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Mateo

—¿Me podés explicar por qué estás tan del orto? —me preguntó ya cansada Constanza, en frente mío.

Yo ni siquiera la miraba, estaba enojado con ella y conmigo mismo por hacerme un bardo en la cabeza tremendo y quedar como un pelotudo.

En fin, me había enojado porque la vi charlando con Dam, yo no tenía mucha relación con el, solo lo conocía de vista y eso dejaba mucho de que desear ya que no sabía qué tipo de persona era.

¿Ven? Los celos que tengo se notan hasta la china y yo no se que hacer para no quedar como un pelotudo, no puedo hacer reclamos siendo nada.

Estoy embroncado conmigo mismo por estar así, por quizá engancharme y con Constanza porque despertó eso en mi, que hija de re mil, siempre al que le pasa lo peor es a mi.

— Nada —solté ya por tercera vez, esta arqueo la ceja y bufé —¿Andas con Dam? —pregunte intrigado.

Esta me miró con la boca abierta pero después de unos minutos rió, haciendo que me llevé el almohadón del sillón a la cara, que pelotudo que soy.

—Mateo Palacios, ¿Vos me estás haciendo una escena de celos? —preguntó graciosa sacándome el almohadón de la cara, me quejé.—¡Yo no te la puedo creer! Estas celoso.

—Buenos comentarios nunca escuché sobre Dam —dije —Así que pensalo.—me paré para ir a la habitación, o al menos eso intentar porque la morocha me agarro del brazo dejándome en frente de ella.

— Mateo, no te tengo que dar explicaciones ni nada sobre mi vida, pero bue —suspiró y me sonrió — Damián es un amigo, lo aprecio mucho y por mas de que él quiera ir a algo más, yo no quiero.—arquee una ceja.

—¿Con quien queres estar? —pregunte y esta rio.

—Mateo no flashees novela cliché romántica en la que digo que quiero estar con vos, no seas tonto —soltó y yo la miré con cara de culo, se llevó la mano a la boca — Rulos, ¿enserio? —yo bufé y me encerré en la habitación.

Algo despertó un nuevo sentimiento en Constanza y me molesta, estoy enojado conmigo mismo porque por solo un par de besos algo en mi interior haya despertado. Y por mas que se lo diga a Constanza ella no se lo iba a tomar en serio, ya me había dado cuenta.

🤍🤍🤍

—Yo te dije chabon, no te metas en líos —soltó mi viejo —¡Y me venís a decir que te enamoraste de vuelta de  Constanza!

—¡Nunca dije enamorado!  —grité pero baje el volumen de la voz para que la morocha no me escuche —Mirá papá, sos una de las personas en las que más confío y para re putearme ya me tengo a lo mismo, ¿sabes? —me quejé — Es que no se, veo que se habla con otros y me pongo re mal.

Mi papá bufó.

—Mateo, por más de que te guste no podes ser así de posesivo, no te conviertas en un enfermo.

Es verdad, soy un tarado —me llevé la mano a la cabeza, estaba realmente frustrado —¿Que hago?

—Nada Mateo, déjate de joder y segui con tu vida normal.

—¿Que me hablas de vida normal? Estoy encerrado con mi ex y no puedo volver a mi casa hasta vaya a saber que fecha.—dije enojado —Bue papá, gracias por nada.

—Mateo no seas irrespetuoso.

— ¡Pero si siempre me juzgas! —grité y Constanza entro a la habitación —¡Chau!

— Los vecinos se están quejando de tus gritos, ¿Que pasó? —suspiré.

—Nada, estaba peleando con mi viejo —dije restándole importancia.

—Que raro, ¿que hiciste?

—Nada Constanza, nada.—me acoste en la cama y esta se fue de la habitación.

A veces me pregunto por que soy tan gil y trato mal a las personas.

🤍🤍🤍

Constanza

Armaste como el orto el porro boludo, este lo armo yo, deja —le saque el porro de la mano a mateo y lo armé yo, este se quejó.

—Yo armo re bien el porro-, que decís —rodee los ojos.

—Fua boludo, pensar que vos me hiciste probar el porro —recordé y este asintió orgulloso —Ahora soy una fisura bue —bromee haciendo que este se ria.

—El porro es épico para ranchear —soltó dándole una seca al porro que recién hice.

—¿Te puedo decir algo? —preguntó haciendo que este me asienta con la cabeza — Me encanta que te dejes crecer el pelo.—confesé viendo sus rulitos, cuando estábamos juntos él tuvo un tiempo rulos pero después se rapó.

— A mi me encanto que vuelvas al castaño —me miró el —No me malinterpretes, me gustó cuando te teñiste de color negro pero, me gustas más así.

—¿Te gusto? —pregunté a lo que este me miró de reojo y negó — Bueno, igual no me importa eso, te voy a chapar igual —me acerque a su boca y lo chapé.

¿Quien diría que esta cuarentena si iba a convertir en algo tan divertido? Quizá el universo no estaba tan en mi contra como creí.

—¿En serio? ¿Ahora me vas a chapar todo el tiempo? —preguntó este pícaro mirándome la boca.

—¿Te molesta? —pregunte ahora yo haciendo que este se relama los labios y lleve su vista ahora a mis ojos.

—Para nada —sonrió haciendo que yo también lo haga.

—Entonces no hablemos más y chápame, rulos.—solté y este asintió para luego tomar mi cara y besarme lentamente.

✨✨✨

Ke onda pipis

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quarentine ; trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora