CAPÍTULO: 20
Me quedé helada tratando de digerir sus palabras.
¿Habia dicho embarazada? ¿Habia escuchado bien? ¿Galilea estaba embarazada?
- ¿Que? - preguntó Esteban aún sin creerlo. Se veía que estaba igual de perplejo que yo.
- Esteban, tendremos un bebé - repitióla hermana de David quien mantenía una sonrrisa esplendorosa y ojos brillantes.
Parpade perpleja.
La felicidad que había sentido por todo lo que Esteban y yo habíamos vivido en Francia se había desmoronado con tan solo dos palabras: estoy-embarazada.
¿Un bebé entre Esteban y Galilea? ¿Que clase de chiste era eso?
El rey tardó un rato en reaccionar, pero cuando lo hizo, Galilea no era la única emocionada en el salón.
Esteban se puso muy contento, y enseguida dejó su lugar junto a mi para ir con ella.
El salón se volvió envuelto de risas pues mi Esteban llegó hasta ella con una sonrrisa, la abrazó, y finalmente le dió un beso en la frente.
Tomás, Ibrahim, y Teresa dieron unos aplausos y en seguida rodearon a los futuros padres para darles en hora buena.
Sin embargo yo seguía parada alejada de ellos, observando con detalle cada expresión y así confirmar que todo era una broma.
Si, una broma de mal gusto.
Galilea no podía estar embarazada, no podía ser la madre del primogénito de mi marido. No era posible.
Enseguida recordé cuando Esteban la llevó a vivir a su habitación, era obvio que en esa ocasión había pasado algo más... Él si la había tomado como mujer, y hay estaba la prueba, la había embarazado.
Si, todo coincidía; Esteban la había embarazado durante esa etapa.
Por supuesto que su embarazo no se veía, tenía por lo menos semanas de embarazo. Su vientre aún seguía plano.
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En la antiguedad los doctores tenían técnicas para ver si una mujer estaba embarazada aunque el vientre no se notara. Solo bastaba con que ella sospechara (vómitos, mareos, no le llega el período, etc) y eran revisadas por los doctores para ver su era sierto que estaban preñadas xD
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Que suerte había tenido Galilea al embarazarse en un par de noches.
Anteriormente me viece valido un cacahuate que una mujer fuera la madre de algún hijo de Esteban; es más, era mi deber garantizar la continuidad de nuestros reinos. Pero ahora que empezaba a acercarme a Esteban, no lo quería compartir con nadie, y menos con ella.
Solo imaginarme a Galilea sintiéndose la gran señora solo por su estado me hacia enloquecer.
Y por su puesto que se iba a poner insoportable
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AMOR ENTRE LA SOMBRAS
De TodoElizabeth es obligada a casarse con un rey al que no ama. Esto le traerá conflictos con todos, incluso con ella. Pronto descubrirá una verdad que la hará convertirse en "la destrucción de la humanidad"