir de joda y romperme la pera, escabiar hasta que sienta que no puedo tomar ni una gota más y perrear hasta que las piernas me pidan un descanso.

Ah y claro, comerme a pibes que ni conozco y si tengo suerte garchar con uno que ni tenga sentimientos, no quiera compromisos ni etiquetas, simplemente coger.

Esta bien, acepto que estoy muy dolida y un poco loca por el porro que me fume hace unos cuantos minutos que decidí después recurrir al cigarrillo y al alcohol.

Buena forma de recibir mis diecinueve, re loca, sola y en pedo.

Mi vieja no paraba de joderme con que vaya a la boca a festejar mi cumpleaños ahí, junto a Pedro, ella y claramente Mateo, pero no tiraba ni un poco, prefería mil veces pasarlo sola durmiendo, sin que nadie me joda.

Agarro el teléfono y me fijo la hora, 23;58 pm, faltaban solamente dos minutos para que despida mis dieciocho.

Me levante y fui a la heladera y agarre la torta de chocolate que me hice hoy, claramente no se veía muy apetitosa porque se me había quemado un poco, pero me cebaba que tenía mucho dulce de leche y chocolate, me encantaba y para mi era una de las mejores creaciones que hice.

Prendí un porro y lo utilicé como vela, ya eran las dice de la noche, lo encendí y pedí un deseo.

— Por favor, que Mateo deje de ser tan cagón.

Reí, mi estado era deplorable, borracha y re loca no eran una buena combinación para cuando estabas de mal de amores.

Me fijo mi teléfono y un mensaje me llama la atención.

Mateo Palacios 🙄

Feliz cumpleaños, te amo.
00;00 am

💕💕💕

Es tan trolo, lo amo

Maratón 1/3

quarentine ; trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora