AMOR ENTRE LA SOMBRAS

SU AGONÍA

Narrado por: Elizabeth

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Odiaba esta situación pero era necesario terminar con esto.

David y yo definitivamente no teníamos oportunidad, así que ya no tenía caso seguir viendonos.

A pesar de todo eso, lo seguía queriendo.

Y no como una pareja, si no como un amigo. David era un hombre increíble y no se merecía nada de lo que yo le había hecho. Nunca debí permitir que llegará a palacio desde un principio.

Intenté no recriminarme más y decidí dejar la culpa en el aire.

Lo importante era que Esteban y yo comemzariamos de cero. Habíamos acordado que Galilea también debía irse, ya que no era prudente que en nuestra relación estuvieran los hermanos Borgones que habían formado parte de nuestro pasado.

Ahora si, lo mío con David había sido superado y todo a mi alrededor era paz.

Desafortunadamente esa paz no duró mucho.

La hermana de Esteban fue asesinada en frente de nuestras narices.

No lo podía creer, mi única cuñada... Tan bella y jóven, no merecía un final así.

Mi marido estaba desecho, pues había perdido a su única hermana, y a la mujer que más adoraba en el universo entero.

Su tristeza era mi tristeza. Verlo llorar encogía mi corazón tan frágil.

La noticia del asesinato de la duquesa escocesa recorrió toda Europa y en seguida se dejaron venir todos los conocidos de los hermanos reales.

Todos se preguntaban por el culpable, sin embargo no podíamos darles respuestas. No teníamos ni idea.

No pudimos sepultar a Berenice hasta que llegará su marido desde Escocia, a quien le entregamos su hijo. Esteban no estaba para tomar decisiones ajenas, así que yo intenté ayudar en eso.

El marido de Berenice solo estuvo para el funeral. Después de eso tomó a su hija y se marchó sin siquiera dejar que Esteban se despidiera de su sobrina.
Aunque él nisiquiera se dio cuenta de eso, estaba muy deprimido para ver las cosas que pasaban a su alrededor.

Permanecí junto a mi marido todo el tiempo, ofreciéndole un hombro donde llorar.

La verdad es que yo lo veía bastante mal; estaba muy deprimido. No dormía y apenas comía. Me preocupaba muchísimo la situación así que intenté hablar con él varias veces, sin embargo solo me pedía que lo dejara solo.

No podía ni pensar que si seguía así, eso definitivamente dañaria su salud y felicidad.

Incluso no permitió que le dieran el pésame, pues solo quería estar solo.

Esto me llenaba de frustración, no sabía como ayudarle para salir de ese agujero profundo en el que estába.... Pero hiciera lo que hiciera no daba resultados.

David y su familia aún seguían en el palacio, pues la muerte de Berenice había hecho que tuviéramos otros objetivos.

Esteban y yo habíamos tomado distancia con ellos, y parecieron entenderlo, por que se limitaban a saludarnos en los pasillos. A David era al que menos veía, trataba de evitarme. Creo que era lo mejor.

Mi amiga Grecia sí permaneció muy cerca de nosotros, ahora mismo me encontraba con ella teniendo una conversación.

- ¿y cómo sigue Esteban? - me preguntaba ella dándole un sorbo a su taza de té.