CAPÍTULO 14.
Esteban se separó de mí, y me miro con picardía.
Me ruboricé.
Y sin nada más que decirme, se levantó, y antes de marcharse me dijo:
- Debo irme. Le escribiré la Carta a Loord Simón y se la aré llegar .
- Por supuesto - acepté un poco aturdida, intentando reponerme de ese susurro en mi oído.
- Nos vemos luego. - el rey me miró una última vez y abrió la puerta y se marchó.
Mi corazón estaba más aliviado.
Las cosas habían salido como quería. Esteban habían rechazado ese plan de querer matar a el clan del Norte, y me había confesado que Galilea "no significaba nada importante para él". ¿Entonces por que la tenía cerca?
Respiré tranquila y sonrrei sastifecha.
Me quedé unos minutos en mi lugar, mirando por la ventana y apreciar la hermosa vista que me proporcionaba.
En eso alguien tocó la puerta.
- Adelante.
Un esclavo entró a mis aposentos.
- Magestad - se inclinó bajando la cabeza - el príncipe David le manda un recado. - extendió su mano y me pasó una carta.
Me asombre.
Eso me hacia recordar cuando aún vivía en Francia (mi tierra natal), y nos mandabamos recados para vernos en alguna parte. Era muy divertido inventar excusas y salir a escondidas.
Se me hizo un hueco en el corazón cuando recordé esos tiempos.
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AMOR ENTRE LA SOMBRAS
RandomElizabeth es obligada a casarse con un rey al que no ama. Esto le traerá conflictos con todos, incluso con ella. Pronto descubrirá una verdad que la hará convertirse en "la destrucción de la humanidad"