quarentine ; trueno

18

Si pienso algo lo digo, tampoco soy de los que mienten.

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Mateo

— No te podes enojar por eso Coni, esta bien que no lo sientas pero yo puedo tener la libertad de decírtelo —rodee los ojos cuando esta fue a la cocina y hacía que buscaba algo, claramente me estaba evitando —Constanza.—la llamé y esta paro lo que estaba haciendo para así quedarme mirando.

— No estoy enojada, Mateo —la miré sin creerle, esta bufó — Es que me parece que la estás flasheando, y no sé, no me cabe eso.

Me llevé la mano a mi pelo para así desordenarmelo, me acerqué a ella y la agarré de la cintura para acercarla a mi, esta me miró pero nunca se opuso.

— Soy muy lanzado en las cosas, lo sé y esa es una de las razones por las que cortamos—recordé — Pero tenes que saber que si siento algo yo no voy a tardar en decírtelo, soy así y no lo puedo cambiar Co —hablé haciendo que esta haga un gesto con la cabeza de un lado a otro no muy convencida.

Llevo sus manos por detrás de mi cuello para luego entrelazarlas y mirarme.

—Ya lo se, Rulos —admitió —Pero es que no sé, siento que vas muy rápido y yo voy muy lento, es como si no coordináramos y me desespera un poco tu ritmo de tomar ciertas cosas.

—Bue, hablas de que voy muy rápido pero te recuerdo que vos fuiste la que hace quince minutos se me tiro para garchar, no sé, digo.—hablé un poco ofendido — No puedo tomar eso como si no fuera nada siendo que vos sos mi ex, Constanza.

— Tómalo como si fuésemos amigos, nada más —dijo tranquila, me aleje un poco de ella y está rodo los ojos, yo ya tenía una cara de orto impresionante.

—No boluda, no puedo tomar como si fuésemos amigos, no somos amigos nosotros —dije ya bastante frustrado — ¿Sabes que? Dejémoslo acá, sino vamos a terminar como al principio y la verdad es que no tengo ganas de pelear con una piba que ni siquiera se hace cargo de sus actos.

— Dios Mateo cerra el orto si es que no la queres cagar más —habló ella haciendo que yo — Garchamos, si, pero no por eso es que somos novios ni que nos estamos por casar, podemos garchar sin ser nada.

— ¿Eso es lo que queres? Que me haga el boludo y listo?, yo no soy así y lo sabes —esta me miró y se cruzó de brazos.

— Obvio que se que no sos así Mateo, te conozco.

—Entonces entenderme boluda, me haces mal.—confesé —No puedo decir nada que vos ya tomas que me re quiero poner del anillo con vos, pero no es así, o no se, ni yo lo sé —me llevé las manos a la cara esta se me acercó para darme un beso —No me beses boluda, no vaya a ser que me enganche, ¿no? —la miré arqueando la ceja y este me miró mal.

—Sos un pelotudo, pero no tengo ganas de enojarme con vos Rulos —esta me acaricio mi pelo —Fue lindo lo qué pasó hace un rato y no la quiero cagar, quiero estar bien con vos.

—Bueno, entonces no me reprimas —suelto.

— No te estoy reprimiendo.

—En parte si, no me dejas decirte que te quiero —esta me miró y sonrió de costado.

—Andá a bañarte, Mateo —me dio un pico y después se fue.

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Constanza

— Si boluda, me dijo que me quería.—le comenté a Barbara haciendo que esta grité como literalmente una fangirl.—Te estoy hablando en serio boluda.

—Uh boluda, vos también sos...—no termino la frase ya que suspiró estresada —Es obvio que se está enganchando Coni, te quiere todavía y el mismo te lo dijo cara a cara.

—Habíamos terminado de garchar, todo el mundo dice cosas sin sentido cuando están en esa situación —dije —No sé boluda, si se enganchó ¿que mierda hago?

—Decirle la verdad, si vos también lo queres o no, si los dos coinciden lo intentan, no todo es tan complicado amiga —soltó esta relajada.—Sos muy dura con él y con vos misma.

— Esta bien, dejemos de hablar de mi y de Mateo porfa —pedí — ¿Le contaste a Daniel?

—Lo llame y no me contesta, es un gil —bufó — A menos que nadie le haya dicho nada, antes hablamos —dijo y abrí los ojos bien en grande.

— Amiga yo no lo conozco y nadie más que nosotras dos sabe de esto...—intente mantener la calma.

— Obvio Co, no desconfió de vos, quizá perdió el número o no se —un llamado se escuchó a través de la línea —Me llama nacho, después te hablo, besis —y no me dio ni tiempo a despedirme que cortó.

No tarde de ir a el living y al ver a Mateo ahí me paré en frente de él con los brazos cruzados, este tenía la mirada en mis tetas.

—Mateo, mi cara esta acá arriba —dije haciendo que esté sonría pícaro y me mire.

— Hey, ¿por que esa carita? Das miedo —bromeó haciendo que lo miré mal.

— ¿Vos le dijiste lo del embarazo de Barbara a Daniel, no? —este rió.

—¿Que flasheas Constanza? Yo no le dije nada —dijo mientras jugaba con sus pulseras como tú fuesen lo más entretenido.

Me estaba mintiendo.

Lo agarré de la remera y lo acerqué hacia mi, lo miré mal y este silbó.

—Esto me hace acordar a los viejos tiempos —rodee los ojos.

—Dejá de mentirme, decime la verdad, ¿le dijiste o no? —este rodo los ojos.

—Está bien, si le dije...algo.

Lo solté de golpe y este se quejó.

—¡Te dije que no le digas nada! No son tus asuntos —grité y este obviamente respondió a un tono más alto.

—¡Es mi amigo! ¿Como queres que no le cuente?

—Sos un pelotudo con todas las letras, ¡ahora explícale vos a Barbara porque el gil de tu amigo no le contesta los mensajes!

—No quiero.—se negó.

— Más te vale hacerlo —lo amenace — Porque sino vas a dormir en el piso, por chismoso.

—Dah, anda a cagar Constanza, déjame de joder.

Rodee los ojos y me encerré en la pieza, embroncada porque un pelotudo como Mateo siempre complicaba aún más las cosas.

💚💚💚

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