Constanza
—Mateo sos una minita, dale, entra —este negó y agarro su mochila para irse.— Que infantil que sos.—este no me contestó así que lo tomé del brazo —¿Esto es enserio?
—Obvio que es enserio, ¿o me ves cara de payaso? —se soltó de mi agarre a lo que blanqueé los ojos.
—Dale Matu, veni —le agarre la mano y este me miró mal —Ah bue, vos me podes chapar pero yo no te puedo agarrar de la mano, ok.—solté indignada.
Este suspiró para apoyarse en el marco de la puerta del departamento y mirarme.
Yo le mantuve la mirada, no me intimidaba para nada, suspiré.
—No te voy a buscar si te retiene la poli eh —advertí — Que tu papá te venga a buscar porque yo no lo voy a hacer, no de nuevo.
—Estas si o no con Paulo —soltó haciendo que yo lo miré con cara de "No otra vez" este hizo un leve puchero —Enserio te hablo, Constanza.
Me llevé la mano a la cabeza, no podía creer que esté me haga una escena de celos.
—¿Me estas celando? ¿En serio? —reí sin poder creérmelo.
—No te estoy celando, te estoy preguntando.—contestó —Son cosas completamente distintas.
—No, no estoy con Paulo —solté y este me miró esperando una explicación — Me lo cojo no más, ¿está aprobado por vos? Porque si no te gusta le digo que no nos veamos más, como quieras.—dije sarcástica.
— Ja ja, que graciosa que sos —me sonrió sin ganas — ¿Por qué me mentiste entonces?
—Ay Mateo que denso que sos man —hablé — Porque si, que se yo, me pintaba mentirte.—solté — ¿Y vos con Azul qué onda? —pregunté.
— No somos nada tampoco, ni en pedo vuelvo con ella, es una intensa —me miró y sonrió — Así que, estamos solteros.
—Si —afirmé —¿Que tiene que ver eso?
—Nada nada —sonrió y se adentró a la casa, tirando la mochila al piso para luego acostarse en el sillón.
Lo empujé para que me haga un lugar.
— ¿No crees que sos un poquito bipolar? —este me fulmino con la mirada —Bue, me parece que hoy te pinto estar en contra mío.
—Sos con la única que me puedo enojar, no hay nadie más acá —explicó y le sonó el teléfono —Mierda, es Azul.
—¿Que le pinta?
—Nada, es una intensa, te dije —iba a colgar pero yo le saqué el teléfono de las manos, este se quejó —¡Epa! ¿Qué haces? —contesté y este me puteaba en susurros, hice un gesto para que se calle y me deje hablar a mi.
—Matuteeee —soltó Azul haciendo que yo haga una expresión de asco, ¿quien carajo le decía ese apodo tan horrendo? — ¿Como estas bebito? Te extraño.
—A ver pendeja culo sucio —solté haciendo que Mateo abra los ojos sorprendidos — Aléjate de Mateo, ¿ok?
Un silencio inundó la llamada.
—¿Y vos quien sos? —se quejó la del nombre de color con su voz chillona.
Lo miré a Mateo esperando a que me suelte algo para que decirle pero como esté es un pedazo de inútil no me soplo nada a lo que tuve que improvisar.
—Soy la novia, así que más te vale no hablarle más en tu puta vida —reí para mis adentros — Porque te juro que si le hablas ¿sabes que te voy a dejar Azul?
—No...—contestó a lo que acerqué mi teléfono y grite.
—Azul te voy a dejar el ojete de tantas patadas que te voy a dar si lo seguís jodiendo —Mateo rió tentado y prosegui — Besos y buena vida, paz.—y colgué.
Mateo estaba rojo de tanto reír y yo no pude no evitar unirme a su risa.
—Estas loca flaca —soltó —Es mejor tenerte de amiga que de enemiga.
— Ay boludo, ¿como carajo la bancabas? Tiene una voz de mierda, te rompe el tímpano —este asintió dándome la razón.
—Duramos tres semanas como novios —contó —Bastante la banque.—admitió haciendo que riamos de vuelta.
🤍🤍🤍
—Si mami, tranquila estamos bien —hablé y sonrei con ternura.
—Bueno hija, saludos a Barbara —dijo —Te extraño tanto pipo.
Sonreí avergonzada ya que tenía el celular en altavoz y a Mateo al lado mío en la cama escuchando toda la conversación, este reprimió una risa.
— Ay mamá, no me digas así, ya soy bastante grande para que me pongas esos apodos.—dije roja de la vergüenza.
— Siempre vas a ser la chiquita de mami, bueno, te amo hija —habló con ternura — Cuídate mucho, si?
—Si mamá, vos igual, besos —solté para luego colgar.
—¿Quien carajo le dice Pipo a su hija? Solamente tu mamá —se burla Mateo mientras se sacaba la remera para dormir, lo miró con la ceja arqueada —Ni creas que voy a dormir con remera y pantalón.
—O te vestís o dormís en el sillón, vos decidís —lo hice elegir y este hacia el que pensaba.
—Mmm, ¿si no dormimos y hacemos otra cosa? —me miró y yo lo miré mal.—¿Que?
—No voy a coger con vos.
—Eso ya veremos —sonrió —Dame unos minutos y vas a ver cómo cambias de opinión —dijo mientras se sacaba el pantalón.
La re putisima madre Mateo.
Apague la luz y nos acostamos, no podía creer que estaba durmiendo en la misma cama que mi ex.
Realmente estoy sorprendida, pensé que nunca más iba a compartir la cama con el de rulos.
No pude evitar llevar mi mano hacia su pelo y comenzar a acariciarlo, este cerró los ojos, le encantaba que le hagan mimitos, eso nunca cambio.
— ¿Puedo decirte algo? —asentí — Extrañaba esto.
—¿Que cosa? —pregunte.
— Estar así con vos, tranquilos, sin pelear.—confesó —Sos linda cuando no estas enojada.—reí.
— Me lo suelen decir —este me miró mal — Que celoso de mierda que sos.
— No soy celoso —dijo y luego sonrió — Bueno, quizá un poquito.
— Un poquito no más eh —lo gaste.
Después de un silencio el morocho soltó.
—¿Crees que después de la cuarentena nos sigamos viendo? —yo lo miré como si este estuviera contándome un chiste — Porque yo creo que me estoy acostumbrando a ver tu cara todos los días, supongo que te voy a extrañar, ¿vos me vas a extrañar?
Sonreí para mis adentros y me acerqué a él y le besé el cachete para luego darme vuelta y decir:
—Buenas noches, Rulos.
Esa respuesta mejor me la guardaba para mi.
🤍🤍🤍
AMO QUE LE DIGA RULOS, SORRY
Voten y síganme, no sean trolos ahre
maratón 3/3 🥵

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quarentine ; trueno
Fiksi PenggemarDonde Constanza tiene que cumplir cuarentena junto con su ex, Mateo.