quarentine ; trueno

19

Mateo

— ¿Hola barbi? —hablé tras ser amenazado por Constanza, si no le contaba la verdad a Barbara dormía los próximos días en el sillón, y nadie quería eso.

—¡Wacho! ¿Cómo estás amigo? —preguntó contenta — Se te extraña eh.

—Yo también te extraño hey —dije evadiendo el propósito de esta llamada, pero Coni me miró mal así que suspiré y hablé — Che Bar, te tengo que decir algo.

— ¿Pasó algo? ¿Están bien? —su tono de voz cambió a uno de preocupación y entonces comencé a hablar.

—Si, nosotros estamos bien —aclare —Solo te pido por favor que no te enojes conmigo, quiero que te pongas en mi lugar cuando escuches lo que te tengo que decir.

Si, soy un cagon o un vueltero, o quizá las dos cosas

— Soltalo boludo, ya me estás preocupando.

Trague saliva.

— Le conté a Dani sobre lo de tu embarazo —confesé de una vez, esta no dijo nada — Es mi amigo Bar, no podía ocultárselo...

—¿Y yo que soy? ¿Un adorno? —me interrumpió enojada.

— Nunca dije eso, vos sos muy importante para mi también, pero a Daniel lo conozco hace banda, es otra cosa.—Constanza me miró mal y se sentó a mi lado.

—¿Constanza te lo contó? —preguntó cambiando de tema.

—¿Que cosa? —pregunté esta vez yo, Constanza se llevó una mano a la cara.

—Lo de mi embarazo.—respondió obvia.

—No, yo las escuché hablar y bueno, me enteré —dije —Pero por favor, no te enojes conmigo, ponerte en mi lugar.

—¡Y vos ponete en el mío! —dijo frustrada — Mateo, este tema no te incumbia a vos, pero te metiste y ahora Daniel ni siquiera me lee los mensajes, Bravo ahora andá a saber cuando me vuelve a hablar o si lo vuelve a hacer —sollozó.

—Barbi...yo...

—No te metas más Mateo, y no me hables, sos cualquiera —dicho esto, me cortó.

Suspiré y llevé mi cabeza hacia atrás, la había cagado, lo sé.

— Sos un boludo —dijo Constanza —Todo esto lo podrías haber evitado, ¿sabias? —la miré mal — Ah no, a mi no me mires así, enójate con vos mismo.

—Ya se que soy un boludo, pero es que —bufé — Está bien, no tiene fundamento lo que hice, me metí en donde no me llamaban.

—Bien ahí, por lo menos te estas dando cuenta —soltó sincera la morocha.

—¿Vos seguís enojada? —pregunte y esta negó —¿En serio?

— Si en serio —contestó —Pero que conste que nunca más vuelvo a confiar en vos.

—¿Por qué?

— Porque sos un buchón Mateo —me miró — Esas cosas no se hacen, la metiste en un lío a Barbi y le diste una de las noticias más importantes y pesadas a Daniel, que ni siquiera te incumbían.—agregó — Entre nosotros dos está todo bien igual, solo me cayó mal, es eso.—y dicho esto se levantó del sillón para ir hacia vaya a saber qué lugar del departamento.

— Entonces, ¿puedo seguir durmiendo en la cama? —grité y esta rió.

— Hiciste lo que te dije, así que si —respondió está haciendo que sonría.

Igual, muchas opciónes esta no me había dado.

💜💜💜

—¿Otra vez fideos? —exclame ya cansado, hace tres días venimos comiendo fideos con tuco, o con salsa blanca, o con queso o con demás cosas.

Cabe destacar que Constanza me miró ofendida.

— Es lo único que se cocinar, no te quejes —respondió — Además si no te gusta, cocínate vos, por lo que se no sos manco.—rodee los ojos.

—¿Y si comemos unas milanesas napolitanas con puré? —esta asintió y sonreí.

— Bueno, pero hacelas vos, yo ni en pedo cocino tan elaborado, alta paja —se fue de la cocina y se tiro en el sillón, esperando a que yo cocine.

Mira la vida de la morocha, un lujo, más o menos yo soy el criado.

💜💜💜

—¡Cocinas re rico! —soltó cuando terminamos de comer, ahora estábamos lavando los platos, ella los lavaba y yo los secaba y los ponía en su respectivo lugar.

— Y si, todo hago bien —dije con aires de superioridad y esta me salpicó un poco de agua — ¡Hey!

— Sos un agrandado —rió.

— Eu —la llamé y esta me miró — ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Si, obvio —respondió esta.

— ¿Seguís pensando que es mala idea pasar la cuarentena conmigo? —solté y la miré de reojo, esta quedo estática pero no tardo mucho en hacer que no pasaba nada.

Me dediqué a mirarla y estaba hermosa, se había atado el pelo y aunque me guste más como le quedaba suelto, seguía estando hermosa, tenía un buzo largo azul mío que le llegaba hasta un poco más de los muslos y sus piernas largas y destapadas, sonrió y podría jurar que su sonrisa y los hoyuelitos que se le hacían eran de las cosas que más me llamaban la atención de Constanza.

— Siéndote sincera, ya no —respondió sacándome de mi transe — Sos un denso cuando te lo propones y si, te mandas tus cagadas, pero bueno. Ahora, ¿y vos? ¿Seguís pensando que es mala idea pasar la cuarentena conmigo?

— Sabes perfectamente que no, es lindo volver a tener tu compañía conmigo.—le sonreí y esta me pasó un plato y comencé a secarlo.

—Sos muy tierno cuando te lo propones, Rulos —dijo enternecida — Una de las cosas que me enamoraron de vos era tu dulzura, ¿sabias? —confesó y yo llevé mi vista hacia ella.

—¿Enserio? —pregunte tranquilo pero por dentro estaba saltando en una pata.

— Si, enserio.

Seguimos con lo nuestro, teníamos bastantes cosas para lavar ya que, casi nunca lavábamos los platos, éramos dos sucios bue.

Cuando ya terminamos apagamos las luces y fuimos hacia la habitación para acostarnos, yo me di la vuelta y cerré los ojos dispuesto a dormir, pero una voz no me lo permitió.

— Si, te voy a extrañar —murmuro bastante bajo pero no lo suficiente ya que yo logré escucharlo, sonreí y miles de sentimientos realmente inexplicables se presentaron en mi.

Por fin la incógnita dentro de mí desapareció, después de que pasase todo esto y volvamos a nuestra vida normal.

Constanza me iba a extrañar, como yo a ella.

Esa noche no pude conciliar el sueño muy rápido, mi corazón latía fuerte y mi alegria rebalsaba, ¿como podía ser que un comentario tan simple me alegrara tanto?

Y si, solo había una respuesta para eso, pero aún me costaba decidirla, o quizá, decirla.

🥰🥰🥰

Son hermosos lpm 😍