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Constanza

— Ay boluda la concha de la lora —se quejó Mateo llevándose la mano a la zona afectada, es decir, a su ojo derecho.

— ¡Perdón! —exprese llevándome las manos a la boca impresionada. —Fue sin querer te juro.

Estábamos jugando a la guerra de almohadas y sin querer cuando iba a pegarle a Mateo en la cabeza se me safó la almohada y le di directo con mi puño.

Es decir, le di una piña en el ojo, pero esta vez, sin querer.

— No te perdono un carajo —dijo intentando hacerme sentir mucho peor de lo que ya estaba, rió — Es joda beba, está todo bien.—me sonrió pero esto salió más como una mueca que como cualquier otra cosa.

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—¡Ay! —se quejó cuando el hielo hizo contacto con su ojo, estaba hinchado, ojalá no le quede morado porque me muero.—¡Mas despacio boluda, me duele!

— Basta Mateo, no seas maricon —suspiré y este me miró mal.

—Me pegaste una piña en el ojo flaca, me duele —se justificó.

—Jodete, vos empezaste la guerra de almohadas, hacete cargo de tus actos —este frunció el ceño, me acerqué hacia su mejilla y le planté un beso — Ojalá no te quede morado, vas a parecer una uva sino —reí y este se mordió el labio.

—Seguí descansándome eh.—habló indignado.

— Fue sin querer te dije —repetí.

— Ni cuando me agarre a las piñas con los pibes me habían pegado tan fuerte, sos re bruta, Mayweather un poroto al lado tuyo.—exagero y reí.

— Ahora ya sabes, no te metas conmigo porque en la próxima te vas con otro ojo morado —bromee y este se rió, haciendo que esto se torne un poco más tranquilo que antes.

🤍🤍🤍

— ¿Vemos una peli? Porfa —pedí sentada a horcajadas de Mateo, que estaba en la cama con la espalda apoyada en el respaldo de esta.

— Siempre terminamos viendo Rápidos y Furiosos 7  y no quiero boluda.—lo miré sonriendo.

—¿Por qué no queres verla? —hice puchero —Esta buenísima.

Aunque hiciera la pregunta yo ya sabía la respuesta, pero quería ver lo qué Rulos respondía.

—Porque no y punto —me miró y pude notar que su ojos estaba mucho mejor que hoy a la mañana, suspiré de alivio.

—Dale Mateo porfa porfa porfa —pedí haciendo movimientos de adelante hacia atrás, este abrió los ojos bien grandes y me miró.

— No hagas eso boluda —dijo seco.

—¿Que cosa? —pregunte y este me miró obvio, me di cuenta a donde iba el punto, así que repetí los movimientos —¿Esto? —este tragó saliva y asintió.

—Si boluda, correte —habló con la voz ronca, intentando quitarme de encima pero negué con la cabeza — Constanza.—me miró mal y sonreí, para luego tomarlo de las mejillas y chaparlo.

— Me corro si me decís que si —este me miró confundido y hablé obvia — Lo de ver una peli.—este asintió y me corri para que luego esté se levante.

quarentine ; trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora