CAPITULO 3: EN LOS CALABOZOS DE EINAR...

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Karmik observo al recién llegado. Su aspecto era diferente al resto de los soldados. También tenía cierto parecido con la reina.

- Se suponía que no irías sola a explorar, Natasha. (le reprendió Triameth, mientras los hombres que le acompañaban cargaban al viggoniano en la carreta y volvían a amarrar las muñecas de Eduardo y Karmik).

- Vine con algunos hombres, Triameth, no sola (contesto Natasha), no es necesario amarrarlos.

- Claro que sí. (insistió Triameth).

- Salvaron nuestras vidas (le explico Natasha).

- Si... y si solo buscan ganar tu confianza para luego apuñalarte por la espalda (explico Triameth serio, mirando a Natasha a los ojos), tienes mucho que aprender hermana (asintiendo a los guardias a modo de autorización, para que amarraran a los muchachos).

Natasha se quedó en silencio observando como los subían a la carreta.

- No entiendo, si ella es la reina porque le hacen caso al Triameth ese? (le murmuro Eduardo a Karmik, sentados uno al lado del otro en la carreta).

- No lo sé... pero él no luce muy razonable. (le contesto en voz baja Karmik).

- En eso si estamos de acuerdo... (coincidió Eduardo).

Conforme iban en la carreta, Eduardo y Karmik admiraban el paisaje. Las plantas eran muy exóticas: verdes y voluminosas, con hojas grandes, de diferentes formas. Contaron 7 tipos de pájaros durante el camino. El aire era limpio y puro. Muy diferente al de México.

- Porque crees que nos mencionan tanto a Haakon? (le pregunto Karmik a Eduardo pensativo).

- No lo sé amigo, pero... no quiero que este se despierte antes de que lleguemos... (le contesto Eduardo con cara seria).

Ambos miraron al bulto negro que iba a sus pies. El viggoniano como le llamaron, iba en la carreta con ellos inconsciente.

- Crees que sea peligroso? (le pregunto Karmik).

- Pues tiene una pinta de muerte amigo, y como que es brujo o químico, porque no sé lo que le roció a la espada que fush (haciendo un sonido de supuesta transformación).

- Pero nos ayudó... no puede ser tan malo... (contesto Karmik mas para sí mismo, que para Eduardo).

Llegaron a una edificación imponente de piedra. Parecía una especie de castillo o fortaleza.

- Pónganlos con los otros tres (le ordeno Triameth a sus hombres).

- Hermano. (comenzó a decir Natasha).

- Hablaran de una buena vez o se despedazaran entre sí. (le explico Triameth a su hermana).

- Así no hacemos las cosas en Einar, hermano (espeto Natasha).

- Tranquila Natasha, eso nos dará tiempo para hablar con los antiguos ancianos, respecto a cómo proceder en lo adelante. (le aseguro Triameth con confianza), si es cierto que no son una amenaza no pasara nada, verdad?

- De acuerdo (suspiro Natasha, no muy convencida), llévenles de comer y algunas mantas (le ordeno a otro de los hombres).

- Mi amigo le salvo la vida Srta., esta es su manera de devolverle el favor. (bramó Eduardo mientras los arrastraban al calabozo).

- Tu amigo... (empezó a decir Natasha acercándose un poco a ellos).

- Karmik, mi nombre es Karmik majestad, por favor, cuando se reúna con esas personas, conteste nuestras preguntas.

MI EXTRAORDINARIO VIAJE INTERDIMENSIONALWhere stories live. Discover now