MAS QUE MI VIDA....

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CAPÍTULO 17

Me sentí extraña, fue una sensación que no había sentido antes y no sabía ni como expresarla.
Solo había sido un roce, pero significo mucho para mí. Quedé en shok.

Esteban separó sus labios de los mios.

Abrí mis párpados y lo primero con lo que me topé fue con sus presiosos ojos brillantes que me llamaban.

Mantenía una media sonrisa algo picarona.

Me quedé inmóvil por un momento.

¿Que había pasado?

Esteban seguía junto a mí mirándome con esa sonrisa que comenzaba a ponerme nerviosa.

Esperaba algo de mí y no sabía que era. No supe que hacer, por un momento quize seguir con el beso, pero algo me lo impidió.

Bajé la cabeza algo apenada.

Mis manos estaban puestas sobre mis rodillas y él las tomó con delicadeza.

No sabía que decirle, me había quedado sin palabras, así que volví a bajar la mirada y tragar en seco.

Levantó mi barbilla con su mano con delicadeza, y me clavo su intensa mirada brillante y llena de alegrías.

Las mariposas en mi estómago se multiplicaron y comenzaron a hacerme cosquillas.

- ¿Recuerdas la promesa que te hice hace unos días? - murmuro poniéndome el pelo detrás de la oreja en forma de caricia. - en donde te juré que te aria feliz hasta los últimos días de mi vida ¿lo recuerdas?

Asentí.

- Pues bien, pienso cumplirlo - dijo con firmeza. - No quiero que estés triste nunca más, aré todo para verte sonreír. ¿De acuerdo?

- Esteban, no tienes que hacer esto- me negué con culpa. Intenté hablar pero no me dejó.

- Lo sé, pero quiero hacerlo. Te lo prometí y pienso cumplirlo. - hizo una pausa en la que sus dedos acariciaban mi cara con dulzura. Lo hacía tan despacio que parecía tener miedo de tocarme. - te amo.

¿Pero por que tenía que ser así?

Últimamente me desconcertaba con su actitud.

- No te entiendo - dije de repente haciendo que sus cejas se fruncieran extrañado. Dejó mi cara. - aveces eres tan dulce conmigo, como ahora; pero cuando estás con Galilea, tu actitud conmigo cambia. Me confundes.

Tomó una expresión de culpabilidad y arrepentimiento. Bajó la mirada apenado.

- Lo siento - musitó en voz baja.

- ¿Que pasa? ¿Por que aveces eres tan diferente conmigo? De pronto cambiaste tanto. Incluso ya tienes amante y la tienes viviendo en tus aposentos. ¿Que está pasando?

- perdoname - volvió a repetir con la mirada en el suelo - aveces me frustro, y me desespero. No sé que me pasa. Siento que Galilea me escucha y siempre está conmigo; creo que por sus atenciones es que la considero tanto. Desde que llegó, siento que finalmente alguien me quiere, y eso me agrada. Ella es increíble.

AMOR ENTRE LA SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora