quarentine ; trueno

17

Constanza

— ¿Podés parar de ser tan lindo? —pregunte mirándolo a Mateo, este estaba al lado mío mirando la tele concentrado pero hasta el momento que me hable me miró y me sonrió para luego darme un pico.

—Soy hermoso, no lindo, bue se agrandaba —me tomó de las mejillas y me dio otro casto beso. —Me habló mi viejo.—contó sacando un tema de conversación.

—Ah si a mi también me habló —solté haciendo que este me mire con los ojos abiertos y yo llevé mi cabeza hacia atrás, la había cagado.

— ¿Por qué te habló mi viejo? —habló confundido — No se llevan bien ustedes dos.—recordó seguro.

— Bueno, ahora si nos llevamos bien —mentí pero obviamente este no me creyó, rodee los ojos y dije la verdad —Está preocupado por vos, lo de tu amigo fue muy reciente y vos estabas muy mal, me habló para que te cuide, nada más que eso.

Este me miró mal mientras se cruzaba de brazos, después corrió la vista de mi y habló.

—¿Entonces solo te acercaste a mi...por mi papá? —soltó con un cierto tono de desilusión.

Negué rotundamente con la cabeza.

—No Mateo —dije — Me acerqué en parte porque yo quería, estaba preocupada por vos.

—Sisi, ponele que te creo —rodó los ojos — Ya me estaba pareciendo todo muy perfecto, era obvio que el odio no se te iba a ir así sin más.

—Mateo no seas dramático —solté ya exasperada — Sabes que no es así.

—Dejá Constanza —se levantó del sillón y se fue hacia el cuarto, enojado.

¿Y a este que le pico?

💛💛💛

Mateo lleva dos días sin hablarme por esta pelotudes tremenda, así que cansada abro la puerta del baño y entro.

—¡¿Que haces?! —pregunta el en cuero y en bóxer, seguro estaba desnudándose para meterse a bañar.

— Mateo no se que flasheaste enojándote conmigo, pero posta wacho vos también me ofendiste a mi y yo no dije nada —solté enojada, este me miraba concentrado en lo que decía, prosegui — Me importas Mateo, me importas bastante y esos días en los que estabas llorando solo en la habitación me partía el alma, así que no, no me acerque a vos porque tu papá me lo haya pedido, lo hice por mi propia cuenta.

Este resoplo.

—Soy un gil, perdón —asentí dándole la razón y me abrazo —Soy un poco inseguro a veces y eso me juega en contra, pero gracias en serio por cuidarme y preocuparte por mi, a pesar de todo quizá nuestra relación pueda cambiar, para bien —lo mire y arquee la ceja.

—¿A donde queres llegar con eso Palacios? —es río.

—Quizá a que, nuestra relación antes no pudo ser la mejor, pero si lo intentamos se puede cambiar —lo mire enternecida al ver como se ponía nervioso —Hablo de la relación de amigos, obvio, no pienses que te me estoy insinuando.

—Es raro no pensar eso cuando te tengo semidesnudo en frente mío, Rulos —hablé haciendo que este se ría.

—Es rara nuestra relación Coni, no se que somos ni que vamos a ser cuando todo esto termine —se rascó la nuca — Eso me pone un poco raro, no se, no me quiero enganchar y terminar mal —confesó y le acaricié la mejilla.

— Es rara, si.—acepté —Pero a mi me gusta, ¿a vos?

—Obvio que me gusta, pero no quiero terminar gustando de vos y después quedarme mal, ¿entendes a lo que voy? —preguntó y asentí.

—Obvio que lo entiendo, Mateo —dije enternecida y me acerque a él, me saqué la remera y lo besé.

Este claramente me lo siguió, su lengua se encontró con la mia creando otro ambiente completamente diferente al que estábamos hace un momento, me tomó de los muslos y me apoyó contra la pared, gemi cuando sentí su miembro cerca de mi femineidad.

—¿Que estás haciendo? —preguntó el agitado.

—Reforzando la relación, no? —le guiñe el ojo, este iba a hablar de vuelta pero no lo deje ya que lo volví a besar.

Me desabrocho el corpiño y luego me baje de encima de él para sacarme la ropa y el imitarme, cuando los dos ya estábamos completamente desnudos se acercó a mi y me besó, me acariciaba mi cintura para luego llevar sus manos a mi culo y apretarlo, eso me encendía aun más y hacía que mi cuerpo emane más calor que de costumbre.

Estaba tan excitada y ansiosa, ansiosa por tenerlo dentro de mi de nuevo, ansiosa por todo lo nuevo que iba a experimentar, porque si, en un año debería haber sido más experto en todo lo que se trataba del sexo o por lo menos eso me imaginaba yo, Mateo es un pibe lindo y pibas atrás de él nunca faltaban.

Salí de mi transe cuando este me habló un poco desesperado.

—¿Qué? —pregunté y este rodo los ojos.

—No tengo forros, y digamos que no quiero en nueve meses andar manteniendo a un mini rulos —dijo gracioso y yo pensé.

—Fíjate en ese mueble —apunte un mueble blanco del baño, en el tercer cajón.

Mateo rápidamente se fijó y efectivamente habia forros ahí, sonrió victorioso.

No tardo mucho en ponérselo, me agarro de los muslos y tras llevar sus labios a mi cuello comenzó a adentrarse en mi, una ola llena de placer se hizo presente en mi, en minutos ya tenia a Mateo embistiéndome, gimiendo mi nombre y yo el suyo, volviendo a ser solo uno después de un año y medio de pasar de serlo todo a ser nada.

Sus bajos jadeos resonaban de en mi oído de una manera tan excitante y tranquilizante que me hacía derretir, su mano acariciaba mi pierna delicadamente mientras seguía aumentando el ritmo solo un poco más, su ritmo cada vez era más excitante y desesperado, haciéndome gemir como loca junto a él.

— Menos...mal que no te gustaba coger en baños eh —soltó el haciendo que yo sonría un poco, es verdad, tan errado él no estaba.

En definitiva, la mejor idea que pudo haber llegado a mi mente había sido decidir estar ahora así con el, sin dudas él hacía todo mil veces mejor.

El frentesi de sus embestidas estaban a punto de hacerme llegar a lo que vendría siendo él orgasmo de mi vida.

Perfecto

— Mateo...

— ¿Si? —preguntó el con poca voz pero sin detenerse en lo absoluto.

— Estoy...ah...por acabar.

Dicho esto Sus labios se juntaron con los míos de manera tan desesperada mientras su paso aumentaba mucho más para así ponernos a la par , mi respiración se encontraba entre cortada, sentía un cosquilleo y a la vez una descarga de adrenalina recorrer todo mi cuerpo, no sabía cuanto tiempo me contendría, pero después de unos minutos finalmente los dos soltamos un gemido al unisono, indicando que habíamos llegado al tope del orgasmo. Suspire e intente recobrar el aliento, este salió de mi y sonriendo me dijo:

—Te quiero, Coni.

Dejándome completamente perpleja y sin saber que decir en lo absoluto.

💛💛💛

GAGSGSHSVSGSHSHS

narro re mal lo sexual pero di lo mejor de mi, im sorry 😢