VOY A EXTRAÑARTE.

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CAPÍTULO 15.

Galilea bajó la mirada apenada por la situación, y yo sonreí feliz.

Ví como la vergüenza y el coraje la invadía por completo y en cuestión de segundos; se levantó de su lugar y se retiró con rapidez y enojo.

Se marchó sin que nadie la detuviera o abogara por ella. Todos sabían que había cometido un error.

Mi felicidad fue mayor.

Sin duda, era le mejor cena en la historia.

- Espero que sus Majestades disculpen a mi hermana- habló el rey Tomás junto a Galilea muy apenado y molesto con la actitud de su hermana. - aveces es muy impertinente.

- No te preocupes Tomás- le respondió Esteban con tranquilidad - estoy empezando a conocerla.

Valla, ya era hora.

Un grupo de músicos llegaron a el lugar y comenzaron a instalar sus pertenencias e instrumentos en una esquina de la habitación.

- Música- murmure contenta cuando los ví - amo la música.

- Veo que Galilea pensó en todo - oí que decía Esteban asombrado.

Un grupo de esclavos se encargaron de servir la cena y poner las bebidas en las copas de hierro.

Como había ordenado, el estofado de pavo, había sido servido en platos de oro y la bebida era un vino traído de Polonia. El mejor vino de Europa.

Después de orar por los alimentos, Esteban dio inicio a la cena probando el primer bocado. Seguidamente lo hicimos nosotros.

Me sentía tan contenta, que disfruté ese pavo como a ningún otro.

- Es una cena exquisita - alabó David junto al asiento vacío de Galilea.

- Este vino me recuerda mucho a Borgoña - opinó Teresa a su lado con nostalgia- ¿De donde es?

-De Polonia- sonreí - el mejor vino de la casa de Cracovia.

Teresa asintió levemente con agrado.

- Padre, yo también quiero tomar vino - oí que decía Nikolay al otro extremo de la masa junto a Ibrahim.

(Nikolay, era el hijo barón de Grecia e Ibrahim)

- ¿No te parece que estás muy joven para embriagarte? - le reprendió su madre no muy contenta.

- No, ya soy un hombre - respondió el pequeño con orgullo.

Nos hizo gracia a todos, y de inmediato mostramos la ternura que él había sacado de nuestros corazones.

- No tomarás alcohol- se limitó a responderle mi amiga que permanecía a mi lado.

Nikolay bajó su cabeza mientras sus cejas se undian en sus ojos, y mantenía un puchero en forma de protesta.

- No te preocupes amiguito - le habló David amigablemente - el vino no es tan bueno. La leche es la mejor.

- Los guerreros no toman leche - Refunfuño Nikolay cruzándose de brazos.

AMOR ENTRE LA SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora