Capitulo 1

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Akihito era un felino, era un Bobtail japonés y era Omega.

Aquel día Akihito decidió salir a tomar una copa, su madre le había insistido mucho, no era bueno que un joven de su edad sólo se la pasará trabajando. Había sido padre a temprana edad y no disfrutó de su adolescencia.

Fue a un centro nocturno muy famoso, estaba a reventar, había gente por todos lados y las feromonas no se hacían esperar.

El rubio fue hacia la barra y se sentó en un banco, pidió un trago suave. No sabía qué hacía ahí, nunca antes había asistido a un lugar similar, su vida giraba alrededor de su hijo y temía tener pareja, ya que su pequeño también era Omega.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no vio a aquel enorme hombre que se paró junto a él.

— Hola. — Un delicioso aroma hizo que su atención fuera hacia el pequeño rubio sentado en la barra.

El rubio giró su rostro y observó a aquel y hombre en traje, sus ojos color almendra llamaron su atención, pero no más que aquella corbata tan colorida y llena de bordados.

— Dije hola ¿Eres mudo?

— Lo siento, hola.

— ¿Estas solo?

— Si.

— ¿Quieres acompañarme a mi mesa?

Akihito dudó por un segundo, pero al final aceptó. Siguió a aquel hombre hasta una mesa privada, en ese lugar había un chico y una chica.

— Ya estabas acompañado.

— Ustedes dos, váyanse, regresen a trabajar.

Ambos asintieron y salieron.

— ¿Trabajar? ¿Son acompañantes?

— Si, lo son.

— ¿Entonces por qué me pediste que viniera si ya tenías contratados a esos chicos?

— No estaban acompañándome, sólo les di instrucciones.

— No estoy entendiendo nada.

— Soy el dueño de este lugar, mi nombre es Asami Ryuichi.

Akihito comenzó a reír. — Y yo soy el dueño del bar de enfrente y me llamó Takaba Akihito.

— Conozco al dueño del bar de enfrente y no eres tú.

— Por favor ¿Te sirve esta táctica de ligue?

Asami presionó el botón de servicio y de inmediato estaba un mesero en el lugar. — ¿En que le puedo servir?

— ¿Quien soy yo?

El mesero un poco confundido contestó. — Asami Ryuichi, mi jefe.

— Gracias, vuelve a tu trabajo.

Akihito estaba sorprendido al ver que aquello no era una mentira. — Lo siento, no pensé que fuera cierto.

— No te preocupes. — Asami tomò asiento esperando que el menor se sentara junto a él, pero fue todo lo contrario, Akihito se sentó en otro sillón. — ¿Es la primera vez que vienes aquí?

— Si, de hecho no suelo salir de noche, sólo trabajo y después voy a mi casa.

Asami no puso atención a lo que decía el rubio, se levantó de su lugar y fue a sentarse junto a Akihito, muy, pero muy pegado a él, pasó su brazo por los hombros del menor y pego más a su cuerpo. — Por tu olor deduzco que no estás marcado y que eres un felino.

— Sí, soy un felino ¿Tú también?

— Si. Hoy venía a revisar algunas cosas, no pensé que conocería a alguien.

El Misterio de su AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora