CAPÍTULO 1
Narrado por: La reina Elizabeth
España, 1513
Cuanto darías por regresar a tu primer amor... ¿Te gustaría volver a dónde fuiste feliz?
En algún momento de mis días sonreí a la vida y me aferre al amor, lastima que eso no bastara para las pruebas del destino.
Ahora me encuentro sumergida en el pozo de la miseria y la depresión... Al borde del olvido... Siento como me desarmo por dentro y poco a poco voy perdiendo mi ser... Mi yo... Sigo viva, aún no se como, si cada vez que sierro mis ojos veo la muerte eh imagino mis días en el infierno dónde puedo quemarme y ahogarme más con mi dolor.Lastima que tenga deberes que atender...
-¿Su majestad?-oí una voz masculina llamándome...
Mi mirada estaba fija en el horizonte, sentada en ese mueble aterciopelado junto a la ventana, observaba el jardín real y apreciaba sus bellos arbustos, grandes árboles cubiertos de hojas mientras pensaba.
- Majestad- oí una vez más esa voz.
Bajé de mi nube y centré la mirada nuevamente al interior de la habitación.
Víctor, Genesis, y un grupo de sirvientes me acompañaban, los esclavos se ocupaban de mi habitación (tender la cama, recoger las cortinas etc..) Víctor y Genesis eran mis sirvientes personales y obedecían cada una de mis órdenes.Mi nombre es Elizabeth Valois, y soy la reina de España.
-Buenos días su alteza-la sonrisa de Víctor se hizo presente junto a la de Genesis que estaban parados enfrente mí- que hermosa se ve hoy, se ve que durmió muy bien
- Su Majestad, es un día hermoso, y hay unos pendientes que debe de arreglar-sugirió Genesis con ese tono de elegancia que la caracterizaba
Después de todo ser reina no era fácil, la pregunta es; ¿Cómo es que llegué aquí?
Hace un par de años cuando aún era feliz y vivía con mis padres, el rey Daniel 2do y la reina Sofía 1era, mis días estaban llenos de alegrías. Me convertí en la princesa Elizabeth y desde niña fui muy leal a las enseñanzas de mi padre, tenía que actuar con valentía, sabiduría y justicia pues más adelante iba a llenarme de responsabilidades y necesitaba dar la talla, me preparaba para reclamar el trono algún día. Era una princesa ejemplar y tenía una reputación intachable.
Pero... El amor le llega incluso al más preparado.
Cuando me hice adulta conocí a David y desde entonces vivo enamorada....
David era un príncipe, y por muchos años fuimos amigos pues nuestros padres el rey Daniel 2do y su majestad el rey de Borgoña, Ramiro (padre de David) eran amigos y aliados en contra de los otomanos.
Todo cambio cuando el padre de David calló en manos de los enemigos y les contó todos los tratados que había tenido con mi padre y el resto de Europa; gracias a ellos los otomanos nos ganaron la guerra y perdimos miles de monedas de oro en mano de los musulmanes, además perdimos muchos hombres en batalla, sólo conservamos nuestras vidas y algunas de nuestras propiedades en territorios europeos.
Mi padre acusó al rey Ramiro de traición y como consecuencia el padre de David perdió tratados con los demás reyes del continente llevándolo a la quiebra. El padre de David término en prisión por sus pecados, y no muy tarde se quitó la vida en su celda. El trono fue cedido al príncipe Tomás (hermano de David) y a él le tocaría sacar a su nación de la miseria.
En base a esto mi padre me prohibió cualquier contacto con David y su dinastía, pues decía que no podíamos acercarnos a esa familia de "traidores". Intenté convencerme que era lo mejor, sin embargo no podía dejar a mi amado cuándo más me necesitaba.
Él y yo nos veíamos a escondidas, amando nos este las sombras. Nos mandábamos cartas y siempre nos veíamos en una cascada y detrás de ella confesábamos nuestros amores... Le pertenecí tantas veces... En cuerpo y alma... Fui tan feliz entre sus brazos, que por momentos se me olvidaba quién era. Que lastima que la felicidad dura tan poco.
Mi padre debió sospechar que algo pasaba por que en una de mis escapadas decidió seguirme y no me di cuenta.
Mi progenitor nos vio juntos detrás de la cascada. Y a partir de allí, cambio mi destino.
Nos amenazó a ambos y dijo que si nos volvía a ver juntos lo mataría y a mí me encerraría en alguna Torre. Corrió a David de sus tierras y como precaución puso guardia en todo el reino con la orden de que si lo veían lo mataran. Mi padre tenía todo el poder para hacerlo pues ahora el reino de Borgoña estaba débil y no tenía el respaldo de las demás naciones, nadie extrañaría a un príncipe cuya Nación esta en la ruina.
La posibilidad de ver a David muerto inundaba mis pensamientos y no podía permitirlo, no quería que lo matasen... Pero dejarlo de ver para siempre significaba muerte para mí.
David y yo nos mandamos nuestras últimas cartas, y en ellas se plasmaron nuestro final, íbamos a matarnos para que nos reuniéramos en la otra vida. Ambos sabíamos que no podíamos escapar pues nos encontrarían. Mi padre nos descubrió nuevamente y sabía que esto debía de parar.
Su veredicto fue: casarme con alguien más.
Pensaba que si me casaba con otra persona olvidaría a David y así todo terminaría además que al unirme a alguien más me convertiría en el problema de mi futuro marido y no de él.
Y justo en esos días él rey Guillermo de España había fallecido dejando a su único hijo en el trono. Los rumores se corrieron en toda Europa y todos sabían que para ser coronado rey había que tener reina.
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AMOR ENTRE LA SOMBRAS
RandomElizabeth es obligada a casarse con un rey al que no ama. Esto le traerá conflictos con todos, incluso con ella. Pronto descubrirá una verdad que la hará convertirse en "la destrucción de la humanidad"