quarentine ; trueno

24

Mateo

Después de todo lo qué pasó en el living decidimos ir a la cama ya que estábamos incómodos en el sillón, nos acostamos y yo la abracé por la cintura, esta se dio vuelta quedando cara a cara conmigo, sonreí.

— ¿Que pasa? —preguntó esta y negué con la cabeza, simplemente estaba feliz —Sos tierno cuando estás tan sonriente, siempre vivis con cara de culo.—solté una carcajada.

— Dejá de mentir —dije haciendo que esta haga un montoncito con la mano — Bueno esta bien, puede ser que un poco —admití dándole un pico.

— Tengo miedo Mateo —soltó Constanza haciendo que la miré extrañado.

— ¿Por qué? —pregunte entre intrigado y preocupado por su respuesta.

— Tengo miedo de encariñarme demasiado con vos —confesó y yo me reí haciendo que esta me empuje un poco, mirándome mal —Enserio te lo digo boludo.

— Me parece que te acordaste un poco tarde de no encariñarte —esta me miró confundida — Ya nos besamos, ya cogimos, ya hicimos de todo más o menos, ademas estamos viviendo juntos.

Esta suspiró.

— Estas muy lindo, ¿sabias? —dijo mirándome de arriba hacia abajo yo llevaba solo un bóxer puesto —¿No tenes frio?

—Bue, lo dice la que esta en corpiño y tanga no más —esta se mordió el labio.

— Pero me dio frío y me puse medias —me muestra y rió —¿De que te reís bobo?

— Me da gracia que sean de unicornios —me burle — Tenes dieciocho años, Constanza.

— Si seguimos así voy a terminar festejando mis diecinueve acá con vos —se sentó a horcajadas mío, creo que ya le era costumbre hacer eso, no podía estar un segundo al lado mío, no, esta tenía que subirse arriba mío y después dejarme con problemas allá abajo.

Obviamente no era boludo y llevé mis manos hacia su culo, acariciandolo y demás, esta me miró y alzó una ceja.

—¿Segunda ronda? —preguntó y yo sonreí — Voy a tomar eso como un si.—dijo desabrochándose el corpiño para después llevar su boca hacia mi cuello.

—Tómalo como un haceme lo que vos quieras —murmure en su oído haciendo que esta una su boca con la mía en un apasionado y atrevido beso.

💗💗💗

Un  sonido de un tono de teléfono sonaba, mío no era por lo que me quejé y desperté a Constanza que estaba profundamente dormida.

—Co —la llamé y esta seguía roncando, me quejé a lo que la empujé un poco para que se despierte.—Constanza —la llamé por segunda vez.

— Ay pelotudo, me diste la cara contra la mesa de luz —dijo sobandose la frente — ¿Que querés?

—Te están llamando —señale su teléfono y a duras penas esta contestó.

Al ver el nombre esta se paró de la cama y comenzó a hablar, lejos de mi a lo que no me extraño mucho, quizá era Barbi, pero no pude evitar no sentir intriga cuando creí escuchar el nombre de Paulo.

Me levante de la cama y fui hacia donde la morocha estaba, tenía el ceño fruncido y se acomodaba el pelo de un lado hacia otro, nerviosa.

— Es que gordo, no se —dijo sin darse cuenta aún de mi presencia — Flasheaste banda.

¿Que? ¿Que flasheó? No entendía nada.